La Lomloe, otra reforma educativa que se asoma al abismo
Los resultados electorales parecen conducir a la actual ley de educaci¨®n al mismo destino que sus predecesoras
La Lomloe, la ley educativa aprobada en diciembre de 2020, parece destinada a correr la misma suerte que las cuatro leyes de ense?anza que la han precedido desde 1990. Al margen de lo que suceda en las elecciones generales del 23-J, el vuelco territorial de los comicios auton¨®micos dejar¨¢ la aplicaci¨®n de la actual reforma en manos de autoridades educativas que han dicho que no la quieren en 12 de las 17 comunidades aut¨®nomas. ¡°El Ministerio de Educaci¨®n tiene una competencia muy importante, aprobar la ley y dem¨¢s normativa b¨¢sica. Pero su concreci¨®n depende de los gobiernos auton¨®micos. Dentro de los m¨¢rgenes de una ley, hay muchas lecturas posibles¡±, se?ala el soci¨®logo y director de la agencia de calidad educativa de Canarias, Jos¨¦ Saturnino Mart¨ªnez.
Si el PP llega al Gobierno tras las elecciones generales con el apoyo de Vox, existe incluso la posibilidad de que el nuevo Gobierno paralice la implantaci¨®n de la Lomloe, como sucedi¨® en 2004 con otra ley de educaci¨®n, la Loce, que los populares hab¨ªan aprobado a?o y medio antes. Se trata, sin embargo, de una opci¨®n dif¨ªcil de llevar a la pr¨¢ctica por una cuesti¨®n de plazos, ya que frenar el calendario de la Lomloe requerir¨ªa la aprobaci¨®n de una ley ordinaria, explica el ex secretario de Estado de Educaci¨®n Alejandro Tiana, y el curso empieza en septiembre. Y porque, como la norma ya se ha puesto en marcha este curso en los niveles impares, paralizar su despliegue impidiendo que se extienda a los pares, sumir¨ªa en la confusi¨®n a los centros educativos, lo que no parece la mejor manera de empezar una legislatura.
¡°Lo razonable, en el escenario de que haya un cambio de Gobierno, no ser¨ªa paralizar el calendario de implantaci¨®n, sino trabajar a nivel de comunidad aut¨®noma y desarrollar la ley a su criterio¡±, afirma Jos¨¦ Saturnino Mart¨ªnez, y en todo caso, con m¨¢s tiempo, reformar la actual norma o aprobar una nueva.
Esperanza de vida
La vida media de las leyes educativas espa?olas es corta. Para hacer el c¨¢lculo conviene dejar aparte dos de ellas, centradas en aspectos organizativos: la Ley Org¨¢nica del Derecho a la Educaci¨®n (Lode), aprobada por los socialistas en 1985, que estableci¨® elementos clave del sistema educativo espa?ol que siguen en pie, como la doble red educativa financiada con fondos p¨²blicos (la p¨²blica y la concertada), y la Ley Org¨¢nica de Participaci¨®n, Evaluaci¨®n y Gobierno de los Centros Docentes (Lopeg), tambi¨¦n elaborada por el PSOE en 1995, que actualiz¨® la anterior.
Si el c¨®mputo empieza con la Ley Org¨¢nica de Ordenaci¨®n General del Sistema (Logse), aprobada por los socialistas en 1990, y concluye con la derogaci¨®n de la Ley Org¨¢nica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), en 2020, las normas han durado de media poco m¨¢s de siete a?os. Seg¨²n lo que pase con la Lomloe, dicho promedio puede variar. Teniendo en cuenta que una vez promulgadas, su implantaci¨®n requiere un tiempo, su vida efectiva ha sido en realidad menor, aunque diversa.
La Logse, que tuvo un calendario de implantaci¨®n muy gradual y retrasos provocados por la crisis econ¨®mica (el PP lleg¨® al Gobierno, en 1996, cuando la ley ya llevaba seis a?os en vigor, y pese a ello solo se hab¨ªa implantado hasta sexto de primaria), no fue derogada hasta 2002, con la llegada de la Ley Org¨¢nica de Calidad de la Educaci¨®n (Loce). Es decir, dur¨® 12 a?os, si bien la mitad del tiempo fue gestionada por un partido que se hab¨ªa opuesto a ella.
