?Qui¨¦n debe jalarse la oreja?
Tan fortalecidas est¨¢n las disidencias de las FARC, que parecieran ser la verdadera guerrilla. Aunque privadas de ideolog¨ªa y entregadas al narcotr¨¢fico
Las disidencias de las FARC est¨¢n en el Congreso. La frase golpea. Es fuerte. Aunque lo verdaderamente fuerte es que se haya permitido a quienes no firmaron los acuerdos de paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos seguir creciendo y afianz¨¢ndose en el negocio del narcotr¨¢fico.
Esto es: las disidencias mandan; las disidencias controlan territorio; las disidencias mantienen en jaque a la fuerza p¨²blica; y las disidencias se engordaron como el marranito de Navidad, con la ¨²nica diferencia de que nosotros, y no ellos, seremos el plato de Nochebuena.
La mano del Gobierno se ha extendido con blandura, y bien lo han aprovechado quienes operan como delincuentes de alto nivel y raqu¨ªtico sentido pol¨ªtico. A menos que por ¡°pol¨ªtica¡± se entienda extorsionar a los funcionarios de elecci¨®n popular o ponerle un fusil en la sien a la gente para que vote por los candidatos de las disidencias en octubre.
Tan evidente ha sido en los ¨²ltimos d¨ªas que las disidencias no respetan al Gobierno progresista, que hasta la propia Francia M¨¢rquez ha salido a reclamar acci¨®n de la fuerza p¨²blica: ¡°Necesitamos s¨ª o s¨ª que nuestras Fuerzas Militares y de Polic¨ªa den respuestas y resultados concretos, tenemos que mejorar la situaci¨®n de seguridad (¡). Yo s¨¦ del esfuerzo que hacen y s¨¦ que hay que salvaguardar la vida, pero ustedes tienen todas las herramientas necesarias para garantizar la seguridad, ese es un mandato constitucional¡±.
No, vicepresidenta. No cuentan con todas las herramientas necesarias, partiendo de la b¨¢sica: el apoyo real del Gobierno a la efectiva acci¨®n de los uniformados. La moral tiene saldo en rojo para miles de hombres y mujeres que se juegan a diario la vida combatiendo el crimen y la ilegalidad.
El mundo coloidal de las negociaciones del Gobierno con la colecci¨®n de delincuentes que decoran el pesebre nacional tiene efectos en una ciudadan¨ªa asustada. La ¨²nica manera de lograr el ¨¦xito en las conversaciones con la delincuencia es asestarle golpes contundentes. El criminal busca beneficios y agacha la cabeza solo cuando est¨¢ disminuido por la fuerza del Estado.
El Gobierno ha sido tan inconsistente en el manejo de la autoridad leg¨ªtima que, hoy en d¨ªa, cuando se logra un importante positivo (dar de baja a un delincuente de alto nivel), los propios uniformados dudan en comunicarlo a sus superiores, so pena de que sean responsables de la muerte de un interlocutor del alto comisionado de Paz.
Por eso, en materia de acciones violentas del Estado Mayor Central, ¡°en los ¨²ltimos tres meses se nota un fuerte incremento: 84 en julio, 164 en agosto y 90 en lo corrido de septiembre, para un total de 340 acciones, que representan el 54,3 por ciento de las realizadas este a?o¡± (El Tiempo, 24/09/23).
Por eso ¡°Tib¨² (es) el pueblo colombiano con m¨¢s coca del planeta, sin morgue, alcalde, juez ni fiscal. Los grupos armados al margen de la ley mataron o desterraron a las autoridades en el municipio con m¨¢s cultivos de coca en el mundo¡± (EL PA?S Am¨¦rica Colombia, 23/09/23).
Por eso ¡°en los departamentos de Cauca y Nari?o, m¨¢s de 30.000 usuarios se encuentran sin servicio de energ¨ªa debido a los recientes ataques armados que da?aron la infraestructura el¨¦ctrica¡± (El Colombiano, 23/09/23).
Por eso ¡°El estado de terror se apodera de Tulu¨¢ y silencia a los medios. El crimen organizado, con panfletos amenazantes y atentados, tiene intimidada a la poblaci¨®n, jueces y periodistas en medio de la ¨¦poca electoral m¨¢s violenta que ha vivido el municipio en su historia reciente¡± (EL PA?S Am¨¦rica Colombia, 15/09/23).
Por eso este a?o, seg¨²n Indepaz, ¡°se han registrado 64 masacres, han asesinado a 123 l¨ªderes sociales y 30 firmantes de paz; se han presentado m¨¢s de 99.000 eventos de desplazamiento forzado¡± (Caracol Radio, 21/09/23).
Por eso ¡°Nari?o vive una crisis de violencia en plena paz total. (Su) situaci¨®n es similar a la de otras de las regiones m¨¢s conflictivas en Colombia, que, seg¨²n el CICR, suman siete conflictos entre diferentes actores, de los que el Estado es tan solo uno¡± (EL PA?S Am¨¦rica Colombia, 10/09/23).
Eval¨²e bien, se?ora vicepresidenta, si el jal¨®n de orejas es a la fuerza p¨²blica o debe aplicarse en su pabell¨®n, que es el del Gobierno al que usted pertenece, y al que se le ha visto poca efectividad en el combate a los criminales.
Apliquen la sabidur¨ªa ancestral: conversen con los criminales, claro, pero solo despu¨¦s de una buena apretada de pescuezo.
***
Retaguardia. Urge expandir el virus de la seguridad en los 1.104 municipios tocados por la luz del sol. No menos importante que, pasadas las marchas, las entidades p¨²blicas revelen los balances de gastos y apoyos que se dieron a los manifestantes. Son dineros de todos los colombianos y, como en el viejo refr¨¢n, ¡°las cuentas claras y el chocolate espeso¡±.
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