Cohesi¨®n social y SMI

Pese a la inestabilidad internacional y ciertos augurios exageradamente derrotistas, la econom¨ªa espa?ola resiste mejor que algunas de las europeas. Aun as¨ª, los desequilibrios internos y la desigualdad siguen siendo la amenaza m¨¢s grave que pesa sobre la sociedad espa?ola. Uno de los mecanismos de compensaci¨®n que tiene a mano el Gobierno es el incremento del salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) para 2023, que tiene que decidir en los pr¨®ximos d¨ªas, una vez que el comit¨¦ de expertos complete su proceso de reflexi¨®n y fije la serie de horquillas que avanzan subidas de entre 46 y 83 euros mensuales. La propuesta queda por debajo de las reivindicaciones de los sindicatos, que propon¨ªan un aumento de 100 euros mensuales, mientras que la patronal no ha mostrado, en este particular, sus preferencias.

La subida se realizar¨¢ en un contexto complejo debido a la p¨¦rdida de poder adquisitivo acumulada en los salarios a lo largo de 2022. Sus efectos han sido devastadores en la capacidad de compra de las personas con menores salarios, doblemente castigadas por su erosi¨®n y por el diferente peso de los costes de alimentaci¨®n y energ¨ªa en su cesta de la compra, donde las subidas de precios han sido m¨¢s abultadas. El Gobierno ha tomado ya medidas de protecci¨®n de las personas m¨¢s vulnerables a trav¨¦s de las subidas del ingreso m¨ªnimo vital y de las pensiones no contributivas, adem¨¢s de la actualizaci¨®n del poder adquisitivo de las pensiones contributivas. Incrementar el SMI completar¨ªa, de esta manera, el marco de protecci¨®n para las personas con menores ingresos y recursos para hacer frente a una situaci¨®n sin visos de cambiar de forma inmediata.

La decisi¨®n se toma sabiendo ya que los beneficios empresariales han crecido de manera notable, como han certificado numerosos estudios publicados a lo largo de las ¨²ltimas semanas, contribuyendo de esta manera a mantener los altos niveles de precios. Al mismo tiempo, las n¨®minas han crecido significativamente menos que la inflaci¨®n, de manera que la p¨¦rdida de poder adquisitivo de los salarios a lo largo de todo 2022 se sit¨²a en torno al 6% de promedio, una cifra que no se ve¨ªa desde los a?os de devaluaci¨®n salarial que propici¨® la reforma laboral de 2012. A la luz de estos datos, el riesgo de que se genere una espiral inflacionaria que retroalimente el crecimiento de precios y costes laborales parece cada vez menor.

Lejana la posibilidad de alcanzar un pacto de rentas entre los agentes sociales para repartir los costes de la crisis de precios, es ahora responsabilidad del Gobierno acometer una pol¨ªtica de rentas coherente con el objetivo de preservar la cohesi¨®n social. La subida del salario m¨ªnimo interprofesional no tiene ¨²nicamente efectos sobre las personas que lo perciben, sino que, de manera adicional, puede incentivar una mejora en los convenios cuyos salarios se sit¨²an m¨¢s cerca de sus cifras. Los informes de evaluaci¨®n encargados por el Ministerio de Trabajo y Econom¨ªa Social indican un impacto positivo de las subidas en materia de reducci¨®n de la desigualdad salarial y apuntan a un efecto pr¨¢cticamente nulo en la creaci¨®n de empleo para las personas menos cualificadas. El reto es, por lo tanto, calibrar adecuadamente la medida para que las subidas sigan contribuyendo a mejorar la cohesi¨®n social sin perjudicar gravemente al empleo. En un contexto donde la inflaci¨®n ha erosionado el poder adquisitivo, plantear un aumento ambicioso de la cuant¨ªa del SMI es una medida equilibrada y justa.