Ciudades y pueblos en obras

Me sorprende que no se haya convertido en motivo de debate la repentina restauraci¨®n de calles y plazas que se est¨¢ llevando a cabo a toda prisa en todos los municipios del pa¨ªs. Una carrera a la que se han sumado la mayor¨ªa de los ayuntamientos a pocos meses de las elecciones municipales. Como si una fachada reci¨¦n pintada pudiera ocultar el hedor que sale por las ventanas de una legislatura inaprovechada. Cada ma?ana, cuando miro por la ventana del bus esas calles reci¨¦n asfaltadas o adoquinadas, me pregunto qu¨¦ hubiera pasado si ese dinero se hubiera destinado a reformar el centro de salud de mi barrio, cada d¨ªa m¨¢s inh¨®spito y anticuado. Qu¨¦ hubiera pasado si se hubiera invertido en acondicionar mejor las aulas de las escuelas p¨²blicas. Y, efectivamente, lo que hubiera pasado es que solo unos pocos ver¨ªan la gran haza?a. Nadie podr¨ªa comentar ¡°lo bonito que est¨¢n dejando el pueblo o la ciudad¡±, porque arreglar la casa por dentro no era una opci¨®n. Puede hasta caerse a trozos que, mientras la fachada quede reluciente, no pasar¨¢ nada.

Laura Manzano Callej¨®n. Murcia

Agua

En el lugar donde vivo nos tomamos muy en serio la falta de agua. Tanto es as¨ª que el santo remedio para atraer las lluvias es bajar a San Roque al r¨ªo a lavarle la cara. Ante el seco panorama que nos espera en los pr¨®ximos meses, siguen sorprendiendo noticias que inundan la actualidad como la de que la Junta de Andaluc¨ªa haya solicitado al Gobierno que abra embalses, en plena sequ¨ªa, para que los peregrinos rocieros puedan bautizarse, tal y como manda la tradici¨®n. Basta ya de juegos. Asumamos de una vez que nos quedamos sin agua. Hemos tenido el abril m¨¢s seco desde que hay registros y todo augura que tendremos un verano muy duro. Cuidemos el agua. Nuestra vida depende literalmente de ello.

Ana Iglesias Calvi?o. Ponte Caldelas

La vida sin filtros

Ayer muri¨® mi perra. El dolor es tan profundo que me asusta porque lo cubre todo. Es tan hondo que solo puedo sentarme a llorar y pensar en la p¨¦rdida, el amor por los dem¨¢s o la muerte. La pena me ha anclado a lo que de verdad importa. Ella me lo dio todo, yo casi. Me arrepiento del tiempo robado en nuestros paseos mientras yo miraba el m¨®vil, de perderme en pantallas absurdas cuando respiraba junto a mi pecho. No voy a perder m¨¢s tiempo, quiero una vida sin filtros. Gracias Nube.

Mar Rey Abad. Arona (Santa Cruz de Tenerife)

Carnaval en Mayo

El Carnaval no termin¨® en Febrero, sino que ha tenido una delirante prolongaci¨®n en Mayo. Y no ha ocurrido en Venecia, sino en Londres. La hortera verbena de disfraces, de veh¨ªculos, de caballos, de rid¨ªculos sombreros que incitan a la carcajada, de desfiles militares, nos remiten no solo a otros tiempos, sino casi a otro planeta. Cuesta trabajo creer que prestemos atenci¨®n a semejante espect¨¢culo sonrojante. Sabemos que la Monarqu¨ªa sin boato ni ceremonias deja de ser m¨ªnimamente interesante y que ha de apoyarse en esta endeble plataforma para suscitar algo de atenci¨®n; ahora bien ser¨ªa seguramente deseable que tratara de variar algo el teatrillo para que la opini¨®n p¨²blica evitara un poco el bochorno y la verg¨¹enza ajena de este circo infumable.

Enrique Ramos Bujalance. Madrid