En la muerte de Nuccio Ordine
Coincidimos en considerar Europa nuestra casa por encima de los parcelamientos nacionales; en la defensa de las humanidades, en la gesti¨®n creativa del tiempo frente a la mezquindad utilitarista
Me lo present¨® Juan Cruz hace a?os en el vest¨ªbulo de un hotel de M¨¢laga. Juan sabe acaso mejor que yo mismo el tipo de ovillo que forman mis hilos mentales. Es como si me dijera: a este lo tienes que conocer, con este vas a aprender y disfrutar. A cada rato uno traba relaci¨®n con gente del gremio de los escritores, en el que hay de todo y, por supuesto, tambi¨¦n personas entra?ables. Mi predilecci¨®n se orienta hacia aquellas que se acuerdan de hincar el poste de su talento en suelo moral. Nuccio Ordine era uno de estos y era, adem¨¢s, un hombre con car¨¢cter. Tras la presentaci¨®n, ¨¦l fue a lo suyo y yo a lo m¨ªo. M¨¢s tarde sabremos que a ambos nos causan similar fatiga las conversaciones de circunstancias. A la ma?ana siguiente desayunamos en el referido hotel, muy cerca el uno del otro. En esto me hace se?as para que me siente a su mesa. Le han hablado de m¨ª, quiere conocerme y entablamos un di¨¢logo de casi dos horas. Le cuento que antepuse la vocaci¨®n literaria a la profesi¨®n docente. Me revela en buen castellano que en la Universidad de Calabria, donde da clases, evita las reuniones y las tareas distintas de atender a sus alumnos. Coincidimos en considerar Europa nuestra casa por encima de los parcelamientos nacionales; en la defensa de las humanidades (su mayor caballo de batalla), en la gesti¨®n creativa del tiempo frente a la mezquindad utilitarista, en la posibilidad de los ciudadanos de reeducarse mediante el esfuerzo continuo por aprender, en la felicidad, no como ideal, sino aqu¨ª y ahora. Tras el di¨¢logo, reanudado a?os despu¨¦s en Cosenza, sal¨ª corriendo a comprar un ejemplar de su La utilidad de lo in¨²til, t¨ªtulo que homenaje¨¦, con la debida modestia y algo de iron¨ªa, en mi Utilidad de las desgracias. El s¨¢bado pasado me enter¨¦ del fallecimiento de Nuccio Ordine. Al punto escrib¨ª a Juan Cruz con la esperanza imposible de que desmintiera la noticia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.