Tirar la piedra

La protesta leg¨ªtima queda enterrada bajo la algarada violenta, pero los medios que alimentaron a esos violentos, que hicieron famosos a desokupas o Alvises, los que trataron de ¡°nueva derecha¡± a organizaciones parafascistas como la Revuelta voxiana, los que dieron altavoces a las Peraltas neonazis, los que tiraron la piedra, ahora esconden la mano. Esos medios ya solo ven se?oras mayores te?idas de rubio, Esperanzas Aguirres y jovencitos pijos putodefendiendo Espa?a.

Si tirar vallas a los polic¨ªas era ¡°terrorismo¡± en la Barcelona de 2017, ya no lo es en el Madrid de 2023; es solo la naci¨®n levantada contra el d¨¦spota. O, como escrib¨ªa el lunes Miquel Gim¨¦nez en Vozp¨®puli, ¡°el espa?olito de a pie est¨¢ hasta los mism¨ªsimos y ha decidido, en funci¨®n de su leal saber y entender, salir a las calles a decir que ya est¨¢ bien, que no ten¨¦is verg¨¹enza y que vuestro tiempo empieza a ser de descuento¡±. Se manifiesta, seg¨²n el columnista, ¡°la Espa?a que ni es de derechas ni de izquierdas¡±, que es la definici¨®n habitual de la Espa?a a la derecha de la derecha.

En el mismo digital, Gabriel Sanz vio manifestarse a Esperanza Aguirre y al click de Famobil (porque los grandes hallazgos, como este de Pedro Vall¨ªn en referencia a Santiago Abascal, merecen ser copiados). Y no le gust¨®, porque no son ¡°dos espa?oles m¨¢s¡±, porque la protesta era ¡°sin cobertura legal¡± y porque cayeron ¡°en la tentaci¨®n de acosar al rival en su sede, yendo un paso m¨¢s all¨¢ de esa guerra simb¨®lica que es la pol¨ªtica¡±.

Gabriel Sanz se dej¨® enga?ar. Si hubiera le¨ªdo en Abc a Chapu Apaolaza sabr¨ªa que aquello solo hab¨ªa sido ¡°una mezcla de abrigos de loden y veintea?eros de la que emerge Esperanza Aguirre a cortar la calle Ferraz moviendo los brazos como si espantara las gallinas¡±. No hubo loas a Franco ni saludos brazo en alto; nadie tir¨® nada a la Polic¨ªa, no hubo gritos nazis ni banderas con pollos ni c¨¢nticos a ¡°Marlaska maric¨®n¡±, a ¡°Felipe el Mas¨®n¡± ni contra ¡°los moros¡±. Parec¨ªa aquello una cabalgata infantil navide?a de ¡°peligrosas se?oras rubias del barrio de Salamanca¡±, que ¡°acaso escondan bajo el abrigo la raqueta de p¨¢del¡±. ¡°Cayetanos cabreados¡± que, seg¨²n el columnista, la izquierda quiere vender como ¡°peligrosos militantes de una banda armada¡±, cuando eran ¡°unas se?oronas de N¨²?ez de Balboa¡±.

Sanz tampoco ley¨® a su compa?era Irene Gonz¨¢lez, que en Ferraz no vio m¨¢s que ¡°mujeres, personas mayores y padres de familia¡±. Gonz¨¢lez pide a sus lectores que ¡°no caigan en el des¨¢nimo, aunque escuchen al Partido Popular se?alar como v¨¢ndalos y delincuentes a los manifestantes pac¨ªficos de Ferraz¡±. Mientras, en El Mundo David Lema escribe que desconoce ¡°cu¨¢l es la falacia l¨®gica de la que tira el PP para no calificar de borregos superados por el tiempo y la educaci¨®n a quienes est¨¢n reventando las manifestaciones contra la amnist¨ªa¡±. Otro que se dej¨® enga?ar por la propaganda de la progresfera, palabro que los j¨®venes cachorros fascistas usan creyendo que es un insulto.

Del tirar la piedra y esconder la mano cuando rompes el cristal saben los editoriales de Abc. El lunes animaba a la protesta alegando que los socialistas ¡°han decidido deslegitimar cualquier forma de cr¨ªtica u oposici¨®n¡±. El martes, ante la vanguardia ultra que lideraba la manifestaci¨®n en la calle de Ferraz, ya record¨® que hab¨ªa que manifestarse ¡°desde la ejemplaridad civil¡±. Pero esa vanguardia, sacada de la mugre del fondo del caldero negro de la derecha madrile?a despu¨¦s de rascar con un estropajo de brillo, no entendi¨® tal sutileza, por lo que el mi¨¦rcoles el editorial ya llevaba un t¨ªtulo facilito de entender: ¡°Con violencia, no¡±.

Mientras el columnismo reaccionario pon¨ªa todos los focos en Ferraz, Federico Jim¨¦nez Losantos, quien siempre va por delante, se?alaba a la guarida del monstruo detr¨¢s del proyecto ¡°por la destrucci¨®n de Espa?a¡±. No es S¨¢nchez, no. El veterano presentador de radio y columnista asegura que es el papa Francisco, el argentino Jorge Bergoglio, quien quiere acabar con Espa?a y que por eso recibi¨® el lunes al presidente catal¨¢n, Pere Aragon¨¨s. El Papa, seg¨²n el columnista de El Mundo, no llega a Anticristo o Sat¨¢n, no por falta de ¡°af¨¢n comunistoide¡± sino por ¡°falta de nivel intelectual¡±.