Que viajen en transporte p¨²blico

Estoy jubilada y no conduzco, as¨ª que viajo en tren y autob¨²s. En estos viajes he podido comprobar que los conductores de autobuses interprovinciales son unos h¨¦roes capaces de llevarte por carreteras mejores y peores y, adem¨¢s, cobrar el viaje en met¨¢lico, con tarjeta o con el m¨®vil, lo que evita tener que recurrir a internet; que si en tu viaje tienes que combinar tren y autob¨²s, ya puedes echarle horas al trayecto; y m¨¢s te vale llevar bocadillo de casa si no quieres verte obligado a recurrir a bares de estaci¨®n id¨¦nticos, tristes y muchas veces poco limpios. En fin, que cuando hago un viaje de estos, durante el trayecto me acuerdo mucho de los pol¨ªticos, de todos. Ojal¨¢ fuera obligatorio, para estar en el Congreso o el Senado, hacer un largo viaje al mes en transporte p¨²blico a ser posible con maleta grande, de esas que pesan mucho, y sin merienda de casa. Imprescindible usar los aseos de estaciones de tren y de autob¨²s. Tal vez as¨ª, se ver¨ªan algunas cosas que parecen no verse.

Carmen S¨¢ez Fern¨¢ndez. Cuenca

Orgullo

Paseando al d¨ªa siguiente por las calles c¨¦ntricas de Madrid en las que transcurri¨® la comitiva de la multitudinaria comitiva de decenas de miles de asistentes del d¨ªa de la fiesta del Orgullo, sobre un banco de piedra, no al azar, leo un cartel que reza lo siguiente: ¡°Soy maestro y tengo infancias y dolencias disidentes, merecen crecer sabi¨¦ndose queridos, merecen aulas sin violencia, ?merecen ser felices!¡± ?Qu¨¦ visionarios en nombre del m¨¢s rancio y abyecto fundamentalismo integrista se creen con derecho de ningunear y cercenar las ilusiones y el proyecto de vida de aquellas personas que se sienten, trans, gays o lesbianas? Vivamos y dejemos vivir en una sociedad cordial y tolerante, como no podr¨ªa ser menos en toda democracia que se precie.

Francisco J. Eguibar Padr¨®n. Madrid

Oposiciones

Ahora que todos me dicen ¡°?Cu¨¢ntas vacaciones ten¨¦is!¡± Me gustar¨ªa decir que, tras unas oposiciones que valoran si s¨¦ datar un texto filol¨®gico y no si me preocupa mi alumnado (o si les ense?o bien), mi vocaci¨®n se entierra en la arena, me gustar¨ªa decir que de la playa, pero vivo en Madrid siendo manchega. S¨¦ que la vocaci¨®n volver¨¢ a m¨ª ¡ªy yo podr¨¦ volver a ser yo¡ª pero seguir¨¦ sin entender este examen absurdo de la educaci¨®n p¨²blica.

Isabel Carmona Hidalgo. Madrid

Entonces y ahora

¡°Entre Francia y este maldito hombre, tenemos que elegir. ?l es el mal. ?l es la muerte¡±. Esta declaraci¨®n de odio fue proferida en 1939 por un tal Pierre Gaxotte, miembro de Action Fran?aise, un partido de una derecha m¨¢s bien extrema. El hombre maldito era Leon Blum, secretario general del Partido Socialista franc¨¦s. Demonizar en lugar de proponer pol¨ªticas. ?Les suena la m¨²sica? Todo est¨¢ inventado.

Francisco Anguita Virella. Madrid

Tener principios

Penosa la intervenci¨®n de Mar¨ªa Guardiola intentando explicar su acuerdo con Vox. Ha preferido el puesto a la digna salida de renunciar al esca?o. Me vino a la memoria Groucho Marx: ¡°Estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros¡±.

Francisco Molina Duarte. Madrid