Ganar la paz

La Conferencia para la Reconstrucci¨®n de Ucrania celebrada en Londres esta semana ha asegurado el compromiso de cerca de 400 grandes empresas de al menos 38 pa¨ªses de invertir en Ucrania con vistas a iniciar su reconstrucci¨®n sin haber alcanzado la paz. El prop¨®sito de la reuni¨®n de la UE, Estados Unidos, Reino Unido o el Banco Mundial es activar la inversi¨®n privada y ah¨ª Europa tiene que volcarse en la compleja y dificultosa financiaci¨®n de la recuperaci¨®n de un pa¨ªs en el que actualmente lo que sigue avanzando es la destrucci¨®n tanto de seres humanos en bombardeos que no cesan como de infraestructuras productivas, hidroel¨¦ctricas y de comunicaci¨®n, sus hospitales, colegios y teatros, sus campos de cultivo, sus presas y canales de riego.

Cuando se cumpli¨® un a?o de la invasi¨®n rusa, a finales de febrero, el Banco Mundial evaluaba en 390.000 millones de euros las inversiones necesarias, casi tres veces al equivalente del Plan Marshall con el que Estados Unidos auxili¨® a Europa despu¨¦s de la II Guerra Mundial. Es una cantidad que sigue aumentando a medida que Vlad¨ªmir Putin ampl¨ªa el radio de la destrucci¨®n del pa¨ªs. Parte de estas inversiones deber¨¢n destinarse a restablecer los suministros, las infraestructuras y las comunicaciones destruidas mientras dura todav¨ªa la guerra y, naturalmente, a riesgo de que vuelvan a ser da?adas. Estas inversiones civiles mientras siguen las hostilidades contribuyen a mantener una m¨ªnima normalidad en la vida cotidiana y en la econom¨ªa y tambi¨¦n a salvar vidas y ganar la guerra.

Para la reconstrucci¨®n inmediata durante el pr¨®ximo a?o faltan todav¨ªa 5.500 millones de euros, la cantidad demandada por la Agencia para la Reconstrucci¨®n de Ucrania en el foro p¨²blico-privado. Bajo las siglas URC, que ahora significan Conferencia para la Reconstrucci¨®n de Ucrania, este foro anual viene atendiendo desde 2017 a la necesidad de una reforma del pa¨ªs, en un formato surgido despu¨¦s del Maid¨¢n, para situarlo en condiciones de ingresar en las instituciones europeas. La idea del encuentro de este a?o ha sido ganar a la vez la paz y la guerra, lo que significa reconstruir el pa¨ªs r¨¢pidamente y hacerlo evitando que la arraigada corrupci¨®n en la Ucrania anterior al Maid¨¢n se reproduzca en el futuro. Ucrania ha lanzado ya una aplicaci¨®n digital para el seguimiento de los proyectos, de forma que los donantes e inversores puedan controlar en tiempo real el destino de su dinero.

No ser¨¢ f¨¢cil organizar una financiaci¨®n tan vasta y compleja, que necesitar¨¢ el impulso pol¨ªtico de los gobiernos, avales y pr¨¦stamos de los bancos internacionales y una amplia participaci¨®n de capitales privados. Quiz¨¢s se podr¨¢ contar con capitales rusos embargados, pero hay dudas sobre la legalidad y la suficiente celeridad de las expropiaciones, que deber¨¢n realizarse con las debidas garant¨ªas jur¨ªdicas. La reconstrucci¨®n puede ser tambi¨¦n la oportunidad para situar a la nueva Ucrania en la vanguardia de la econom¨ªa europea, si est¨¢ debidamente orientada a la descarbonizaci¨®n y a la digitalizaci¨®n y a una gesti¨®n transparente y auditada.

Paralelamente, Ucrania avanza en los criterios para el ingreso en la UE, de los que por ahora solo cumple dos de siete. El volumen del esfuerzo en tecnolog¨ªa, conocimiento e inversiones ser¨¢ un atractivo para los capitales privados cuando la guerra termine. Mientras tanto, la reconstrucci¨®n de Ucrania durante y despu¨¦s de la guerra resulta una experiencia in¨¦dita en la historia contempor¨¢nea de Europa.