Podemos: mejor un paso atr¨¢s
La renuncia de Garz¨®n indica el camino para los dirigentes estrellados de una izquierda que cojea mientras la derecha se presenta fortalecida
Aprobado ya el primer curso de trumpismo, nos matriculamos en segundo, cuyo manual arranca as¨ª: los pucherazos lo son solo si perdemos; si ganamos, nos olvidamos.
Ayuso arroj¨® sombras en v¨ªsperas del 28-M sobre un supuesto pucherazo de Pedro S¨¢nchez que no debi¨® funcionar, puesto que el PP ha arrasado. Y ahora arroja sombras sobre un adelanto electoral que se produce en la primera fecha disponible y que ella (y Feij¨®o) atribuyen a un intento de que coincida con el ¨¦xodo vacacional. Poco deben fiarse de sus votantes si temen que van a abandonarles tan f¨¢cilmente por la hamaca, ajenos a la urgente causa del antisanchismo, mientras los de la izquierda resisten estoicamente los 40 grados para aferrarse al poder. Las artima?as no tienen l¨ªmites.
Lo cierto es que, m¨¢s all¨¢ de reprobar ahora la anticipaci¨®n de elecciones que el PP pidi¨®, comienza la pugna. Y que lo que encontramos a uno y otro lado no parecen partidos, sino universos creados en oposici¨®n al otro.
Las papeletas esta vez no ofrecen siglas, sino dos lemas: antisanchismo y antitrumpismo. El primero se construye para demoler las pol¨ªticas de la coalici¨®n y su programa electoral no puede ser m¨¢s f¨¢cil: dar marcha atr¨¢s. En memoria hist¨®rica, en vivienda, en la derogaci¨®n de la sedici¨®n, en la reforma de la malversaci¨®n y en impuestos. Las guerras culturales han pasado a primer plano y las pol¨ªticas europeas que han arrojado ingentes fondos de recuperaci¨®n, compromisos de transici¨®n energ¨¦tica y una modernizaci¨®n del papel de Espa?a en el mundo se heredar¨¢n sin alharacas. El segundo se construye para frenar la ola conservadora que intenta el revival en EE UU, que avanza en Europa y que en Espa?a adquiere ¡ªes verdad¡ª tintes trumpistas.
El combate va a ser fiero. Y es desigual. Mientras el PP comparece muy fortalecido tras ganar dos millones de votos y simula apartar a Vox, todos sabemos que cuenta con la ultraderecha en auge para consolidar su posici¨®n. Su muleta es de acero valyrio. El PSOE, por su parte, que perdi¨® m¨¢s de 400.000 votos el domingo, cojea sin algo equivalente. El hundimiento de Podemos convierte en una tarea dif¨ªcil la forja de ese nuevo espacio, Sumar, que no tendr¨¢ un gran entusiasmo por visibilizar a los dirigentes estrellados, que ni siquiera han comparecido a¨²n. El paso atr¨¢s de Garz¨®n, que renuncia a estar en las listas, se?ala el mejor camino para los dem¨¢s.
Antisanchismo contra antitrumpismo. Y muleta de acero valyrio frente a una cojera autoinfligida que va a necesitar mucha imaginaci¨®n para recuperar vigor. Es lo que hay.
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