Desnudos en X
Los periodistas, m¨¢s protagonistas que nunca, se desahogan en Twitter para diversi¨®n de un auditorio que conf¨ªa cada vez menos en los medios de comunicaci¨®n
Las entrevistas son siempre un g¨¦nero complejo. En manos del entrevistado, el protagonista suele medir hasta la ¨²ltima palabra para no desentonar. Por si acaso, una cohorte de jefes de prensa, directores de comunicaci¨®n y expertos en todo supervisan el encuentro, no sea que surja alguna frase espont¨¢nea, un dato noticioso, que acabe inesperadamente en un titular no deseado. El objetivo es que la conversaci¨®n se integre en el magma inmenso de entrevistas olvidables y repetitivas que habitan los medios de comunicaci¨®n.
Pero la verdad est¨¢ ah¨ª afuera ¡ªMulder y Scully dixit¡ª y ni siquiera se requiere de un gran esfuerzo para descubrirla. Solo hay que conectarse a Twitter y practicar un poco el scroll. Enseguida se topa con un escritor llamando ¡°rata sectaria¡± a un pol¨ªtico, con cargo de un partido acusando a un expresidente del Gobierno de animar al ¡°golpe de Estado¡± o con la tensi¨®n no resuelta entre Stephen King y Elon Musk. Declaraciones que dif¨ªcilmente se pronunciar¨ªan ante el piloto rojo encendido de una c¨¢mara de televisi¨®n, servidas sin m¨¢s filtro que la pantalla de un m¨®vil.
Pero la red social no desnuda solo a famosos, pol¨ªticos, escritores y ricos. La falsa intimidad de Twitter afecta tambi¨¦n a usuarios de ¡ªno se ofendan¡ª menor rango. El calor del sof¨¢ y la manta con el que se tuitea a veces se confunde con la confianza de la charla con un grupo de amigos. ¡°Este fin de semana pensaba viajar fuera de Espa?a. Lo anul¨¦ por la situaci¨®n pol¨ªtica. No me arrepiento. Somos testigos de la Historia de Espa?a, unos a favor, otros en contra, pero Historia de Espa?a. Como periodista vocacional, la vida privada puede esperar. Me alegro de estar¡±, escribi¨® la periodista Estefan¨ªa Molina.
Este fin de semana pensaba viajar fuera de Espa?a. Lo anul¨¦ por la situaci¨®n pol¨ªtica. No me arrepiento. Somos testigos de la Historia de Espa?a, unos a favor, otros en contra, pero Historia de Espa?a. Como periodista vocacional, la vida privada puede esperar. Me alegro de estar.
— Estefania Molina ??? (@EstefMolina_) November 2, 2023
El subtexto del tuit sangra por las costuras: los periodistas se sienten importantes. Tanto, que dejan lo dem¨¢s a un lado. ¡°Esa idea de que para los periodistas vocacionales la vida privada puede esperar es perversa. Sirve para que la conciliaci¨®n parezca un lujo¡ Sirve para explotar un poco m¨¢s¡±, reprocha la informadora Ana Requena. ¡°No pagu¨¦is con vuestra vida privada lo que un medio no quiere pagar en puestos de trabajo suficientes¡±, se suma Mar¨ªa Zuil, del mismo gremio. ¡°La pasi¨®n por el trabajo se ha convertido en una excusa para olvidar los derechos laborales¡±, le env¨ªa otro plumilla m¨¢s.
Nadie puede culpar a Molina de que entienda as¨ª el oficio porque as¨ª nos lo han ense?ado. ¡°Esto es como un sacerdocio¡±, sol¨ªan arengar los mayores a los reci¨¦n aterrizados en una redacci¨®n, con pretensiones tan humildes como construir un mundo mejor ejerciendo de corresponsales de guerra. Y si no, como Bernstein y Woodward, destapar la corrupci¨®n pol¨ªtica y derribar gobiernos ileg¨ªtimos. Una vida sin m¨¢s horario que la actualidad informativa, ni m¨¢s religi¨®n que la noticia, con la exclusiva como su santo profeta.
Un plan a todas luces insensato, que ahora encima los periodistas, m¨¢s protagonistas que nunca, comparten en Twitter para diversi¨®n de un auditorio que conf¨ªa cada vez menos en los medios de comunicaci¨®n. Justificaciones p¨²blicas de la explotaci¨®n, propia o ajena, que en funci¨®n de la encomienda resultan m¨¢s o menos absurdas. No es igual contar la ley de amnist¨ªa que una guerra. No es raro que el oficio de periodista vaya a la baja: mal horario, peor sueldo, y unas perspectivas de futuro poco halag¨¹e?as. Pero aun as¨ª, algunos siguen jug¨¢ndosela por los dem¨¢s. Solo en un mes, m¨¢s de 30 periodistas han sido asesinados en Gaza, seg¨²n datos de Reporteros Sin Fronteras. En Historias contadas al o¨ªdo (Revista 5w), la periodista Ebbaba Hameida lo resume as¨ª: ¡°En los lugares donde no hay periodismo, la vida se asfixia¡±.
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