Ansiedad en las aulas

En democracia los cambios legislativos en materia educativa apenas han tenido una vigencia media de siete a?os, y hoy estamos en plena etapa de implantaci¨®n y desarrollo de la Lomloe, en vigor desde enero de 2021. Toda nueva ley educativa necesita un tiempo de vigencia para dejar que madure y ofrezca los resultados para los que estuvo concebida. Tanto el PP como Vox se opusieron con vehemencia a la ley e incluso presentaron recurso ante un Tribunal Constitucional que hace unas semanas no hall¨® raz¨®n alguna para rechazar el texto y lo aval¨® plenamente. El vuelco institucional que han propiciado las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas no deber¨ªa ser raz¨®n para que las comunidades donde puedan gobernar el PP y Vox decidan suspender ese complejo proceso, dado que la ley establece el marco general pero son las comunidades aut¨®nomas en las que recaen las competencias educativas. Ser¨ªa una temeridad que el PP utilizara su poder auton¨®mico para frenar el despliegue de la nueva ley, y someter as¨ª al profesorado a una nueva etapa de confusi¨®n, sin saber si sus planes de trabajo pueden acabar siendo est¨¦riles o verse desmantelados.

En diferentes momentos, el PP ha anunciado que en cuanto llegue al Gobierno derogar¨¢ la Lomloe. El temor a que los dirigentes territoriales del PP opten por el boicot a la ley est¨¢ justificado, pues ya en otras ocasiones este partido ha recurrido a t¨¢cticas semejantes. La propia Lomloe prev¨¦ que los cambios en la organizaci¨®n escolar y en los contenidos curriculares se implanten de forma progresiva, y es as¨ª como se est¨¢ realizando. En el mismo 2021 en que entr¨® en vigor se aplicaron las modificaciones relativas a la autonom¨ªa de gesti¨®n de los centros, los consejos escolares y la estructura directiva de los centros, as¨ª como las normas generales de admisi¨®n de alumnos y financiaci¨®n p¨²blica. En el curso 2021-2022 se ha introducido el nuevo sistema de evaluaci¨®n y las normas sobre repetici¨®n de curso, las condiciones de titulaci¨®n y la forma de acceso a las diferentes ense?anzas. Los cambios curriculares y de objetivos, que son una parte nuclear de la nueva ley, se han comenzado a aplicar este curso en los niveles impares, y en el pr¨®ximo est¨¢ previsto que se extienda a los pares.

Entre los cambios que deben aplicarse el curso pr¨®ximo est¨¢n tambi¨¦n las pruebas de acceso a la universidad. Las que se realizan en estos momentos son las ¨²ltimas del sistema de selectividad vigente, que se ha aplicado en los ¨²ltimos 13 a?os. El nuevo sistema de evaluaci¨®n prev¨¦ pruebas orientadas a evaluar las competencias, m¨¢s acordes con los contenidos del nuevo bachillerato, que busca mejorar las competencias de los alumnos para resolver problemas de la vida real, saber relacionar diferentes conocimientos e incrementar sus aptitudes para la reflexi¨®n y el autoaprendizaje. La nueva selectividad, que ha sido dise?ada sobre la base de una prueba piloto realizada a 2.000 alumnos de 50 institutos, debe regularse a trav¨¦s de un decreto que deb¨ªa promulgarse antes de finalizar el curso, pero ha sido pospuesto hasta despu¨¦s de las elecciones generales.

El nuevo escenario pol¨ªtico ha introducido elementos de ansiedad e incertidumbre sobre la futura aplicaci¨®n de la ley bajo consejer¨ªas de educaci¨®n regidas por el PP o, sobre todo, por Vox. Ser¨ªa una cat¨¢strofe interrumpir el desarrollo de la Lomloe cuando apenas ha echado a andar en un sistema educativo fuertemente estresado por los continuos cambios legislativos. El sistema educativo espa?ol ni puede permit¨ªrselo ni merece otro bandazo.