¡°La ordenaci¨®n de mujeres ser¨ªa justicia de g¨¦nero¡±
El obispo Erwin Kr?utler, uno de los arquitectos del s¨ªnodo sobre la Amazonia, defiende que mujeres y hombres casados puedan ser ordenados en zonas donde no hay sacerdotes
La primera vez que intentaron matarle fue por proteger a una monja que se hab¨ªa enfrentado a los intereses de un grupo de latifundistas del Amazonas. La segunda por defender los derechos de los ind¨ªgenas. La tercera, por oponerse a la construcci¨®n de la hidroel¨¦ctrica de Belo Monte, en la que muchos ve¨ªan la salvaci¨®n del estado de Par¨¢, donde se encuentra la prelatura de la reserva ind¨ªgena del Xing¨², que durante a?os dirigi¨®. Y la cuarta, recuerda ya algo fatigado de la enumeraci¨®n, lleg¨® cuando denunci¨® el abuso sexual sistem¨¢tico a ni?as de entre 12 y 13 a?os en 2006. Desde entonces, al obispo retirado Erwin Kr?utler (Koblach, Austria, 1939), convertido en un s¨ªmbolo de la lucha por los derechos de los ind¨ªgenas y del respeto a la Amazonia, le acompa?an dos polic¨ªas militares 24 horas al d¨ªa.
El Papa, de marcado gusto por este tipo de prelados, lo convirti¨® en uno de los arquitectos del s¨ªnodo de la Amazonia que terminar¨¢ el pr¨®ximo s¨¢bado. Y lo hizo sabiendo que Kr?utler es el mayor representante de dos de las propuestas m¨¢s controvertidas de la reuni¨®n: la ordenaci¨®n de mujeres diaconisas y la de hombres casados de virtud probada (viri probati) en zonas remotas donde determinadas comunidades no tienen acceso a la eucarist¨ªa. Una apertura hist¨®rica que tiene muchos visos de ser aprobada y que ha provocado una virulenta reacci¨®n del sector m¨¢s conservador de la Iglesia. Kr?utler ni se inmuta. Ha pasado por cosas peores.
P. ?Por qu¨¦ hay que jugarse la vida para defender derechos tan b¨¢sicos?
R. Algunos entienden la defensa de los derechos de otros como una agresi¨®n a su ganancia. Y, cuando est¨¢s del lado de los ind¨ªgenas, est¨¢s contra la ganancia y los intereses de los otros.
P. El propio gobierno de Brasil est¨¢ inc¨®modo con este s¨ªnodo. De hecho, ha habido espionaje sobre algunos obispos.
R. Hab¨ªa sectores, incluso el presidente, que pensaron que ser¨ªa una agresi¨®n a la soberan¨ªa de Brasil. Ning¨²n obispo pens¨® eso. Nosotros fuimos convocados por el Papa para tratar dos objetivos: nuevos caminos para la iglesia y una ecolog¨ªa integral. L¨®gicamente defendemos la Amazonia como el h¨¢bitat de muchos pueblos y agredirla tiene una consecuencia muy grave en el clima planetario por su funci¨®n reguladora del clima.
P. El s¨ªnodo tambi¨¦n incomoda a los sectores m¨¢s conservadores de la Iglesia.
R. Quien est¨¢ contra el s¨ªnodo est¨¢ contra el Papa que lo convoc¨®. Y quien est¨¢ contra el Papa tiene que preguntarse si est¨¢ del lado de la Iglesia o es un disidente.
P. Algunos temas han dividido. Usted conf¨ªa en que en el s¨ªnodo se pueda decidir la ordenaci¨®n de diaconisas.
R. Defendemos y propusimos la ordenaci¨®n diaconal femenina, s¨ª. En el Amazonas el 80% de las comunidades sin sacerdote est¨¢n dirigidas por mujeres. Y en esos lugares se preguntan por qu¨¦ la mujer no puede ser ordenada para recibir esa gracia para presidir la comunidad. En algunas comunidades, de hecho, ya presiden la liturgia de la palabra.
P. Si el s¨ªnodo aprobase esta propuesta, ?ser¨ªa un primer paso para la ordenaci¨®n de mujeres sacerdotes?
R. Lo que pienso es que por lo menos el diaconato femenino ser¨ªa un paso para valorizar y dar a la mujer igualdad respecto a los varones. Ser¨ªa un gran avance. No tengo ninguna dificultad en ver una mujer presidiendo una eucarist¨ªa, no veo motivos para oponerse. Lo llamo de Justicia de g¨¦nero.
P. Usted tambi¨¦n se ha pronunciado a favor de la ordenaci¨®n de hombres casados.
R. En el Amazonas hay muy pocos sacerdotes y en esas comunidades remotas que est¨¢n lejos de una parroquia no hay eucarist¨ªa durante el a?o. Eso es grave. La eucarist¨ªa es el centro y ¨¢pice de nuestra fe. Hay comunidades que solo tienen dos o tres veces al a?o la posibilidad de participar en la eucarist¨ªa. El ¨²nico motivo es porque solo el var¨®n c¨¦libe tiene acceso a la ordenaci¨®n sacerdotal. Proponemos que varones probados puedan recibir la ordenaci¨®n presbiterial.
