Las disputas de las izquierdas por las pelotas de goma ponen al filo del fracaso la reforma de la ¡®ley mordaza¡¯

Era una de las grandes promesas del Gobierno de coalici¨®n, un compromiso personal del propio Pedro S¨¢nchez que ratific¨® en el 40? congreso del PSOE, celebrado en Valencia en octubre de 2021. ¡°Avanzaremos poniendo punto y final a leyes como la ley mordaza¡±, proclam¨® entonces el presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas al avanzar entonces los que ser¨ªan los pr¨®ximos hitos del Ejecutivo como la ley de eutanasia, la subida del salario m¨ªnimo, el ingreso m¨ªnimo vital o la reforma de las pensiones. Si en un principio S¨¢nchez y su partido se plantearon una derogaci¨®n, que finalmente mut¨® en reforma, las disputas de los ¨²ltimos meses entre los cuatro partidos de izquierda ¨DPSOE, Unidad Podemos, ERC y EH Bildu¨D por el alcance de la reforma han puesto al filo del fracaso un proceso que hab¨ªa impulsado el PNV. El principal escollo ha resultado ser unos objetos cuyo peso no llega a los 100 gramos y tienen un di¨¢metro menor a los seis cent¨ªmetros: las pelotas de goma que utilizan los polic¨ªas para hacer frente a los altercados callejeros.

Fuentes de la direcci¨®n parlamentaria de ERC explicaron este jueves que observan muchas m¨¢s posibilidades de que salga adelante la ley de vivienda ¨Den la que tambi¨¦n hay discrepancias entre los partidos de la izquierda¨D que la reforma de la ley mordaza, y han avanzado que su ¨²nica duda es si tumbar¨¢n esta ¨²ltima el pr¨®ximo martes, durante la comisi¨®n parlamentaria en la que se votar¨¢ si pasa al pleno, o esperar¨¢n al este ¨²ltimo, que a¨²n no tiene fecha. La ministra de Hacienda socialista, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, ha concedido tambi¨¦n este jueves que el Gobierno da m¨¢s prioridad a la ley de vivienda que a la ley mordaza, bajo el argumento de que tiene m¨¢s trascendencia e importancia para la gente y, en particular, para los j¨®venes. El ¨²ltimo encuentro de trabajo entre estas seis formaciones ¨DPSOE, Unidas Podemos, PNV, ERC, EH Bildu y Junts¨D, celebrado este martes y que dur¨® poco m¨¢s de media hora, finaliz¨® con las posiciones igual de enconadas, pese a que los tres primeros partidos presentaron sendos textos alternativos para los cuatro art¨ªculos que tienen encallada la negociaci¨®n. La propuesta fue rechazada por las otras tres, seg¨²n coinciden varias fuentes conocedoras del encuentro.

Fue un fracaso anunciado a la vista de las grandes diferencias en varios puntos que, desde el inicio de las negociaciones, manten¨ªan los seis partidos que defend¨ªan cambiar la norma. Soobre todo, en el uso del las pelotas de goma. El PSOE part¨ªa de la enmienda que present¨® en su d¨ªa, junto con Unidas Podemos, y que no contemplaba ning¨²n recorte en el material antidisturbios. Aquel texto recog¨ªa como novedad la obligaci¨®n por parte de ¡°las autoridades competentes¡± ¨Den referencia al Ministerio del Interior y los gobiernos aut¨®nomos que tienen transferidas las competencias en materia de seguridad ciudadana¨D de elaborar ¡°protocolos espec¨ªficos de acuerdo con los est¨¢ndares internacionales¡± sobre el uso de la fuerza y el empleo de material antidisturbios para ¡°utilizar siempre los medios menos lesivos para las personas y evitando aquellos que causen lesiones irreparables¡±.

Por su parte, ERC incluy¨® en sus enmiendas un punto para que las pelotas de goma quedasen ¡°expresamente¡± prohibidas. Una postura que reafirm¨® en abril del a?o pasado, cuando entreg¨® a los otros cinco grupos parlamentarios partidarios de la reforma un documento con 11 modificaciones de la ley que la formaci¨®n nacionalista considera irrenunciables para que sus diputados votasen a favor de una futura reforma. Entre ellos estaba el fin de este material. EH Bildu tambi¨¦n mostr¨® desde el inicio una posici¨®n de firmeza para acabar con ellas, al igual que Junts, que recalcaba que, en Catalu?a, los Mossos d¡¯Esquadra dejaron de utilizarlas en 2014 y fueron sustituidas por proyectiles de foam, un material viscoel¨¢stico sobre el papel menos lesivo.

