Sabotaje en Guatemala

La sorpresa lleg¨® en las elecciones celebradas el 25 de junio con el inesperado paso a la segunda vuelta del candidato del Movimiento Semilla, Bernardo Ar¨¦valo, l¨ªder de un partido progresista surgido al calor de las protestas de 2015 y empe?ado en la lucha contra la corrupci¨®n sist¨¦mica en el pa¨ªs centroamericano. Un movimiento de la Fiscal¨ªa profundamente cuestionable, que de momento ha quedado sin efecto, aspira a sacar al candidato y a su partido de la segunda vuelta del 20 de agosto. Solo cinco d¨ªas despu¨¦s del resultado electoral, en el que los candidatos m¨¢s votados fueron la conservadora ex primera dama Sandra Torres, con el 15% de los apoyos, y Ar¨¦valo, con el 12%, la Corte de Constitucionalidad orden¨® la repetici¨®n del escrutinio a petici¨®n de nueve partidos pol¨ªticos tradicionales que denunciaban vicios e inconsistencias en los resultados de las votaciones. La oficializaci¨®n de los resultados qued¨® en pausa hasta el mi¨¦rcoles.

Minutos antes de que el Tribunal Supremo Electoral revalidara los resultados tras la revisi¨®n, el fiscal Rafael Curruchiche, un funcionario del ministerio p¨²blico sancionado por Estados Unidos por corrupci¨®n, anunci¨® la inhabilitaci¨®n del Movimiento Semilla por la supuesta falsificaci¨®n de firmas de afiliados al partido. Esta medida no es solo ilegal, ya que la ley de partidos estipula que ninguna organizaci¨®n puede ser suspendida en periodo electoral, sino que es desproporcionada y pone en riesgo el normal desarrollo de la segunda vuelta del 20 de agosto y hace peligrar la democracia guatemalteca.

Pocas horas despu¨¦s, una decisi¨®n de la Corte de Constitucionalidad con car¨¢cter provisional revoc¨® y dej¨® sin efecto la exclusi¨®n de la candidatura de Ar¨¦valo de la segunda vuelta. Pero el intento de inhabilitar al Movimiento Semilla ha generado denuncias de un golpe de Estado y desconcierto en un pa¨ªs que en los ¨²ltimos a?os ha vivido un auge del autoritarismo y la persecuci¨®n de jueces, fiscales, agentes de justicia, activistas y periodistas que han denunciado la corrupci¨®n.

La inestabilidad institucional y los intentos de sabotear la candidatura del Movimiento Semilla afectan adem¨¢s al desarrollo normal de la campa?a y monopoliza la conversaci¨®n eclipsando la gravedad de los problemas que afectan a Guatemala, un pa¨ªs de 17,6 millones de habitantes sumamente desigual y donde cerca del 60% de la poblaci¨®n vive por debajo de la l¨ªnea de la pobreza. Los guatemaltecos decidieron que Sandra Torres y Bernardo Ar¨¦valo disputen la segunda vuelta en unas elecciones avaladas por el ¨®rgano electoral y numerosos observadores internacionales. Ahora tienen derecho a escuchar qu¨¦ propuestas tienen estos candidatos. Es hora de que todas las instituciones guatemaltecas se pongan de lado de la democracia y escuchen a los ciudadanos que llevan semanas en las calles y las redes sociales pidiendo a gritos que se respete su voto.