La justicia en urgencias

El acto de apertura del a?o judicial que presidi¨® ayer el rey Felipe VI se celebr¨® entre la preocupaci¨®n por una justicia malherida tras a?os de par¨¢lisis por el bloqueo del PP a la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Mientras la memoria anual de la Fiscal¨ªa responde a los cambios sociales y plantea investigar a la c¨²pula de la Iglesia por encubrir casos de pederastia dentro de la instituci¨®n o alerta de la preocupante subida de delitos sexuales cometidos por adolescentes, el ¨®rgano de gobierno de los jueces se mantiene fosilizado.

El Consejo lleva con el mandato caducado desde diciembre de 2018 y con las funciones limitadas ¡ªno puede hacer nombramientos de cargos¡ª desde marzo de 2021. Carlos Lesmes, el presidente del ¨®rgano elegido en 2013, dimiti¨® el a?o pasado tras comprobar que todas sus apelaciones a la clase pol¨ªtica para que acordaran la renovaci¨®n ca¨ªan en saco roto.

Hay que recordar una vez m¨¢s que desde hace casi cinco a?os, el Partido Popular se niega a acordar con el PSOE la elecci¨®n en el Congreso y el Senado de los 20 vocales que componen el CGPJ. La formaci¨®n conservadora, cuyos votos son necesarios para completar los tres quintos de ambas c¨¢maras que requiere la renovaci¨®n, ha agotado ya el cat¨¢logo de excusas para justificar esa par¨¢lisis. El Consejo General del Poder Judicial es una instituci¨®n gobernada desde hace casi una d¨¦cada por una mayor¨ªa de vocales conservadores, elegidos en 2013 por el PP con el benepl¨¢cito del PSOE, entonces en la oposici¨®n.

Al acto de apertura del a?o judicial acudi¨® ayer Alberto N¨²?ez Feij¨®o, candidato del PP a la primera sesi¨®n de investidura tras las elecciones generales del 23 de julio. A su partido le compete sacar al Consejo de una situaci¨®n que afecta ya al Supremo, con 23 plazas de magistrados sin cubrir ¡ªun tercio del total¡ª y con un atasco judicial en aumento. No hay noticia de que vaya a abordarse la urgencia constitucional de esta renovaci¨®n.

El presidente accidental del alto tribunal, Francisco Mar¨ªn Cast¨¢n, reclam¨® ayer a la clase pol¨ªtica, sin citar siglas ni partidos, un compromiso democr¨¢tico de cooperaci¨®n para acordar ya la renovaci¨®n del Poder Judicial, al que atribuy¨® una situaci¨®n cr¨ªtica, ¡°casi de respiraci¨®n asistida¡±. Como afirm¨® el magistrado, no abordar esa renovaci¨®n es una forma de cercenar la independencia de uno de los poderes del Estado democr¨¢tico. Seg¨²n subray¨® dram¨¢ticamente Mar¨ªn Cast¨¢n, en un momento en el que el buen funcionamiento de la justicia est¨¢ en entredicho, todos los actores, sobre todo los pol¨ªticos, deben ser conscientes de que su responsabilidad est¨¢ por encima de los intereses partidistas.

La separaci¨®n de poderes es un hecho en Espa?a. Pero para que ese principio fundamental de la democracia despliegue todos sus efectos es necesario que el poder pol¨ªtico haga los deberes que le marca la Constituci¨®n, muchas veces utilizada como arma arrojadiza en la contienda partidista. Cuando no es mera ret¨®rica, el constitucionalismo tambi¨¦n pasa por cumplir las reglas del juego recogidas en la Ley Fundamental. El presidente del Supremo alert¨® ayer de que, si se mantiene el bloqueo a la renovaci¨®n del ¨®rgano de gobierno de los jueces, la democracia y el Estado de derecho corren ¡°un serio riesgo¡±. No hay m¨¢s tiempo que perder.