Vertedero
Hay que realizar cada d¨ªa un esfuerzo tit¨¢nico para evitar que tu cerebro se convierta en un basurero digital
Ricos y pobres se diferencian por la cantidad de desperdicios que van dejando cada uno en el camino a lo largo de la vida. En este caso tambi¨¦n rige el principio de Arqu¨ªmedes, seg¨²n el cual toda persona sumergida en el fluido del consumo experimenta un impulso vertical hacia arriba igual al peso de los desechos que desaloja. El c¨²mulo de basura que genera la humanidad crece en forma exponencial hasta el punto que llegar¨¢ el d¨ªa en que ya no podamos dar un paso sin pisar nuestra propia mierda. Tuve esta sensaci¨®n apocal¨ªptica mientras contemplaba una magn¨ªfica puesta de sol sobre Manhattan. Las Torres Gemelas hab¨ªan desaparecido de la l¨ªnea del cielo con el atentado que conmovi¨® los cimientos de la Historia. Ahora el terror consist¨ªa en la visi¨®n del curso continuo de las inmensas gabarras cargadas con los excrementos que excretaba diariamente el poder¨ªo y la belleza de esta ciudad. Iban r¨ªo abajo en busca de un lugar hipot¨¦tico donde poder liberarlos. Ese lugar es cada d¨ªa m¨¢s dif¨ªcil de encontrar, salvo que la tierra entera se convierta en un basurero. Por un lado, est¨¢ la basura anal¨®gica y por otro la digital. Caminas por la ciudad entre papeleras y contenedores repletos de desperdicios; oyes de madrugada el cami¨®n que se lleva las bolsas negras que has dejado en la puerta; consigues alejar de tu vida las inmundicias que generas, pero flotando a tu alrededor en el aire que respiras permanecen todas las excreciones que emiten las redes sociales y los medios de comunicaci¨®n donde alcanza el m¨¢ximo valor informativo todo lo peor y m¨¢s degradante que expele la humanidad. Esa clase de basura usa como ¨²nico vertedero tu propio cerebro, donde no existe control de entrada ni capacidad para reciclarla. Nunca como ahora ha sido necesaria la higiene mental. Hay que realizar cada d¨ªa un esfuerzo tit¨¢nico para evitar que tu cerebro se convierta en un basurero digital.
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