Del sanchismo a la quijotizaci¨®n del PP

Un fantasma recorre Twitter: el fantasma del sanchismo. El t¨¦rmino articula toda la campa?a del PP y aparece como hashtag en cualquier tuit del partido, de los miembros de su Gobierno, de sus afiliados y de medios y periodistas afines. Pones ¡°sanchismo¡± en Twitter y se desata el apocalipsis pol¨ªtico: resucita ETA, el autoritarismo nos gobierna y el despilfarro se desata. Esa es la raz¨®n por la que el Partido Popular ha dise?ado una campa?a pol¨ªtica que, a falta de ideas, se articula en un solo eslogan: derogar el sanchismo.

Y eso, ?en qu¨¦ consiste exactamente? El PP nos lo aclara a golpe de tuit: ¡°Abolir pol¨ªticas del Gobierno de S¨¢nchez que: han lastrado nuestra econom¨ªa, han dividido a la sociedad, han debilitado nuestras instituciones¡±.

A simple vista, podr¨ªa parecer torpe que el PP se agarrara precisamente al lastre de la econom¨ªa cuando los datos de la Agencia Tributaria arrojan una mejora generalizada en el mercado laboral. A la unidad de Espa?a, despu¨¦s de que lo m¨¢s duro del proceso independentista de Catalu?a haya quedado atr¨¢s con el Gobierno del PSOE y al debilitamiento de las instituciones, tras cuatro a?os y medio de bloqueo de la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial por parte del PP.

Con esto no quiero decir que el Gobierno de Pedro S¨¢nchez no merezca cr¨ªticas, sino que la propaganda de los populares, en este momento, est¨¢ llevando el debate a un terreno donde la realidad no le da la raz¨®n. Ni falta que le hace, me explicar¨ªa su director de campa?a, porque el sanchismo es solo un eslogan y como tal no necesita formar parte de la experiencia cotidiana de las personas. Al contrario, tiene que imponerse en el mundo abstracto de los deseos y las emociones.

El problema es que eso que literariamente llamamos fantas¨ªa se convierte en rancio populismo en el terreno pol¨ªtico, que abona quien intenta ganar apelando a un imaginario abstracto que se puede construir con independencia de lo real. ?Son molinos? ?No! Son nuestros enemigos, a¨²lla el PP.

Me hace gracia que el sanchismo, una tendencia tan espa?ola y en cierto modo cervantina, se haya recuperado en pol¨ªtica por un PP cada d¨ªa m¨¢s estirado y quijotizado. Recordar¨¢n que entre el pr¨¢ctico y representante del pueblo llano Sancho Panza y el hidalgo Don Quijote, sucede que a medida que progresa la acci¨®n el uno se va sanchificando mientras que el otro se va quijotizando.

Y ahora resulta que el esbelto Pedro S¨¢nchez, tan europeo y tan deportista, tan vago anta?o en sus propuestas, se est¨¢ sanchificando. A S¨¢nchez la covid-19 le ha ense?ado a tratar con lo real y ahora no hay quien lo pare. Medidas concretas, mejor y peor paridas, en torno a una idea: justicia social. El ingreso m¨ªnimo vital, la subida del salario m¨ªnimo interprofesional, la reforma laboral, el cine a dos euros para los pensionistas, el aval del 20% de la hipoteca para j¨®venes con rentas bajas o el pago de la mitad del interrail.

Mientras tanto, el PP, que siempre ha sido tan de la bolsa de la compra, tan de la hipoteca, tan del bolsillo cosido al coraz¨®n, resulta que se ha quijotizado. Alberto N¨²?ez Feij¨®o est¨¢ tirando tanto de fantas¨ªa que cualquier d¨ªa se aparece con una bac¨ªa en la cabeza.

Yo creo que deber¨ªan frenar un poco. No vaya a ser que los votantes se den cuenta de que su idea de Espa?a es que unos vayan en burro para que otros presuman de blanco corcel. Han de tener cuidado, porque como conviertan a S¨¢nchez en Sancho, est¨¢n perdidos.