Lula tiene el monopolio de la democracia
Si sabe aprovechar esta oportunidad, el presidente brasile?o podr¨ªa ampliar su arco de alianzas y arrinconar al bolsonarismo radical
Hay una paradoja en las escenas de terror pol¨ªtico de las irrupciones e intentos de toma de la Presidencia brasile?a, el Congreso y el Tribunal Supremo este domingo en Brasilia. Visualmente, mostraban a miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro (llamados bolsonaristas) superando barreras policiales, depredando oficinas, rompiendo ventanas y destruyendo cuadros de pintores cl¨¢sicos brasile?os. La versi¨®n tropical del 6 de enero trumpista se plante¨® como una demostraci¨®n de fuerza de los votantes que no aceptan la derrota electoral. En realidad, sin embargo, los actos de Brasilia podr¨ªan convertirse en la mayor oportunidad del presidente Lula da Silva para extender su poder y arrinconar al bolsonarismo contra la pared.
El centroizquierdista Lula fue elegido el 30 de octubre presidente de Brasil por tercera vez con 60,3 millones de votos, con solo 2,1 millones de votos de ventaja sobre el entonces presidente Bolsonaro, de extrema derecha. Fue la menor diferencia de votos de la historia y ya en los d¨ªas posteriores miles de bolsonaristas interrumpieron carreteras exigiendo la anulaci¨®n del resultado. Con el paso de las semanas, varios de estos militantes montaron campamentos frente a cuarteles del ej¨¦rcito en todo Brasil pidiendo la intervenci¨®n militar. Fue en estos campamentos donde los bolsonaristas planearon los actos terroristas del domingo.
Heredero de un pa¨ªs dividido por la mitad, Lula da Silva asumi¨® la presidencia el 1 de enero tratando de evitar una confrontaci¨®n. El nuevo ministro de Defensa, Jos¨¦ M¨²cio, afirm¨® que las acampadas junto a los cuarteles eran ¡°manifestaciones democr¨¢ticas¡± y que incluso familiares suyos apoyaban estas protestas. Admitido como moderado, M¨²cio asumi¨® el cargo precisamente para no generar conflictos con las Fuerzas Armadas, que apoyaban ostensiblemente al Gobierno de Bolsonaro. Los comandantes del Ej¨¦rcito, la Marina y la Fuerza A¨¦rea nombrados por Bolsonaro cambiaron las fechas de sus relevos para no tener que jurar lealtad al nuevo presidente.
Esa cautela con los partidarios de un golpe militar ha perdido sentido desde el domingo. Las im¨¢genes del acto vand¨¢lico causaron una conmoci¨®n nacional que uni¨® al pa¨ªs como solo son capaces de hacerlo los partidos de la selecci¨®n brasile?a de f¨²tbol. Una encuesta de Quaest en las redes sociales a lo largo del domingo mostr¨® que el 90% de los brasile?os condenaba las invasiones.
Al anunciar la intervenci¨®n federal en la seguridad p¨²blica del Distrito Federal, el presidente Lula responsabiliz¨® a Bolsonaro por las depredaciones. ¡°?l no solo provoc¨® esto, no solo estimul¨® esto, sino que lo sigue estimulando a trav¨¦s de las redes sociales. Es su responsabilidad, la responsabilidad de los partidos que lo apoyan y todo esto ser¨¢ investigado con mucha fuerza y muy r¨¢pidamente¡±, dijo Lula. Seg¨²n Quaest, el 87% de las menciones en las redes sociales fueron en apoyo del discurso.
Importantes l¨ªderes pol¨ªticos, entre ellos el presidente de la C¨¢mara de Diputados, Arthur Lira, partidario de Bolsonaro, atacaron los actos y apoyaron la decisi¨®n de Lula de intervenir en el Distrito Federal. Lira anunci¨® una reuni¨®n con Lula y los presidentes del Senado y del Tribunal Supremo esta semana para ¡°dejar absolutamente claro que los tres poderes est¨¢n m¨¢s unidos que nunca en favor de la democracia¡±. Varios gobernadores vinculados a Bolsonaro tambi¨¦n se solidarizan con Lula. Con los actos del domingo, mantenerse cerca de Bolsonaro se ha vuelto pol¨ªticamente t¨®xico.
Lula tiene ahora el monopolio de la democracia a su lado. Sus adversarios le alaban por haber tomado la iniciativa en la defensa de las instituciones e incluso sus oponentes tienden a suavizar sus cr¨ªticas para no ser confundidos con los golpistas. Los jefes militares han acordado la desmovilizaci¨®n inmediata de los campamentos situados frente a los cuarteles.
Si sabe aprovechar esta oportunidad, Lula podr¨ªa ampliar su arco de alianzas y arrinconar al bolsonarismo radical. Los grupos de derecha y centroderecha que rechazan a Lula pero son dem¨®cratas pueden verse abocados a una opci¨®n m¨¢s moderada. Esto le dar¨ªa a Lula, como consecuencia, la legitimidad pol¨ªtica para tomar medidas contrarias al bolsonarismo m¨¢s radical, como ampliar el gasto p¨²blico social y castigar a los mineros ilegales de oro y a los deforestadores de la Amazonia. Las protestas en Brasilia intentaban golpear la gobernabilidad de Lula, pero en la pr¨¢ctica golpearon la credibilidad de Bolsonaro.
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