Por su parte, el PNV planteaba seguir el modelo que adopt¨® el Ejecutivo vasco tras la muerte, el 5 de abril de 2012, del seguidor del Athletic de Bilbao ??igo Cabacas tras recibir en la cabeza el impacto de uno de estos proyectiles durante los incidentes tras un partido de f¨²tbol. Aquel suceso se sald¨® en el ¨¢mbito judicial con la condena a dos a?os de c¨¢rcel por homicidio imprudente del mando de la Ertzaintza que dirigi¨® el operativo, y en lo policial, con severas restricciones al uso de las pelotas de goma. Desde entonces, estas no est¨¢n formalmente prohibidas, pero desde aquel suceso, hace m¨¢s de 10 a?os, la polic¨ªa auton¨®mica vasca no ha disparado ninguna y ha utilizado ¨²nicamente proyectiles de foam, como los mossos. El motivo es que el protocolo que se elabor¨® tras entonces fija que antes de disparar pelotas de goma, el mando de la Brigada M¨®vil (los antidisturbios) de la Ertzaintza al frente del operativo debe justificar su decisi¨®n y pedir autorizaci¨®n previa al viceconsejero de Interior.

Las posiciones de los partidos se mantuvieron sin movimientos hasta el pasado noviembre. Unidas Podemos, que en su momento se hab¨ªa alineado con el PSOE, plante¨® entonces incluir en la futura ley de seguridad ciudadana una disposici¨®n adicional para crear, ¡°en el plazo de seis meses¡± desde que saliera adelante la reforma, una comisi¨®n presidida por el Defensor del Pueblo con el mandato de elaborar ¡°un dictamen sobre la desaparici¨®n del material antidisturbios que pueda causar lesiones irreparables, incluyendo los proyectiles de caucho de energ¨ªa cin¨¦tica¡±, en referencia a las pelotas de goma. Esta propuesta a?ad¨ªa que las conclusiones del dictamen ser¨ªan implementadas dentro de un plazo de tiempo ¡°adecuado¡± que permitiese ¡°la transici¨®n, sustituci¨®n y formaci¨®n para el uso de nuevos materiales [antidisturbios]¡±. La propuesta, sin embargo, no fue apoyada por el resto de las fuerzas.

El siguiente paso se di¨® el pasado 1 de febrero, coincidiendo con la ¨²ltima reuni¨®n de la ponencia que elaboraba el texto, PSOE, Unidas Podemos y PNV presentaron al resto de fuerzas una nueva propuesta para superar el escollo. En concreto, los socialistas se abrieron por primera vez a introducir en la norma una disposici¨®n adicional sobre ¡°gesti¨®n policial y material antidisturbios¡± que determinase que el Ministerio del Interior deb¨ªa elaborar ¡°un estudio sobre el empleo del material antidisturbios¡±. En ning¨²n momento se citaba expresamente las pelotas de goma ni se apuntaba a que eso derivase, ni mucho menos, en una futura sustituci¨®n de las mismas por otros proyectiles de un material menos lesivo. El texto tampoco convenci¨® a ERC, EH Bildu y Junts, que se mantuvieron en la necesidad de prohibirlas o, en el caso de la fuerza de la izquierda abertzale, de que hubiera un compromiso m¨¢s expl¨ªcito, aunque fuera con una manifestaci¨®n p¨²blica del Gobierno, de eliminarlas en un futuro pr¨®ximo.

El ¨²ltimo episodio de la negociaci¨®n para cerrar las discrepancias sobre las pelotas de goma se produjo el pasado martes, en un discreto encuentro entre los seis partidos. De nuevo, PSOE, Unidas Podemos y PNV pusieron sobre la mesa una propuesta que, b¨¢sicamente, era similar a la anterior, aunque con algunas modificaciones. As¨ª, planteaban introducir en la exposici¨®n de motivos de la futura ley una alusi¨®n al material antidisturbios junto a una disposici¨®n adicional en el que se detallase que en la elaboraci¨®n de los protocolos para su uso, adem¨¢s de Interior, participar¨ªan ¡°expertos¡± y organizaciones de lo que el texto denomina ¡°sociedad civil¡±, en referencia a grupos como Amnist¨ªa Internacional, que ha mantenido encuentros con los partidos para realizar aportaciones a la ley. Adem¨¢s, la propuesta inclu¨ªa la instauraci¨®n de mecanismos para permitir identificar a los agentes antidisturbios que utilizasen este material. Pese a estos cambios, ERC, EH Bildu y Junts rechazaron la propuesta. El escollo, por tanto, sigue ah¨ª a solo unos d¨ªas de que la Comisi¨®n de Interior vote si env¨ªa el proyecto al pleno del Congreso o, definitivamente, lo entierra.