Nuevo juicio a Trump

Este viernes qued¨® fijada por parte de la jueza encargada del caso la fecha del juicio contra Donald Trump por retenci¨®n ilegal y ocultaci¨®n de documentos oficiales ¡ªconocido como el caso de los papeles confidenciales de Mar-a-Lago¡ª en el 20 de mayo de 2024, es decir, en plena campa?a electoral de las presidenciales de noviembre. Trump va camino de convertirse en uno de los presidentes de la historia moderna de Estados Unidos m¨¢s da?inos para el cr¨¦dito del pa¨ªs y con la peor imagen que se recuerda en muchas d¨¦cadas. A la reiterada amoralidad de su conducta personal se suma el desacato democr¨¢tico e institucional tras incentivar la rebeli¨®n de sus partidarios m¨¢s fanatizados contra el resultado electoral que lo derrot¨® ante el dem¨®crata Joe Biden en las presidenciales de 2020.

Hoy Trump es el aspirante del Partido Republicano mejor situado para obtener la candidatura para las elecciones de 2024, pero la acumulaci¨®n de imputaciones es imponente. Son 37 cargos por siete delitos: 31 vulneraciones de la ley de espionaje, cuatro cargos por obstrucci¨®n a la justicia y otros dos por falsedades. Esto se suma a otra imputaci¨®n separada por sobornar a una actriz pornogr¨¢fica para comprar su silencio y a¨²n est¨¢ pendiente la posibilidad de una tercera imputaci¨®n de un gran jurado, seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n citadas por los medios estadounidenses, esta vez por conspiraci¨®n, obstrucci¨®n a la justicia y manipulaci¨®n de testigos en uno de los ataques m¨¢s graves sufridos por las instituciones democr¨¢ticas de EE UU en su historia: el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

El fiscal especial encargado del caso, Jack Smith ¡ªa quien el expresidente ha calificado de ¡°desquiciado¡±¡ª comunic¨® a Trump que es objeto de investigaci¨®n por su comportamiento antes, durante y despu¨¦s del momento en que una turba irrumpiera violentamente en la sede de la soberan¨ªa estadounidense cuando se dispon¨ªa a sancionar oficialmente la victoria de Biden en las presidenciales. La investigaci¨®n incluye (en los meses que fueron desde noviembre de 2020 hasta enero de 2021, celebradas ya las elecciones) la difusi¨®n de bulos sobre un supuesto fraude electoral, presiones directas o indirectas a funcionarios de varios Estados en disputa para que alteraran los resultados e intentos de lograr que el entonces vicepresidente, Mike Pence, no certificara el triunfo de Biden. Pence se neg¨® a las presiones de Trump alegando lealtad constitucional y cumpli¨® con su cometido. Tambi¨¦n el fiscal especial ha investigado maniobras presidenciales para manipular el escrutinio, usando la figura de electores falsos, y, sobre todo, la instigaci¨®n directa a una multitud para que asaltara el Capitolio el 6 de enero.

Estas grav¨ªsimas acusaciones contra Trump tratan de establecer sus responsabilidades en hechos del pasado reciente, pero nada hace pensar en este momento que desista en su carrera presidencial para regresar a la Casa Blanca. Legalmente puede hacerlo porque solo ha disfrutado de un mandato y las encuestas hasta el momento le otorgan ventaja a la hora de imponerse en el proceso de primarias para lograr la candidatura republicana. La maquinaria de la mentira y manipulaci¨®n del electorado de Trump y sus colaboradores se ha mostrado hasta ahora inmune al proceso judicial en el que est¨¢ inmerso, pero es precisamente la justicia el ¨²ltimo basti¨®n de legalidad que se interpone entre la democracia estadounidense y el nacionalpopulismo trumpista. Trump puede despreciar al sistema judicial, como ha hecho repetidamente, pero no va a poder ignorarlo.