Macron y Scholz intentan recomponer la maltrecha relaci¨®n franco-alemana
El presidente franc¨¦s y el canciller germano, tras aplazar una cumbre bilateral clave, se emplazan en un almuerzo a estrechar la cooperaci¨®n en energ¨ªa, defensa e innovaci¨®n
Era un almuerzo para decirse las cosas a la cara, ponerlo todo sobre la mesa, comenzar a recomponer una relaci¨®n que, como otras veces en la historia, tiene sus altibajos. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, y el canciller alem¨¢n, Olaf Scholz, se conjuraron este mi¨¦rcoles en Par¨ªs para acercar posiciones en terrenos clave para Europa como la energ¨ªa, la defensa y la innovaci¨®n espacial.
Macron y Scholz, en realidad, habr¨ªan tenido que reunirse durante todo el d¨ªa acompa?ados de sus ministros en el castillo de Fontainebleau, al sur de Par¨ªs. Este era el programa hasta que, hace una semana, Par¨ªs y Berl¨ªn anunciaron inesperadamente que el consejo de ministros franco-alem¨¢n se suspend¨ªa por falta de acuerdo en asuntos clave. Se decidi¨® aplazarlo, en principio, hasta enero.
En vez de una reuni¨®n de ministros bilateral, una comida en petit comit¨¦. En vez de pomposas declaraciones conjuntas; de proclamas ambiciosas sobre el futuro de Europa y acuerdos de alcance sobre la econom¨ªa, la energ¨ªa o la defensa, y de la tradicional rueda de prensa final de ambos l¨ªderes entre sonrisas y se?ales de complicidad, un breve comunicado y un mensaje en la red social Twitter. Nada m¨¢s. Ni rueda de prensa ni declaraciones de amistad eterna.
¡°Fue una conversaci¨®n muy buena e importante la de hoy, sobre el suministro energ¨¦tico europeo, sobre el aumento de los precios y los proyectos conjuntos de armamento¡±, escribi¨® Scholz en Twitter. ¡°Alemania y Francia est¨¢n estrechamente unidos y afrontan juntos los desaf¨ªos¡±, a?adi¨®.
El palacio del El¨ªseo, en un comunicado, explic¨® que Macron y Scholz ¡°abordaron varios aspectos estrat¨¦gicos de la relaci¨®n bilateral para avanzar en una agenda conjunta de soberan¨ªa, reindustrializaci¨®n y descarbonizaci¨®n en Europa¡±. Sobre la energ¨ªa, ¡°reafirmaron el apego al principio de la solidaridad entre ambos pa¨ªses y a escala europea¡± y su compromiso con la reducci¨®n de emisiones de gases de efecto invernadero. La lista de desacuerdos en las ¨²ltimas semanas en este terreno es larga, desde el gasoducto MidCat al l¨ªmite para los precios del gas.
El presidente y el canciller hablaron de la Europa de la defensa, seg¨²n el El¨ªseo, uno de los or¨ªgenes del desencuentro actual debido al escudo antimisiles que impulsa Alemania y cuya necesidad Francia cuestiona. Tambi¨¦n trataron de la pol¨ªtica espacial europea y la pr¨®xima visita del canciller a China.
El trabajo ser¨¢ laborioso. Que el almuerzo terminase sin ning¨²n acuerdo firme ni anuncio o foto pensados para dar titulares, evidencia que el objetivo era sobre todo curar las heridas, recomponer los platos rotos. Lo que sucedi¨® la semana pasada, el aplazamiento del consejo de ministros bilateral, fue un gesto inusual: una manera para Francia, la anfitriona, de se?alar la impaciencia con una Alemania que, como dijo Macron en la cumbre europea de la semana pasada, corre el riesgo de ¡°aislarse¡± en la UE.
Hay una sensaci¨®n de agravio en Par¨ªs respecto a Berl¨ªn. Como si los franceses esperasen m¨¢s de la relaci¨®n con una Alemania cambiante que, desde la invasi¨®n rusa de Ucrania en febrero, ha superado su alergia hist¨®rica al gasto militar, ha visto hundirse la ilusi¨®n de que Rusia ser¨ªa un proveedor fiable de energ¨ªa, y se replantea su lugar en Europa y el mundo.
La guerra a las puertas de la Uni¨®n Europea, al mismo tiempo, siembra dudas sobre el motor o pareja franco-alemana. Ni Berl¨ªn ni Par¨ªs, al contrario que sus socios de Europa central y oriental, vieron llegar la invasi¨®n y los cr¨ªmenes de Vlad¨ªmir Putin, a quien agasajaron casi hasta el ¨²ltimo momento y con quien mantienen un canal de di¨¢logo abierto. Tampoco son Berl¨ªn ni Par¨ªs, sino Washington, quien lleva el peso de la ayuda militar a Kiev. La autoridad de ambas potencias para liderar Europa se ha visto mermada.
El almuerzo de este mi¨¦rcoles dur¨® tres horas y participaron Macron, Scholz y sus colaboradores m¨¢s cercanos. Despu¨¦s, estos ¨²ltimos dejaron a los mandatarios solos durante 20 minutos, frente a frente, sin intermediarios. El presidente franc¨¦s, que desarroll¨® una relaci¨®n de confianza e incluso admiraci¨®n con la canciller Angela Merkel, no ha logrado conectar con su sucesor. Necesitaban hablarse a solas, conocerse mejor.
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