?Por estas!

El Tribunal Constitucional ha declarado l¨ªcito (o al menos legal) que los padres y madres de la patria que sean elegidos el mes pr¨®ximo puedan jurar la Constituci¨®n el 17 de agosto con la f¨®rmula que les salga de las narices. Literalmente: podr¨¢n decir ¡°juro o prometo porque me sale de las narices o de tal o cual otro orificio...¡± y nadie se lo podr¨¢ reprochar. Que den rienda suelta a su inventiva en ese momento solemne ¡ªo que antes lo era, por lo menos¡ª y podremos verles creativos, aunque solo sea por primera y ¨²ltima vez en su mandato. A partir de esa fecha ya solo podr¨¢n obedecer y atenerse a lo que les manden, pobrecillos, pero el 17 de agosto... ?ah, el 17 de agosto podr¨¢n jurar o prometer como les venga en gana! Aunque Oscar Wilde no tenga muchos competidores en esa patulea, cada cual se esforzar¨¢ por dar su do de pecho cuando le llamen, lanzando su pellizco (de monja, monje o monaguillo, seg¨²n corresponda) contra la monarqu¨ªa, la derecha que viene y la que va, la propia Constituci¨®n que acatan (qu¨¦ remedio, hay que cobrar) y sobre todo contra Espa?a, la cruel, hom¨®foba y heteropatriarcal Espa?a, llena de violadores, esa Espa?a que oprime a todos pero ya no se defiende de ninguno. Un consejo: si no tienen m¨¢s remedio que ver en la tele ese desfile institucional, al menos que sea sin sonido. As¨ª sonar¨¢ mejor...

?C¨®mo calificar este dictamen? Para no ser malsonante, despu¨¦s de darle vueltas, elijo: infame cochinada. Pero acato al Constitucional, claro, aunque con mi propia f¨®rmula: en espera de que sean cesados sin miramientos por flagrante sectarismo, hasta que lleguen sustitutos realmente comprometidos con el orden constitucional, en recuerdo de tantos buenos jueces asesinados por terroristas o arrinconados por politicastros, se?ores y se?oras miembros del Tribunal Constitucional... a sus pies.