Venezuela 2024: m¨¢s all¨¢ de Mar¨ªa Corina Machado
Cualquier cambio real debe pasar por quienes est¨¢n en el poder, aunque la pregunta es qu¨¦ hacer si la l¨®gica del chavismo es no cederlo
El proceso de primarias de la oposici¨®n venezolana reactiv¨® el resorte de la participaci¨®n electoral y una esperanza de cambio pac¨ªfico. De los muchos retos que se presentan para aprovechar este momento, es fundamental calibrar muy bien si es posible propiciar una transici¨®n ordenada. De esto podr¨ªa depender no solo el destino de Maria Corina Machado, el fen¨®meno pol¨ªtico mas reciente del pa¨ªs, sino de la oposici¨®n y de un sector del chavismo.
Septiembre ha sido un mes de intenso movimiento de distintos factores que buscan alg¨²n entendimiento entre los tomadores de decisi¨®n venezolanos y los grupos de presi¨®n. En c¨ªrculos internacionales se habla mucho del cansancio de la oposici¨®n, pero poco se toma en cuenta que el chavismo quiz¨¢s est¨¢ igualmente agotado.
Las primarias, aunque van avanzando, son de una fragilidad tan abrumadora como una persona con huesos de cristal. El crecimiento de Machado la convirti¨® en una papa caliente para la oposici¨®n y para el oficialismo. Algunos perciben que su progreso, con una estrategia de l¨ªder-pueblo, reduce el espacio de una eventual negociaci¨®n.
Hay quienes tienen la creencia de que la popularidad de Machado es como un alka seltzer y pasar¨¢ igual que ocurri¨® con Juan Guaid¨®, quien en 2019 se erigi¨® como el l¨ªder de un ¡°gobierno interino¡± y como muchos otros termin¨® en el exilio. Tengo la impresi¨®n de que el auge de Machado es la expresi¨®n de una gran necesidad de cambio y un descontento generalizado que se refleja en toda la sociedad venezolana, incluyendo las bases del chavismo.
En agosto pasado una encuesta de la firma Delphos ubicaba a Mar¨ªa Corina Machado con 74% de intenci¨®n de voto para las primarias de la oposici¨®n. Ella se da ba?os de pueblo en cada acto de masas que hace. En uno reciente, en el oriente venezolano, se la ve¨ªa como a Shakira en los premios MTV, surfeando entre los brazos de los asistentes que la alzaban, cual diosa, hasta subirla a una tarima donde dar¨ªa un discurso.
Los sondeos de opini¨®n tambi¨¦n muestran que el Gobierno no solo es impopular sino que una candidatura de oposici¨®n, gen¨¦rica, alcanza una intenci¨®n de voto superior al 55% en caso de una elecci¨®n nacional. Cuando de nombres se trata, Machado encabeza todas las consultas.
Ser ineficaces en la gesti¨®n p¨²blica mientras se recurre a violaciones de derechos humanos para permanecer en el poder tambi¨¦n tiene un costo aguas adentro. A diferencia de Hugo Ch¨¢vez, que en t¨¦rminos pol¨ªticos era un portaviones, Maduro es como un submarino con lastre. Hasta ahora, la c¨²pula chavista ha trasmitido la idea de que est¨¢ dispuesta a quedarse bajo su linea de flotaci¨®n. Pero esa dirigencia sabe que en este momento es imposible ganar una elecci¨®n con ¨¦l de candidato.
Los seguidores del chavismo han sido afectados por la emergencia humanitaria, la crisis econ¨®mica, las migraciones y el desencanto con el grupo que lo dirige. Adem¨¢s, como el resto, la mayor¨ªa de ellos responsabiliza al gobierno de la crisis del pa¨ªs.
El Gobierno de Maduro ha hecho las jugadas habituales para sacar a la oposici¨®n de la ruta electoral: inhabilitaci¨®n, cambio del Consejo Nacional Electoral, intimidaci¨®n, cooptaci¨®n, amedrentamiento. Al no lograrlo, ha dado un paso m¨¢s. El novel CNE acord¨® prestar un ¡°servicio t¨¦cnico integral, constitucional y legal¡± para las primarias. En junio pasado, la Comisi¨®n Nacional de Primarias, ¨®rgano rector de la consulta opositora, hizo esta solicitud al anterior CNE. Cuando defenestraron a los rectores, la CNP decidi¨® seguir con un proceso autogestionado. Aunque la oferta actual parece mas bien una amenaza, en pocas horas la directiva de la instancia opositora se reuni¨® con los nuevos rectores electorales y acordaron crear una comisi¨®n mixta.
Todo ocurre cuando queda menos de un mes para la celebraci¨®n de la primaria y con tres de los candidatos inhabilitados, entre ellos, Machado.
Con esta reciente movida, el Gobierno parece buscar que sea la dirigencia opositora la que se encargue de desentronizar a la l¨ªder. De esta manera, apuesta a matar dos p¨¢jaros con el mismo tiro. Si los opositores activan la guillotina para descabezar a Machado corren el gran riesgo de echar por la borda la oportunidad de un cambio por la v¨ªa electoral.
En Venezuela hemos acu?ado la met¨¢fora de una pel¨ªcula titulada El d¨ªa de la marmota como resumen de todos los intentos frustrados ha habido para lograr un cambio. Esta vez , con toda la oposici¨®n encaminada por la ruta electoral es posible que haya una nueva oportunidad de modificar el final de esta cinta.
Fuera de las candilejas se buscan acuerdos parciales en donde el rol de los Estados Unidos es primordial. Los esfuerzos se centran en que el chavismo acepte una agenda electoral con miras al 2024; mientras que del lado del Gobierno de Maduro se trabaja, aun infructuosamente, por el levantamiento de sanciones.
Recientemente, Francisco Palmieri, jefe de misi¨®n de la Oficina Externa de los EE UU para Venezuela, reiter¨® en un evento del Atlantic Council en Washington DC las condiciones para flexibilizar las sanciones. Se insiste principalmente en la liberaci¨®n de presos pol¨ªticos, cese de inhabilitaciones y en un proceso electoral creible en 2024.
Para Geoff Ramsey, especialista para el Centro Adrienne Arsht para Am¨¦rica Latina, Palmieri ha dado se?ales de que si bien la ventana de negociaci¨®n est¨¢ abierta, la oportunidad no es indefinida. Ramsey considera que la pelota est¨¢ en la cancha del Gobierno de Maduro y cree que, si no act¨²an a tiempo, perder¨¢n esta oportunidad porque Estados Unidos se sumir¨¢ en su propia agenda electoral.
Creo que la clave es un planteamiento que hace Tamara Taraciuk, directora del Programa Peter Bell Rule sobre Estado de Derecho de Di¨¢logo Interamericano. Ella se pregunta c¨®mo proveer un puente de oro a personas en el poder para que permitan que una transici¨®n se concrete.
Cualquier cambio real debe pasar por quienes est¨¢n en el poder, pero qu¨¦ hacer si la l¨®gica es no cederlo. Es en ese espacio donde tal vez vale el esfuerzo de seguir explorando ideas que ayuden a una salida pac¨ªfica. ?Hasta cu¨¢ndo seguir¨¢ la ¨¦lite chavista dispuesta a permanecer en su propia rueda de h¨¢mster?
Todos tienen una oportunidad de hacerlo distinto y el mejor ejemplo lo sigue dando la sociedad venezolana que, en todos los estudios de opini¨®n reitera su compromiso con la via electoral. Las dirigencias pueden cambiar de una vez el final de esta pel¨ªcula que se repite una y otra vez.
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