Equilibrios en Davos
La correcci¨®n de las perspectivas m¨¢s pesimistas no debe inducir un triunfalismo injustificado
La clausura del Foro Econ¨®mico Mundial de Davos deja algunas conclusiones provisionales y entre ellas una mayor: la econom¨ªa global ha esquivado la ca¨ªda abrupta que muchos preve¨ªan hace unos meses como consecuencia, sobre todo, de las graves disrupciones provocadas por la invasi¨®n rusa de Ucrania. La inversi¨®n de tendencia de la inflaci¨®n, junto con la resiliencia de los mercados laborales y datos de crecimiento del PIB, mejores de los esperados en muchos pa¨ªses, justifican una revisi¨®n al alza de las previsiones m¨¢s oscuras, y una actitud algo m¨¢s serena hacia el futuro. Otros elementos contribuyen a apuntalar una mirada m¨¢s optimista, entre ellas la reapertura de China, que sin duda dar¨¢ nuevo impulso al crecimiento de la econom¨ªa global a lo largo de 2023.
Sin embargo, desechados los razonamientos m¨¢s pesimistas, conviene no subestimar los retos pendientes. De entrada, el desaf¨ªo inflacionista no est¨¢ vencido. Se ha materializado una inversi¨®n de tendencia, pero el camino de regreso hacia la normalidad no tiene visos de ser f¨¢cil. Parte del alivio reciente responde, en Europa, a la circunstancia fortuita de una climatolog¨ªa suave, pero el segmento concreto del precio de los alimentos es motivo de inquietud. Con vistas al futuro, el probable rebote de China intensificar¨¢ su demanda de materias primas, con la consiguiente presi¨®n inflacionista. Los banqueros centrales emiten claras se?ales de considerar imprescindible seguir con las pol¨ªticas monetarias restrictivas, con el inevitable impacto depresivo y la fuerte amenaza sobre la sostenibilidad de la deuda de los pa¨ªses m¨¢s fr¨¢giles.
Si los datos de crecimiento son mejores de lo esperado y la inflaci¨®n se modera, ello no significa que el da?o causado a las clases menos pr¨®speras por la erosi¨®n del poder adquisitivo en tantos pa¨ªses es ya muy sustancial. Por otra parte, la dimensi¨®n geopol¨ªtica a?ade inc¨®gnitas problem¨¢ticas, entre pulsiones proteccionistas y movimientos para reducir la dependencia occidental de China, que tienen su l¨®gica en sentido estrat¨¦gico, pero pueden lastrar la eficiencia econ¨®mica. Estas acciones son elementos de peso en la nueva ¨¦poca econ¨®mica inducida por la pandemia y la invasi¨®n de Ucrania. Algunos actores avanzan con vigor, como India, que se beneficia de precios energ¨¦ticos baratos desde Rusia y de ser considerado pa¨ªs fiable por Occidente. China afronta el riesgo de las reticencias occidentales a comerciar e invertir. La UE presenta una desventaja competitiva por sus dificultades energ¨¦ticas.
En este contexto, queda mucho por hacer para consolidar un aterrizaje suave y facilitar que la reactivaci¨®n sostenida no sea muy lejana. Las autoridades monetarias tienen el endiablado reto de hallar el punto exacto de tipos que facilite el enfriamiento de una inflaci¨®n que es da?ina para la ciudadan¨ªa evitando excesos que depriman la econom¨ªa. Las autoridades pol¨ªticas tambi¨¦n tienen retos descomunales. El principal es garantizar protecci¨®n a los m¨¢s desfavorecidos y en m¨²ltiples sentidos en un entorno fiscal que, en muchos casos, no tiene gran margen de maniobra.
En el vector ciudadano, tendr¨¢ que ser vigorosa esa protecci¨®n, pero es preciso perfilarla mejor de lo que se ha hecho hasta ahora. En demasiadas ocasiones se ha optado por subsidios generalizados que respaldan a personas con recursos y a desfavorecidas por igual, resultando a la vez regresivos e inflacionistas. En el ¨¢rea internacional, los pa¨ªses desarrollados deben tomar conciencia de que el alza de tipos est¨¢ teniendo como efecto una creciente insostenibilidad de la deuda en pa¨ªses en desarrollo, aumentando su esfuerzo para pagar intereses y comprimiendo su capacidad.
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