Saturno devorando a Feij¨®o
Tanto la derecha como la izquierda exhiben pulsiones suicidas en una campa?a sorprendente
Las campa?as sol¨ªan consistir en buscar apoyos para uno mismo, pero la que estamos contemplando arrastra unas pulsiones suicidas bastante sorprendentes. En ambos lados.
Veamos lo que ocurre a la derecha. Explotado ya el asunto de Bildu hasta la desmesura y cuando el propio Feij¨®o apela a ¡°cambiar de conversaci¨®n¡±, la presidenta Ayuso ha decidido dar un paso m¨¢s hasta desafiar su autoridad y poner en contra a las propias v¨ªctimas. Asegura que ETA est¨¢ viva, insiste en la ilegalizaci¨®n de Bildu en contra de la propia Constituci¨®n y, mientras lucha por esa mayor¨ªa absoluta que aspira a conseguir mordiendo a Vox, muerde al propio l¨ªder nacional que ella misma apoy¨® cuando necesit¨® quitarse de encima a Pablo Casado. Goya pint¨® todo esto en Saturno devorando a su hijo.
Y veamos lo que ocurre a la izquierda. Las buenas noticias acompa?aban al PSOE: la solvencia econ¨®mica, el protagonismo internacional y las medidas sociales preparaban el terreno para una campa?a potente y en positivo mientras el PP braceaba sin m¨¢s proyecto que derogar ¡°el sanchismo¡±. El programa del PP lo estaba escribiendo Pedro S¨¢nchez, en un empobrecimiento del principal partido de la oposici¨®n que solo subraya su propia debilidad. Todo pod¨ªa ir, decimos, razonablemente bien para el bloque gobernante.
Pero la izquierda parece haberse empe?ado en pegarse tiros en los pies. A la divisi¨®n del conglomerado a la izquierda del PSOE, con el bochornoso espect¨¢culo de ver a Yolanda D¨ªaz apoyando siglas que rivalizan entre s¨ª, le sigui¨® el desastre de Bildu. Incluir asesinos y terroristas en sus listas es tan legal como hacerlo con violadores o maltratadores que ya hayan cumplido su condena, pero ha sido un inmenso regalo a la derecha. En los primeros d¨ªas, al PSOE le falt¨® mostrar empat¨ªa y reaccionar. Y cuando al fin lo hizo, la autopista improvisada por el PP para utilizar electoralmente el regalo de Bildu ya ten¨ªa el asfalto reluciente. Imposible volver ya a la penosa carretera nacional, dar marcha atr¨¢s. El ¨²ltimo resbal¨®n llega de la mano de Garc¨ªa-Page, un bar¨®n con tanta autocomplacencia que exhibe hasta lo m¨¢s deplorable sin complejos. Qu¨¦ malas son las mayor¨ªas absolutas. Escucharle decir que su hija aprende la teor¨ªa del cuerpo humano mientras su hijo se ocupa de la pr¨¢ctica y que la alcaldesa de Talavera de la Reina lo seguir¨¢ siendo ¡°hasta que la case¡± es un castigo a los o¨ªdos. ?El PSOE era esto?
Y queda una semana de campa?a. Seguiremos.
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