Feij¨®o muestra sus cartas
La propuesta del l¨ªder del PP de una legislatura corta articulada en torno a seis pactos de Estado no resulta cre¨ªble

El l¨ªder del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, se reuni¨® este mi¨¦rcoles con el l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez, para proponerle un acuerdo con el que obtener su apoyo en la investidura que va a intentar los pr¨®ximos 26 y 27 de septiembre. La reuni¨®n, en la sede del Congreso, dur¨® menos de una hora y el balance fue el que se esperaba: ni acuerdo ni apoyo. El encuentro tuvo m¨¢s de mera exhibici¨®n que de voluntad real de acercar posiciones. La distancia entre ambos dirigentes es demasiado grande para que pueda haber progresos de un d¨ªa para otro, pero no deja de ser positivo en t¨¦rminos institucionales que se encontraran y que hablaran. Feij¨®o present¨® un documento en el que resum¨ªa su oferta: una legislatura corta, de dos a?os, presidida por el l¨ªder del PP ¡ªla fuerza m¨¢s votada el 23-J es lo que no deja de repetir, pese a su insuficiencia parlamentaria¡ª, durante la que se ejecutar¨ªan seis pactos de Estado. Lo que resulta desconcertante y poco cre¨ªble es que quien reclama el apoyo de S¨¢nchez sea el mismo que ha hecho de la ¡°derogaci¨®n del sanchismo¡± la sustancia de su programa electoral. Resulta l¨®gica la desconfianza que ha despertado la iniciativa de Feij¨®o en el l¨ªder del PSOE.
Desde el mismo momento en que distintas fuerzas parlamentarias, que suman 178 votos en el Congreso, han manifestado que no apoyar¨¢n a Feij¨®o, su investidura ser¨¢ ¡ªsalvo may¨²scula sorpresa de ¨²ltima hora¡ª un fracaso. ?l mismo lo reconoci¨® en una reuni¨®n con miembros de su partido el pasado fin de semana. La legitimidad que tiene para buscar aliados, desde que el Rey le propuso intentar la investidura, no significa que sus propuestas no queden reducidas a ser tan solo las piezas con las que est¨¢ armando un escaparate donde definir sus se?as de identidad como presidente del PP. Los resultados del 23-J no fueron los que esperaba el partido, as¨ª que le toca construir otro marco que pueda llevarlo a gobernar.
La presentaci¨®n de los seis acuerdos de Estado, la manera de hacerlo ¡ªencabez¨¢ndola con una foto de los Pactos de La Moncloa de 1977¡ª, el llamamiento a ¡°la igualdad y bienestar de todos los espa?oles¡±, el ¨¦nfasis en que no puede surgir un Gobierno que sea condicionado por una minor¨ªa ¡ªla de los independentistas¡ª, la sugerencia de incluir a figuras independientes de prestigio en su Gabinete, los signos de comportarse como hombre de Estado: todos los recursos que procur¨® exhibir este mi¨¦rcoles Feij¨®o forman parte del manual del perfecto moderado, que contrasta con las hip¨¦rboles de los ¨²ltimos tiempos. Esa moderaci¨®n incluye regeneraci¨®n democr¨¢tica, impulso del Estado de bienestar, voluntad de saneamiento econ¨®mico que apunte a los m¨¢s vulnerables, las clases medias y los j¨®venes, apoyo a las familias, acuerdos sobre el agua y sobre el modelo territorial, donde apunt¨® convertir el Senado en una verdadera C¨¢mara de las autonom¨ªas.
Se podr¨¢ debatir sobre distintos detalles de lo que no deja de ser un repertorio de buenas intenciones ¡ªgenerales y vagas¡ª y que parecen hablar m¨¢s de una Espa?a remota que de la actual, fragmentada y llena de problemas y desaf¨ªos urgentes. M¨¢s all¨¢ de sus propuestas, Feij¨®o respondi¨® con evasivas a la reclamaci¨®n concreta de S¨¢nchez de que, sea quien sea el presidente, se renueve el CGPJ antes de fin de a?o. Esta querencia por lo m¨¢s abstracto y por renegar de lo concreto despierta suspicacias sobre su compromiso con lo que est¨¢ proponiendo. Su insistencia en cargarse de razones frente a cualquier movimiento que pueda hacer S¨¢nchez si ¨¦l fracasa en la investidura genera otra inquietud: la de volver a considerar ileg¨ªtimo cuanto acuerden sus adversarios. Es decir: m¨¢s de lo mismo.
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