Salud e ideolog¨ªa

La salud es ¡°un estado de completo bienestar f¨ªsico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades¡±. La salud y su definici¨®n, seg¨²n la OMS, son ideol¨®gicas y, adem¨¢s, forman parte de esos valores tan asumidos por nuestra cultura, que ya no se entienden como ideolog¨ªa, sino como sentido com¨²n. En otros momentos, las aspiraciones sociales y pol¨ªticas de sentido com¨²n no estaban centradas en la salud ¡ªo se basaban en otro concepto de salud¡ª y derivaban en empe?os m¨ªsticos, esteticismos de...

La salud es ¡°un estado de completo bienestar f¨ªsico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades¡±. La salud y su definici¨®n, seg¨²n la OMS, son ideol¨®gicas y, adem¨¢s, forman parte de esos valores tan asumidos por nuestra cultura, que ya no se entienden como ideolog¨ªa, sino como sentido com¨²n. En otros momentos, las aspiraciones sociales y pol¨ªticas de sentido com¨²n no estaban centradas en la salud ¡ªo se basaban en otro concepto de salud¡ª y derivaban en empe?os m¨ªsticos, esteticismos de la enfermedad o exaltaciones del placer: mortificaci¨®n de la carne; rom¨¢nticos atracones de vinagre; vive deprisa, muere joven y ten un bonito cad¨¢ver; el lado salvaje de Lou Reed¡­ Hoy necesitamos reivindicar ideol¨®gicamente la salud porque, desde el neoliberalismo, se convierte en un asunto de desigualdad, asimetr¨ªa e inter¨¦s econ¨®mico. Y porque eso que llamamos sentido com¨²n siempre implica un posicionamiento ideol¨®gico ante la realidad. La ¡°ideologizaci¨®n¡±, usada como insulto por una ultraderecha as¨¦ptica de ideolog¨ªa ¡ª?ja!¡ª, es una estrategia para desactivar luchas: una manifestaci¨®n y una huelga en defensa de la salud se desvincula de ella y solo es martillo del sindicalismo a fin de acabar con el Gobierno de Madrid ¡ªnunca estuvo mal matar dos p¨¢jaros de un tiro¡ª; o una ley de memoria democr¨¢tica se transforma en estilete para, con gran perversidad por parte del rojer¨ªo, reinterpretar como trauma hist¨®rico lo que tan solo es una pelea de abuelos. La ideolog¨ªa socialcomunista merece ese nombre terrible ¡ªlo ideol¨®gico se identifica con la maldad del Fumador en Expediente X¡ª, mientras que la privatizaci¨®n de la sanidad no se considera una acci¨®n ideol¨®gica, sino una medida natural. Tambi¨¦n ciertas formas de resta?ar las heridas de una guerra se legitiman frente a otras: considerar que los dos bandos fueron iguales, olvidar 40 a?os de represi¨®n, negarles a las familias de las v¨ªctimas el derecho de enterrar a sus muertos, parecen f¨®rmulas de normalizaci¨®n ¡°democr¨¢tica¡± frente a la obcecaci¨®n de quienes luchan por la memoria, la justicia y la reparaci¨®n moral y patrimonial. La ideolog¨ªa es mala tal como se deduce de estas palabras del presidente del Colegio de Veterinarios de C¨®rdoba: ¡°Para la ley de bienestar animal no se ha contado con los veterinarios porque es una ley ideol¨®gica¡±. No contar con la profesi¨®n veterinaria para la redacci¨®n de una ley que afecta a los animales puede ser un error, pero descalificar una ley por ser ¡°ideol¨®gica¡± o pensar que la ¡°gesti¨®n¡± est¨¢ exenta de ideolog¨ªa es malintencionadamente na¨ªf. Como lo es que la propia izquierda, afectada por estas demonizaciones de la palabra que lo son del pensamiento, tilde de no ideol¨®gica una manifestaci¨®n o una huelga en defensa de la sanidad p¨²blica. Es ideol¨®gica. Se defienden los valores y servicios que, desde el neoliberalismo, se dinamitan: salud como derecho universal, derechos de trabajadores y trabajadoras de la salud, la no identificaci¨®n de la salud con la edificaci¨®n de hospitales vac¨ªos que benefician a las constructoras. Recordemos el concepto de salud ¡ªsaludablemente ideol¨®gico¡ª de la OMS y c¨®mo el socialcomunismo siempre lo ha defendido. Quiz¨¢ as¨ª una jueza no retirar¨ªa cautelarmente el sello conmemorativo de un PCE sin el que la democracia en este pa¨ªs ser¨ªa impensable ni un partido de ultraderecha, con tintes fascistas y franquistas, contar¨ªa con 52 esca?os en el Congreso.