La Loce fue la ley m¨¢s breve, porque no lleg¨® a implantarse en ning¨²n curso. Dej¨® la concreci¨®n del calendario de implantaci¨®n para un posterior real decreto (con rango reglamentario, inferior al de la ley), que fij¨® para septiembre de 2004 la fecha de su puesta en marcha en los primeros niveles de primaria y la ESO. En mayo de 2004, sin embargo, el Gobierno socialista fren¨® su implantaci¨®n, con lo que la mayor¨ªa de su contenido nunca lleg¨® a aplicarse. Dos a?os despu¨¦s, el PSOE y sus socios parlamentarios aprobaron la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (Loe) ¨Dque ya hablaba de la ense?anza por competencias¨D, que fue sustituida siete a?os m¨¢s tarde.
Esta vez, el PP s¨ª aceler¨® la elaboraci¨®n de su propia ley educativa, la Lomce, aprobada en 2013, cuando todav¨ªa no se hab¨ªan cumplido dos a?os de su llegada al poder. El propio Gobierno de Mariano Rajoy fren¨® algunas de sus novedades, como las muy criticadas rev¨¢lidas, e introdujo un curr¨ªculo con unos contenidos muy amplios y una organizaci¨®n exhaustiva que limitaba el margen de autonom¨ªa del profesorado. La Lomce dur¨® otros siete a?os. Y en 2020 los socialistas y sus socios aprobaron la Lomloe, que ha intentado avanzar en el enfoque competencial, incorporando nueva terminolog¨ªa, y cosechando, como en las leyes anteriores, el rechazo de una parte del profesorado.
Desconcierto
Los resultados del 28-M y la sombra que proyectan sobre las elecciones generales de julio han cogido a los centros educativos en plena implantaci¨®n de la reforma. ¡°Por un lado¡±, dice Toni Solano, profesor de Lengua castellana y Literatura y director de un instituto p¨²blico de Castell¨®n, ¡°los profesores que s¨ª se la cre¨ªan y estaban trabajando extra para ponerse al d¨ªa con las novedades de la ley, haciendo programaciones nuevas, situaciones de aprendizaje, etc¨¦tera, est¨¢n diciendo: ¡®Buf, ?seguimos con ello o no?¡¯. Y, por otro lado, los objetores, que han seguido haciendo este curso lo mismo que antes, dicen: ¡®Ahora s¨ª que no vamos a cambiar nada, porque van a tumbar la ley y a ponernos otra¡±. La perspectiva de otro bandazo, opina Solano, ¡°hace dif¨ªcil que uno se tome en serio su faena¡±. ¡°Con tanto cambio, nos est¨¢n convirtiendo a todos en unos esc¨¦pticos¡±, dice.
La din¨¢mica de continuos cambios en la legislaci¨®n educativa est¨¢ relacionada, cree Juan Manuel Escudero, catedr¨¢tico em¨¦rito de Did¨¢ctica y Organizaci¨®n escolar, con ¡°dos vicios¡±. El primero es que la motivaci¨®n de las reformas no parte de un ¡°reconocimiento, an¨¢lisis y diagn¨®stico de la realidad¡±, sino de ¡°la ideolog¨ªa de los partidos en el Gobierno¡±. ¡°As¨ª que nos hemos planteado cambios que a lo mejor no eran los m¨¢s urgentes, y hemos dejado de hacer otros que quiz¨¢ s¨ª eran. Eso nos lleva una y otra vez al desastre y a que el reformismo educativo espa?ol haya ido deslegitim¨¢ndose¡±, afirma.
La segunda mala costumbre, prosigue Escudero, es que los responsables educativos vuelcan sus esfuerzos en sacar adelante las leyes org¨¢nicas y las normas b¨¢sicas que las desarrollan, y llegan agotados al momento crucial, que es lograr que los cambios lleguen a las aulas. ¡°Sabemos que en las reformas no es tan importante lo que se decreta como lo que se hace luego para que pueda echar ra¨ªces. El terreno no se esponja porque un d¨ªa caiga una tromba de agua, sino porque sostengamos una lluvia fina que vaya nutriendo el terreno. Aqu¨ª han sobrado afanes de dise?os ultrasofisticados y tecnicismos, y ha faltado mucho m¨¢s acompa?amiento en lo que es preciso para que los cambios y las innovaciones que el sistema educativo espa?ol necesita puedan ocurrir. Eso, tambi¨¦n lo sabemos, pasa por tocar condiciones y procesos claves que una y otra vez renunciamos a tocar. Uno es el profesorado. Y otro, la gesti¨®n y el gobierno de los centros educativos. Sin entrar en otros temas que son muy graves, y cada vez peores, como es la segregaci¨®n escolar¡±.
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