Sabemos lo que hicisteis en la ¨²ltima legislatura

La campa?a electoral avanza sin mirar mucho el retrovisor para ver la actividad de las c¨¢maras cuyos esca?os est¨¢n en liza. Sin embargo, uno de los motivos por los que la ciudadan¨ªa decide el voto es el repaso de las acciones realizadas. Por este motivo, la rendici¨®n de cuentas es una de las piedras angulares de la democracia. Este art¨ªculo pretende arrojar luz a un aspecto poco observado: ?qu¨¦ y c¨®mo han legislado nuestros representantes en sus respectivos parlamentos?

Las 12 c¨¢maras que renuevan esca?os han aprobado en total 453 leyes, unas 37 de media cada una, por encima de la media del periodo democr¨¢tico para todas las autonom¨ªas (26). El Congreso, con muchas m¨¢s competencias, aprueba 158 leyes por legislatura de media. Si usted vota en Navarra, est¨¢ en la comunidad donde sus representantes son m¨¢s activos a la hora de legislar (106 leyes). Muy lejos aparecen tambi¨¦n en el podio Castilla-La Mancha (47) y Arag¨®n (40). Si vota en Extremadura (21) o Asturias (23), quiz¨¢ no sepa que sus c¨¢maras de representaci¨®n auton¨®mica son los farolillos rojos de la producci¨®n legislativa en esta legislatura. Le siguen de cerca Murcia (27), Madrid (28) y Canarias (28).

Un tercio de las 453 leyes aprobadas tienen que ver con Hacienda y financiaci¨®n, ocupando una buena porci¨®n las leyes de presupuestos. Las de desarrollo institucional son el segundo grupo m¨¢s numeroso (13%), seguidas de las leyes destinadas a grupos espec¨ªficos (10%): j¨®venes, mayores, mujeres, profesionales, v¨ªctimas, etc.

Aunque el Parlamento legisla, los ejecutivos suelen tener la iniciativa para presentar las leyes, y esto es as¨ª en todas las autonom¨ªas. No obstante, la prevalencia del Ejecutivo es mayor en Asturias, Arag¨®n y Madrid, con el 90% o m¨¢s de la iniciativa en el Gobierno. Por el contrario, en Murcia, Navarra, La Rioja y Extremadura alrededor del 35% de las leyes aprobadas son propuestas por los grupos parlamentarios.

No se deje llevar f¨¢cilmente por lo que vean sus ojos u oigan sus o¨ªdos; al menos, contr¨¢stelo con el dato siguiente. Estas leyes se han aprobado con un alto grado de apoyo: el 82% de votos afirmativos o abstenciones por t¨¦rmino medio en la ¨²ltima legislatura en las 12 c¨¢maras con elecciones. Esta es la t¨®nica dominante en la Espa?a de las autonom¨ªas desde 1980, aunque en el Congreso, por raro que parezca, el apoyo es mayor: por t¨¦rmino medio una ley se aprueba con un 90% de votos afirmativos o abstenciones, aunque la legislatura actual es la segunda que aprueba leyes con menos apoyos. Canarias, Cantabria y Arag¨®n son las comunidades donde sus representantes aprueban las leyes con m¨¢s votos favorables o abstenciones (alrededor del 90%). Por el contrario, en Valencia y Madrid se aprueban las leyes con m¨¢s representantes en contra (menos del 70% de apoyo).

Pero la prueba del algod¨®n del tono de nuestra pol¨ªtica viene dada por la capacidad de los grupos parlamentarios que apoyan a los gobiernos respectivos para incorporar a sus rivales en la construcci¨®n y aprobaci¨®n de una ley. Esta capacidad de inclusi¨®n no es rara, por mucho que parezca que la pol¨ªtica espa?ola es altamente conflictiva. En el conjunto de las autonom¨ªas para todo el periodo (1980-2023) la inclusividad se sit¨²a alrededor del 0,7, un dato que se inserta en una escala en la que el 0 indica que las leyes se aprueban solo con los votos del grupo (o grupos) que apoyan al Gobierno y el 1 se?ala que esos grupos incorporan a todos los rivales para que aprueben o, al menos, no se opongan a la ley. En el Congreso, entre 1977 y diciembre de 2022, la inclusividad es del 0,8.

Las autonom¨ªas que tienen elecciones en mayo de 2023 muestran un comportamiento variado. Si vota usted en Navarra, debe saber que sus parlamentarios son, hist¨®ricamente, los m¨¢s proclives al acuerdo y la inclusividad (0,81 en la legislatura actual). Cantabria, Asturias y Arag¨®n tambi¨¦n han mostrado una alta proclividad (alrededor del 0,75) a incorporar a los rivales en la gestaci¨®n y aprobaci¨®n de las leyes. Por el contrario, si vota en Madrid, sus parlamentarios han mostrado una baja inclinaci¨®n hacia el acuerdo (0,22), la negociaci¨®n y el pacto. Algo as¨ª, pero con menos intensidad, ocurre tambi¨¦n en La Rioja y Valencia.

Es ciertamente revelador que los representantes hayan desarrollado una cultura del acuerdo en su tarea legislativa, mucho mayor de la que cabr¨ªa esperar si ¨²nicamente nos fijamos en las trifulcas pol¨ªticas del d¨ªa a d¨ªa, pero declinante si lo comparamos con el comienzo de la democracia. Las diferencias en los grados de acuerdo constituyen un enigma que intentamos resolver de cara al futuro.