¡®Guerra y paz¡¯ en Ucrania
Frente a la b¨²squeda de razones hist¨®ricas, pol¨ªticas y hasta psicol¨®gicas del actual conflicto, siguen teniendo relevancia las reflexiones de la novela de Tolst¨®i
¡°?Qu¨¦ fuerza produce el movimiento de los pueblos?¡±, se pregunta Tolst¨®i en el ep¨ªlogo de Guerra y paz y, al tener en mente las guerras de su ¨¦poca, explica las consecuencias de toda guerra: ¡°Cantidades inmensas de campos se dejan sin labrar, se queman las casas, el comercio cambia de direcci¨®n, se arruinan millones de personas, otras se enriquecen, otras tantas tienen que emigrar y millones de cristianos, que profesan la ley del amor al pr¨®jimo, se dan muerte unos a otros¡±. Su novela ¨¦pica, por encima de su rico y entramado argumento y sus personajes inolvidables, busca explicar precisamente c¨®mo durante los conflictos b¨¦licos la vida contin¨²a, y c¨®mo incluso hace cristalizar los valores y las prioridades. ¡°?C¨®mo es posible que no haya visto antes este cielo tan alto?¡±, exclama gravemente herido Andr¨¦i Bolkonski, que en la novela de Tolst¨®i se va a la guerra para ¡°salvarse de la vida¡±, esta vida cuyo valor descubre justo cuando est¨¢ expuesto a perderla, en el campo de batalla donde el ej¨¦rcito ruso se enfrentaba a Napole¨®n.
En este libro, el conde Lev Nikol¨¢yevich (Tolst¨®i era el ¨²nico realmente rico entre los cl¨¢sicos rusos) reflexiona que cada uno de los seres humanos vive para s¨ª mismo intentando construir libremente su destino individual, pero a otro nivel, el de las pol¨ªticas estatales o nacionales, servimos como ¡°el objetivo de la historia¡±, donde ya nuestra posibilidad de decidir o de escapar es muy limitada, si no nula. Hay pa¨ªses y zonas del mundo donde esto es m¨¢s palpable: las tierras de los eslavos orientales ¡ªRusia, Ucrania, Bielorrusia¡ª son algunas de ellas. Mientras muchos j¨®venes ucranios no dudan en participar en la defensa de Ucrania incluso si esto supone alistarse a las filas, porque de esto depende el existir de su patria, la mayor¨ªa de los reclutas rusos ¡ªo los que podr¨ªan llegar a serlo si les movilizaran¡ª no se identifican con los objetivos de Putin y quieren rehuir la guerra.
Tolst¨®i form¨® parte del Ej¨¦rcito ruso, ya que Rusia tambi¨¦n en su ¨¦poca ten¨ªa diversos frentes b¨¦licos abiertos. Relatos de Sebastopol (1856), una de sus obras primerizas, se basa en esta experiencia, concretamente en el conflicto que el imperio ruso ten¨ªa con el Reino Unido y Francia, defendiendo esta regi¨®n de la pen¨ªnsula de Crimea. Sebastopol, una apetecible ciudad portuaria, con su pasado griego y bizantino, t¨¢rtaro y eslavo, es tambi¨¦n una de las regiones cuyo estatus es discutido en el actual conflicto ruso ucraniano. Es donde Rusia tiene su base naval de anta?o y sigue administrando la ciudad, hecho que Ucrania y la comunidad internacional ahora consideran ilegal, lo mismo que para el resto de la pen¨ªnsula de Crimea. Pero Sebastopol es uno de los lugares que solo puede pertenecer a s¨ª mismo. Su situaci¨®n geogr¨¢fica y su demasiado convulsa historia explican por qu¨¦ muchos de sus habitantes escoger¨ªan que, m¨¢s all¨¢ de las cuestiones nacionales, tanto Rusia como Ucrania los dejen vivir en paz a la orilla del mar Negro, con su c¨¢lido clima y buena industria alimentaria, que antes de la guerra atra¨ªan a muchos turistas. Para explicarlo, las estad¨ªsticas no son suficientes, y es probable que las diferentes etnias que siguen viviendo aqu¨ª ¡ªlos rusos representan dos terceras partes de la poblaci¨®n, una tercera los ucranios, aparte de las comunidades minoritarias de bielorrusos, t¨¢rtaros, armenios, jud¨ªos, moldavos y azerbaiyanos¡ª coincidan con las palabras de Tolst¨®i: ¡°Dejad atr¨¢s la barricada y entrar¨¦is en el barrio m¨¢s animado, m¨¢s bullicioso de la poblaci¨®n; aqu¨ª, mercaderes, mujeres tocadas con sombreros o pa?uelos, oficiales; todo os demuestra el valor, la confianza, la seguridad de los habitantes¡±.
El novelista tambi¨¦n dej¨® impronta sobre la pol¨ªtica invasora rusa, que entend¨ªa como una realidad que ni siquiera contradec¨ªa. En general, si se recorren grandes textos de autores rusos, se nota que la visi¨®n centralista de Moscovia, profesada ampliamente por Putin, estaba integrada por pr¨¢cticamente todos, como si fuera algo dado, inscrito en un destino que no se puede cambiar. Pero la tr¨¢gica novedad en esta guerra es que se desenvuelve entre pueblos que realmente ¡ªsolo hasta febrero de 2022¡ª pod¨ªan considerarse hermanos. Los rusos y los ucranios comparten or¨ªgenes culturales e incluso mayoritariamente la misma confesi¨®n religiosa del cristianismo ortodoxo. El triste balance desde que Rusia empez¨® la guerra en Ucrania, aparte de la terrible cifra de las v¨ªctimas, es un odio hacia todo lo ruso que en adelante ir¨¢ atravesando generaciones de ucranios.
Ante semejante escenario, y frente a las noticias que buscan dar razones hist¨®ricas, pol¨ªticas y hasta psicol¨®gicas de la actual guerra, emergen otra vez las reflexiones de Tolst¨®i, que en el ep¨ªlogo de su Guerra y paz concluye: ¡°?C¨®mo es posible que millones de seres humanos lleven a cabo cr¨ªmenes colectivos, guerras, matanzas, etc¨¦tera? (...) El movimiento de los pueblos no lo produce el poder ni la actividad intelectual, sino la actividad de todas las personas que toman parte del acontecimiento y que siempre se agrupan de tal modo que quienes participan de forma m¨¢s directa en el acontecimiento cargan con la menor responsabilidad, y al rev¨¦s¡±.
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