Los equilibrios de Scholz
Al canciller alem¨¢n se le acumulan las dificultades por sus diferencias con Macron y las desavenencias entre sus socios en el Ejecutivo
El que una reuni¨®n negociadora del Gobierno de coalici¨®n de Alemania se prolongara hace unos d¨ªas durante 30 horas da una imagen precisa de las dificultades con las que se est¨¢ encontrando el canciller, Olaf Scholz, para mantener la unidad entre las fuerzas que gobiernan el pa¨ªs desde finales de 2021. Aunque en p¨²blico el jefe de Gobierno niegue repetidamente que las crecientes desavenencias entre el Part...
El que una reuni¨®n negociadora del Gobierno de coalici¨®n de Alemania se prolongara hace unos d¨ªas durante 30 horas da una imagen precisa de las dificultades con las que se est¨¢ encontrando el canciller, Olaf Scholz, para mantener la unidad entre las fuerzas que gobiernan el pa¨ªs desde finales de 2021. Aunque en p¨²blico el jefe de Gobierno niegue repetidamente que las crecientes desavenencias entre el Partido Socialdem¨®crata (SPD), Los Verdes y los liberales del FDP signifiquen que la coalici¨®n ha entrado en crisis, lo cierto es que los socios del SPD cada vez adoptan posiciones m¨¢s duras a la hora de expresarse sobre cuestiones fundamentales como la profunda transformaci¨®n econ¨®mica y energ¨¦tica en la que se ha embarcado Alemania o las reglas fiscales. La gran fisura se plantea entre la aceleraci¨®n de la transici¨®n hacia una econom¨ªa descarbonizada, deseada por Los Verdes, y la estabilidad fiscal defendida a toda costa por el FDP. El gasto p¨²blico es el gran tel¨®n de fondo, pero no solo, de esa batalla.
Alemania tiene una larga tradici¨®n de gobiernos de coalici¨®n que, en ocasiones, ha incluido a los dos grandes partidos de centroderecha y centroizquierda (la m¨¢s reciente fue entre 2013 y 2021, bajo la presidencia de Angela Merkel). Desde la instauraci¨®n de la Rep¨²blica Federal en 1949 solo ha habido un periodo relativamente largo, entre 1960 y 1961, en el que el Gobierno, con Konrad Adenauer, fue monocolor. Puede decirse que la coalici¨®n es una forma de gobierno natural en Alemania, lo que no ha excluido fuertes tensiones, rupturas dram¨¢ticas e incluso traiciones. Y revela la enorme complejidad de hacer pol¨ªtica entre fuerzas que tienen objetivos que difieren y la obligaci¨®n de responder ante electorados con exigencias distintas.
Scholz se enfrenta a enormes retos: la crisis global generada por la pandemia y remachada por la guerra de Ucrania con su a?adido energ¨¦tico, pero tambi¨¦n el ascenso del populismo (el triunfo de Meloni en Italia es una se?al inquietante) y cuestiones de pol¨ªtica interna como seguridad o prestaciones sociales. Los liberales han encadenado varias derrotas en elecciones locales, y las bases del partido presionan a su l¨ªder, el ministro de Econom¨ªa Christian Linder, para que sea m¨¢s agresivo frente a los planteamientos de los ecologistas, que buscan una transformaci¨®n verde de la econom¨ªa y la industria. Las tensiones afectan a asuntos cruciales de pol¨ªtica europea, desde la ayuda militar a Ucrania hasta la propuesta de reforma del Pacto de Estabilidad, el tope al gas o la prohibici¨®n de los coches de combusti¨®n. Scholz tiene adem¨¢s un problema a?adido: el eje francoalem¨¢n, tradicional motor de la UE, est¨¢ gripado con profundas diferencias entre el canciller y Macron. Tanto ah¨ª como sobre todo en clave interna ¡ªcon las contradicciones en la coalici¨®n cada vez m¨¢s visibles¡ª, Scholz est¨¢ obligado a buscar equilibrios cada vez m¨¢s dif¨ªciles.