2022: muertos y guerra

Desde el pasado 24 de febrero, la guerra de Ucrania se ha hecho cotidiana. Hemos visto miles de v¨ªdeos y de fotos, leemos sesudos an¨¢lisis militares, econ¨®micos, geoestrat¨¦gicos...; la informaci¨®n nos permite conocer alg¨²n nombre propio de los protagonistas en el frente, pero en general no sabemos mucho de esos hombres y esas mujeres que se matan entre s¨ª. Las v¨ªctimas m¨¢s numerosas son civiles que, devorados por el conflicto, mueren o desaparecen an¨®nimamente, olvidados por lo abrumador de las cifras. No podemos renunciar m¨¢s veces a la memoria, repetir los mismos errores, pensando que ahora, por fin, vamos a ser los vencedores de una guerra ¡°necesaria y noble¡±, la guerra final que podr¨¢ ser olvidada porque dio lugar a la ¡°libertad duradera¡±. Las guerras, de aqu¨ª y de all¨ª, siempre las perdemos los mismos, hasta que alg¨²n d¨ªa las perdamos todos.

Luis Fernando Crespo Zorita. Las Rozas de Madrid

Estancada

La Iglesia cat¨®lica es una instituci¨®n que tiene siglos de historia, y por ello sus tradiciones y costumbres nos resultan dif¨ªciles de entender con los ojos del siglo XXI. Sin embargo, creo que la tradici¨®n no es una excusa para justificar todos aquellos actos que la Iglesia realiza, y que tienen que ver con los hombres que la dirigen, no con Dios. ?O es que acaso en la Biblia se afirma un odio hacia las personas del colectivo LGTBI? ?O d¨®nde se afirma que las mujeres no pueden ejercer de sacerdotisas?

Elena Sandoval. Alcorc¨®n (Madrid)

Vuelta al trabajo

Tras una semana de vacaciones he vuelto al trabajo. Conforme se acercaba la rutina, me daba cuenta de que una vez volviera, no tendr¨ªa tiempo. La vida hoy es un constante frenes¨ª por hacer todo y no llegar a nada. Uno se resigna a ser part¨ªcipe de ello o estalla en el intento. Trabajamos para pagar un psic¨®logo que nos ayude a gestionar nuestro malestar. Da igual los psic¨®logos por habitante que haya: lo que provoca ansiedad, depresi¨®n y desaz¨®n es formar parte de la rueda. La precariedad, los altos precios, la falta de expectativas, la sobreinformaci¨®n y la tecnolog¨ªa nos hacen estallar a muchos mileniales, que vemos c¨®mo nuestra contribuci¨®n es alimentar el monstruo. Hoy he vuelto de vacaciones y lo primero que he hecho es ver el calendario: nada hasta abril. Y he seguido trabajando.

Jos¨¦ Enrique Val Montros. Valencia

Oposici¨®n est¨¦ril

La decadencia de la raz¨®n tiene su reflejo en la oposici¨®n intransigente de ciertos actores pol¨ªticos a medidas sociales que benefician al conjunto de la sociedad, tales como la reforma laboral, la subida del salario m¨ªnimo, el incremento de las pensiones o la creaci¨®n del ingreso m¨ªnimo vital. Fundamentan sus argumentos en nimiedades que a efectos pr¨¢cticos son bagatelas, como acusar al presidente de contradecirse constantemente o alegar que el Gobierno est¨¢ dirigido por los designios de ¡°golpistas¡± y ¡°filoetarras¡±, y, por supuesto, de comunistas peligrosos, financiados por Ir¨¢n y Venezuela, cuyo objetivo es implantar la dictadura del proletariado. No obstante, el Gobierno Frankenstein, sentenciado a muerte desde su nacimiento, sigue estando vivo y goza de un muy buen sistema inmunol¨®gico.

Xi¨¢n Ant¨®n Lorenzo Rodr¨ªguez. Ourense