Lula en Europa
El viaje a Portugal y Espa?a del presidente de Brasil ratifica el regreso del gigantesco pa¨ªs al multilateralismo internacional
La primera visita oficial de Luiz In¨¢cio Lula da Silva a Europa, cuatro meses despu¨¦s de acceder a la presidencia del pa¨ªs, ha ratificado el regreso program¨¢tico al multilateralismo internacional que el pa¨ªs abandon¨® bajo la presidencia del ultraderechista Jair Bolsonaro. En la cuidada coreograf¨ªa dise?ada para transmitir al mundo el regreso de Brasil a la primera l¨ªnea de la diplomacia, Lula estuvo en Buenos Aires, Washington y Pek¨ªn antes de viajar a la Uni¨®n Europea y dedicar cinco d¨ªas a Portugal y Espa?a. El aislamiento internacional de la etapa Bolsonaro ha quedado enterrado mientras pesan numerosas acusaciones sobre el expresidente, tras el asalto a las instituciones del Estado perpetrado por sus partidarios una semana despu¨¦s del acceso al poder de Lula. El desaf¨ªo pol¨ªtico actual del presidente va m¨¢s all¨¢ de vencer esa resistencia ultra a la democracia y restituir la institucionalidad perdida. El objetivo es revertir las pol¨ªticas que empobrecieron a gran parte de la poblaci¨®n y asumir la lucha clim¨¢tica como prioridad de su mandato.
Lula ha utilizado su presencia en territorio europeo para defender la posici¨®n neutral de Brasil sobre la guerra de Ucrania tras una dura pol¨¦mica con EE UU y la UE, sin que eso signifique modificarla: ha insistido en la condena de la invasi¨®n rusa, pero ha reiterado la necesidad de buscar una dif¨ªcil salida dialogada al conflicto. La sinton¨ªa pol¨ªtica e ideol¨®gica socialdem¨®crata entre Lula y los gobiernos de Costa y S¨¢nchez hace m¨¢s visibles las discrepancias sobre la guerra en Ucrania. La calculada ambig¨¹edad de Lula ha servido para condenar la invasi¨®n rusa, pero reprobar el env¨ªo de armas para la defensa de Ucrania, y a la vez entender que la distancia geogr¨¢fica a la que se encuentra Brasil permite ver de otro modo la amenaza expansionista que ha exhibido Putin. La defensa de Lula de la paz liderada por varios pa¨ªses neutrales con Brasil a la cabeza es el punto fuerte de un dif¨ªcil plan con muchos flancos abiertos y aun con una ¡°ingenier¨ªa¡±, como explica hoy Lula en estas p¨¢ginas, por concretar.
El n¨²cleo del discurso de Lula sirve de recordatorio a Occidente de que buena parte del llamado Sur Global no desea verse arrastrado a elegir bando en el pulso EE UU-China. En el nuevo orden global que se dibuja en el futuro resulta inobjetable que los pa¨ªses no alineados y neutrales dispongan de un papel propio sin que los intereses de las grandes potencias asfixien la creciente relevancia de India o el mismo Brasil. Tanto Nueva Delhi como Brasilia se mueven para posicionarse como referentes de esa constelaci¨®n de pa¨ªses, m¨¢s relevante que el grupo de los 77 de la Guerra Fr¨ªa. Lula dispone de activos personales como su carisma y las relaciones tejidas en su larga trayectoria pol¨ªtica, as¨ª como de la ventaja de liderar un pa¨ªs que no despierta especiales recelos o animosidades y que cuenta con importantes recursos naturales. En esa acci¨®n, se enfrenta a la necesidad de defender una autonom¨ªa cre¨ªble mientras el lazo econ¨®mico con China se profundiza con fuerza.
La visita de Lula y su encuentro de ayer con S¨¢nchez proyect¨® la esperanza de una lucha conjunta contra el cambio clim¨¢tico como convicci¨®n profunda y compartida, a la vez que desprendi¨® un optimismo palpable sobre las posibilidades de ratificaci¨®n del acuerdo comercial Mercosur-UE, atascado hace a?os y con m¨²ltiples problemas todav¨ªa pendientes de soluci¨®n. La presidencia espa?ola de la Uni¨®n Europea a partir de julio puede ser la palanca necesaria para ello.
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