¡®Peroesque¡¯
Es compatible denunciar la masacre de Ham¨¢s y describir el asedio al que Israel ha sometido a la poblaci¨®n civil que malvive a la fuerza en Gaza
Ham¨¢s, que ha declarado su prop¨®sito de destruir Israel, asesin¨® hace unos d¨ªas a cientos de personas en una premeditada incursi¨®n terrorista que no solo dej¨® muertos y heridos indiscriminados, sino tambi¨¦n secuestrados. Decirlo no es tomar partido, porque al final va a ser tomar partido observar la realidad. A los hechos se le ponen cada vez m¨¢s objeciones, pero una cosa son los sesgos y otra es la ceguera. A los hechos se le est¨¢n poniendo peroesques, que es la manera en que se llega a una conclusi¨®n y se disuelve de inmediato entre otras muchas, no por ponerlas en el mismo nivel ni por quitarles importancia, sino, precisamente, para ponerlas en el mismo nivel y quitarles importancia. El ejercicio imprescindible de situar cada hecho en su historia no implica buscar pretextos ni justificaciones: implica plantear el contexto para entender mejor. Para entender, nada menos.
Es compatible denunciar la masacre de Ham¨¢s y describir el asedio al que Israel ha sometido a la poblaci¨®n civil que malvive a la fuerza en Gaza, sin peroesques. La Franja se ha convertido al cabo de los a?os en un lugar que la ONU considera inhabitable por un bloqueo tolerado por los pa¨ªses que ahora piden a Netanyahu que respete la ley y los tratados internacionales. Esa situaci¨®n ha llegado al punto cr¨ªtico al que asistimos hoy, con ultim¨¢tums de imposible ejecuci¨®n y bombardeos que han matado y han herido a cientos de civiles que no pueden ser llevados a morgues colapsadas u hospitales tambi¨¦n atacados; con bloqueos deliberados de la ayuda humanitaria. Es en estos momentos cruciales en los que se comprueba la respuesta de una democracia: cuando impide que agonicen miles de inocentes.
El exfiscal del Tribunal Penal Internacional Luis Moreno Ocampo ha definido el asedio israel¨ª como un genocidio y ha advertido de que la guerra traer¨¢ m¨¢s muertos en muchos lugares por muchos a?os. Esas declaraciones que hizo en Hora 25 no le hacen tomar partido por Ham¨¢s, de quien a su vez se?ala que pretende un genocidio. Lo cual, por cierto, tampoco le vuelve un equidistante. Quienes denuncian unas matanzas no se decantan por nadie. Resulta una obviedad, pero aqu¨ª estamos tan a menudo: en la necesidad de mentar lo obvio. Tambi¨¦n es evidente que un pueblo entero no es lo mismo que una organizaci¨®n y, sin embargo, hay que repetirlo a los gritos. Record¨¦ hace unos d¨ªas una frase que Albert Camus escribi¨® cuando Gabriel Marcel le reproch¨® que basara una de sus obras en los horrores de la Guerra Civil en vez de basarse en otros espantos y represiones. ?l contest¨®: ¡°Usted acepta silenciar un terror para luchar mejor contra otro. Y algunos de nosotros no queremos silenciar nada¡±. Era 1948. Peroesque este siglo en el que estamos, Camus ya lo tiene escrito de antes.
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