La infiltraci¨®n del narco
Las demoledoras pruebas en el juicio contra el responsable de la lucha antidroga de M¨¦xico extienden las sospechas hacia todo el mandato de Felipe Calder¨®n
La penetraci¨®n del narcotr¨¢fico en los m¨¢s altos niveles de la Administraci¨®n de M¨¦xico deja un regusto de amarga impotencia. El responsable de liderar la guerra contra el crimen organizado y antiguo secretario de Seguridad P¨²blica durante el mandato de Felipe Calder¨®n (2006-2012), Genaro Garc¨ªa Luna, ha resultado ser el jefe de los traficantes, seg¨²n el juicio celebrado el martes en un tribunal de Nueva York bajo los cargos de conspiraci¨®n para la distribuci¨®n internacional de coca¨ªna y delincuencia organizada, entre otros. El juicio ha dejado a la vista de todos los engranajes de una maquinaria corrupta que alcanzaba el coraz¨®n del Estado. Las conclusiones del jurado son demoledoras, a partir de las investigaciones, los testimonios y las pruebas aportadas: el zar antidrogas de M¨¦xico era en realidad un estrecho colaborador del cartel de Sinaloa, el grupo criminal fundado por Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n.
Los v¨ªnculos de Garc¨ªa Luna con el narco, seg¨²n el veredicto, se remontan a su etapa como director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), bajo el mandato de Vicente Fox, pero fue con Calder¨®n cuando ascendi¨® hasta la c¨²spide de la que ten¨ªa que ser la lucha contra el crimen organizado. Ahora el exjefe de la Polic¨ªa se enfrenta a una sentencia, que se conocer¨¢ en junio, que oscila entre los 20 a?os y la cadena perpetua. Esta condena no solo cuestiona toda la estrategia del expresidente del Partido Acci¨®n Nacional, que enarbol¨® p¨²blicamente la bandera de la lucha contra los carteles, sino que siembra dudas razonables sobre su grado de conocimiento de la connivencia entre el Gobierno y los capos de Sinaloa. Lo m¨¢s importante hoy es el derecho de la sociedad a conocer la verdad y despejar las sospechas. El 84% de los mexicanos opina que Calder¨®n deber¨ªa ser investigado por lazos con el narcotr¨¢fico, seg¨²n una encuesta de la consultora Enkoll para EL PA?S. La ¨²nica forma de disipar dudas y fiscalizar esa etapa es una investigaci¨®n, que en su primera fase no tiene por qu¨¦ pasar necesariamente por la justicia ordinaria y puede concretarse a trav¨¦s de otros canales como una comisi¨®n especial parlamentaria o de otra ¨ªndole.
Pero hay todav¨ªa otro argumento a favor de que las autoridades mexicanas tomen la iniciativa. Garc¨ªa Luna fue condenado en Estados Unidos, donde la justicia actu¨® una vez m¨¢s y acab¨® haci¨¦ndole el trabajo al pa¨ªs vecino. En las dos ¨²ltimas d¨¦cadas se han multiplicado las detenciones en territorio estadounidense, mientras que M¨¦xico se volc¨® en una sostenida pol¨ªtica de extradiciones. La condena del exsecretario de Seguridad P¨²blica y las sombras que el juicio ha proyectado sobre todo un mandato pueden ser, a la postre, la palanca para reivindicar el Estado de derecho y lanzar una poderosa se?al de madurez institucional.
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