Sigue viva la ¡®ley mordaza¡¯
El fracaso de las negociaciones entre las izquierdas aboca a impedir la reforma de la norma del PP
El voto en contra anunciado el lunes por ERC y Bildu arruin¨® las ya baj¨ªsimas expectativas de que prosperase este martes en la comisi¨®n de Interior del Congreso la reforma de la llamada ley mordaza, es decir, y por su nombre oficial y m¨¢s directo, la Ley de Seguridad Ciudadana aprobada por Mariano Rajoy en 2015. El Gobierno ha ido rebajando en los ¨²ltimos meses las esperanzas de un posible acuerdo, a pesar de la sinton¨ªa de la mayor parte de estos partidos comprometidos en la necesidad de reformarla: esa realidad puede llevar hoy a que decaiga definitivamente en esta legislatura. Es una mala noticia que elementos de detalle den al traste con los 36 puntos acordados, y n¨²cleo duro de la reforma, en torno a los usos policiales sobre retenci¨®n, detenci¨®n, identificaci¨®n, etc¨¦tera. La l¨®gica pol¨ªtica auton¨®mica de dos de los socios parlamentarios del Gobierno ¡ªERC y Bildu¡ª ha chocado con la l¨®gica de PSOE, Unidas Podemos y PNV de revisar multitud de aspectos de una ley concebida en caliente por parte del PP para frenar y castigar de forma preventiva movilizaciones pol¨ªticas y sociales en la calle. Esta frustrante incapacidad negociadora deja en entredicho la flexibilidad de los partidos de izquierda (la iniciativa legislativa fue del PNV) y delata una escasa percepci¨®n de la relevancia pol¨ªtica que buena parte de su electorado atribuye a esa reforma. La repetida promesa de revertir los aspectos m¨¢s regresivos, tras renunciar a una originaria y remota derogaci¨®n, se fundaba en haber nacido contra movilizaciones sociales que tensaron hasta el l¨ªmite la tolerancia democr¨¢tica del Gobierno de Rajoy.
Las discrepancias est¨¢n centradas en cuatro puntos, pero sobre todo uno. La exigencia de prohibir las pelotas de goma por parte de ERC y Bildu parece haber sido la causa que da al traste con la reforma negociada desde hace m¨¢s de un a?o. El Gobierno desaprovecha as¨ª una oportunidad para reforzar la cohesi¨®n interna en momentos en que las grietas se han hecho demasiado visibles, sobre todo a prop¨®sito de la ley del solo s¨ª es s¨ª, y renunciar a seguir el mismo signo positivo que ha significado la reciente aprobaci¨®n de la reforma de las pensiones. El hecho de que para ERC y Bildu las pelotas de goma fuesen un elemento de negociaci¨®n caliente se explica porque la sucesi¨®n de accidentes graves en Catalu?a y Euskadi, donde hubo un fallecido y varias personas perdieron un ojo o la visi¨®n a causa de esos proyectiles, condujeron a legislar sobre su uso restringido: la Ertzaintza desde 2012 y los Mossos d¡¯Esquadra desde 2014 las han sustituido por bolas de foam, material algo m¨¢s el¨¢stico y de efectos menos lesivos.
No es f¨¢cil explicar pol¨ªticamente que las mismas personas que compartieron los motivos de muchas de las movilizaciones en la calle que llevaron al PP a endurecer la ley sean incapaces hoy desde sus esca?os en el Congreso de los Diputados de revertir la situaci¨®n y reformar la vigente ley mordaza.
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