Im¨¢genes de Gaza para no olvidar

La pr¨®xima semana se cumple un mes desde el terrible atentado de Ham¨¢s contra la poblaci¨®n israel¨ª. Todos pudimos ver, lo grabaron, c¨®mo los milicianos asesinaban a sangre fr¨ªa a los asistentes a un festival de m¨²sica, los efectos del lanzamiento de cohetes sobre ciudades pr¨®ximas a la franja de Gaza y el asalto a varios kibutz. Ham¨¢s mat¨® a m¨¢s de 1.400 personas y secuestr¨® unas 250, seg¨²n Israel.

Se cumplir¨¢ tambi¨¦n un mes del inicio de la respuesta de Israel, que consiste en virulentos bombardeos sobre la poblaci¨®n civil arguyendo que pueden hacerlo porque Ham¨¢s usa a los civiles como escudo humano y han pedido la evacuaci¨®n de la zona. En estas semanas, Israel ha causado ¡ªseg¨²n el Ministerio de Sanidad gazat¨ª, controlado por Ham¨¢s¡ª 9.000 muertos, entre ellos, 3.760 menores.

Hemos visto im¨¢genes terror¨ªficas: cad¨¢veres por las calles, personas pidiendo ayuda con heridas sangrantes, otras enterradas bajo los escombros¡­ Sin embargo, en una de las que m¨¢s impacto ha causado en la ¨²ltima semana no hay una gota de sangre, pero el dolor traspasa la pantalla. Se trata de un v¨ªdeo de 17 segundos en los que una mujer no se separa ni un mil¨ªmetro del cuerpo de su hermana. 17 segundos en los que llora desconsoladamente sobre la s¨¢bana blanca que envuelve a la menor inerte. ¡°Dudo que haya imagen m¨¢s representativa del dolor inhumano al que Israel est¨¢ sometiendo a la poblaci¨®n gazat¨ª¡±, escribi¨® la usuaria @lolasoria_ en la red social X.

El autor de ese estremecedor v¨ªdeo es el periodista Mahmoud Bassam. Es uno de los profesionales que trabaja en Gaza y cada d¨ªa se juega la vida tratando de informar de los bombardeos que lanza Israel sobre la Franja. Confiesa que a veces tiene que pararse a llorar por la dureza de las im¨¢genes que toma con su c¨¢mara, pero no deja de hacerlo porque es su deber informar de lo que ocurre.

Carla Turr¨®, subdirectora de Ara, comparti¨® hace unos d¨ªas una cr¨®nica del corresponsal de la CNN en Gaza, Ibrahim Dahman, en la que confesaba que nunca hab¨ªa pensado que se convertir¨ªa en protagonista de una noticia. Decidi¨® mostrar c¨®mo tuvo que huir con su familia de las bombas. Buscaron refugio en un hotel donde te¨®ricamente estar¨ªan a salvo, pero tuvieron que salir de all¨ª tres d¨ªas m¨¢s tarde porque las bombas israel¨ªes alcanzaron las puertas del hotel hiriendo a varias personas. ¡°Segundos despu¨¦s de abandonar el hotel, cay¨® un cohete que destruy¨® toda la zona¡±, confesaba grabando desde el coche en marcha. ¡°Ahora estamos en Jan Yunis, y es cuesti¨®n de tiempo que tengamos que huir de nuevo¡±, a?adi¨®.

La presencia de estos periodistas en la franja de Gaza es imprescindible: son los ¨²nicos ojos que hay en el terreno, la ¨²nica garant¨ªa que tenemos de diferenciar la verdad de las noticias falsas y las intoxicaciones propias de las guerras. En este conflicto hay que valorarlos m¨¢s, si cabe, por su especial crudeza con la prensa: hasta el momento han muerto asesinados m¨¢s de 30 periodistas, seg¨²n Reporteros Sin Fronteras.

La indignaci¨®n y el dolor por el v¨ªdeo de la madre desconsolada ante la muerte de su hijo o las im¨¢genes de ciudadanos gazat¨ªes desgarrados por la p¨¦rdida de sus familiares o la destrucci¨®n de sus hogares no deber¨ªan olvidarse con el pr¨®ximo tema de conversaci¨®n en las redes. Y los dirigentes de Occidente deber¨ªan hacer caso a las manifestaciones multitudinarias que surgen en las calles en apoyo al pueblo palestino y presionar a Israel a que frene los bombardeos indiscriminados sobre la franja de Gaza.