P. C¨®mo se est¨¢ acogiendo esta propuesta en el S¨ªnodo. ?Qu¨¦ sensaci¨®n tiene?
R. Es muy dif¨ªcil hablar de qu¨¦ acogida ha tenido porque en este momento est¨¢ realiz¨¢ndose el documento que ser¨¢ entregado al Santo Padre. Pero muchos grupos hicieron la propuesta en este sentido.
P. Algunos creen que ser¨ªa abrir la puerta al fin del celibato.
R. No estamos contra el celibato, pero la eucarist¨ªa est¨¢ por encima, es la gracia de las gracias. Tenemos la obligaci¨®n de ofrecer la posibilidad de que todas las comunidades participen en ella. Si el celibato es un impedimento para esto, en determinadas circunstancias, entonces para poder celebrar la eucarist¨ªa tiene que haber tambi¨¦n hombres casados con familia que reciban la ordenaci¨®n. No se trata de abolir el celibato, sino que haya dos posibilidades de ser sacerdote: uno c¨¦libe y otro hombre casado.
P. ?Usted cree que abolir el celibato ayudar¨ªa a mejorar la Iglesia?
R. Creo que la abolici¨®n del celibato no es el tema. El tema es la celebraci¨®n de la eucarist¨ªa. Y esa celebraci¨®n no es posible en miles de comunidades.
P. En Alemania se est¨¢ discutiendo sobre estos asuntos. Algunas voces hablan de cisma.
R. No creo en cisma. El Papa tampoco cree en ello.
Un s¨ªnodo controvertido
El S¨ªnodo de la Amazonia llega a su fin y el pr¨®ximo s¨¢bado se votar¨¢ el documento final sobre el que el Papa trazar¨¢ un nuevo documento apost¨®lico sobre la ecolog¨ªa y una supuesta apertura ministerial que podr¨ªa incluir la posibilidad de ordenar a mujeres y hombres casados en lugares donde no hay sacerdotes. El encuentro, que ha reunido a 180 obispos de todo el mundo, parec¨ªa a priori una reuni¨®n menos intensa comparada con anteriores sesiones como la dedicada a la pederastia. Pero ha levantado una enorme polvareda dentro de la Iglesia que incluso ha derivado en incidentes grotescos.
El pasado lunes, por ejemplo, varios individuos no identificados entraron en la iglesia Santa Mar¨ªa de Transpontina, donde se celebra estos d¨ªas la iniciativa 'Amazonia: Casa Com¨²n' y robaron im¨¢genes de madera que representaban a una mujer ind¨ªgena embarazada. Luego la lanzaron al r¨ªo Tevere, grab¨¢ndolo en video y difundi¨¦ndolo posteriormente. Un acto vand¨¢lico, justificado por muchos dentro de la Iglesia, que muestra la disconformidad que ha habido estos d¨ªas con la hospitalidad del Papa a los pueblos ind¨ªgenas y sus ritos.
La cruzada contra el Papa del sector ultraconservador, amplificada desde medios de comunicaci¨®n digitales como LifesiteNews, ha encontrado en este s¨ªnodo otro nuevo motivo de confrontaci¨®n. "?No aceptamos esto! ?No nos quedaremos callados! ?Empezamos a actuar ahora!", public¨® la citada web.
La propuesta de explorar la posibilidad de ordenar a mujeres y hombres casados en zonas remotas del mundo donde muchos fieles no tienen acceso a la eucarist¨ªa, pese a no ser el ¨²nico tema tratado, tambi¨¦n ha generado mucha pol¨¦mica. Mauricio L¨®pez, secretario de la Red Eclesial Panamz¨®nica (REPAM), la organizaci¨®n que se encuentra en la base de este s¨ªnodo, considera que ha habido demasiado ruido medi¨¢tico en torno a esta cuesti¨®n. ¡°Hay una discusi¨®n fuerte sobre temas de ministerialidad, pero no de las obsesiones que llegan desde fuera. Se trata de solventar vac¨ªos de acompa?amiento que hay en la comunidad, pasar de una pastoral de visita a una pastoral de presencia. Reconocer el papel de la mujer que sostiene la vida y la misi¨®n de la Iglesia en tantos lugares, del papel de los laicos, de que el perfil de quienes sirvan a esas comunidades sea m¨¢s cercano¡±, apunta.
L¨®pez cree que los resultados ya son palpables. ¡°Estamos experimentando un grado de apertura, libertad y transparencia en decir lo que duele. Y eso genera movimientos fuertes hacia lo nuevo, se?ales de que no podemos permanecer igual que antes. Nuevas posibilidades, pero sin romper. Estamos ya viendo expresiones irreversibles para la Iglesia con muchos elementos in¨¦ditos. El Papa ha abierto esos caminos¡±. Pero considera que los temas centrales van m¨¢s all¨¢ de la ordenaci¨®n de mujeres u hombres casados.
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