Fuerza irresistible frente a objeto inamovible
Los problemas econ¨®micos y sociales en Alemania son un buen ejemplo de c¨®mo el uso de ciertas palabras es clave porque con ellas no se transmiten solo hechos, sino tambi¨¦n juicios
Un gobierno situado en dos tercios a la izquierda quiere endurecer la pol¨ªtica de inmigraci¨®n en Alemania, cuando m¨¢s poblaci¨®n que nunca se mueve en el mundo y el pa¨ªs est¨¢ a punto de perder por jubilaci¨®n a dos millones de trabajadores. Parafraseando al Joker frente a Batman en El Caballero Oscuro: una fuerza imparable choca con un objeto inamovible.
Alemania recibir¨¢ en 2023 del n¨²mero m¨¢s alto de demandas de asilo desde que Angela Merkel pronunci¨® su famoso Wir schaffen das por la ola de refugiados sirios en 2015, y a esto se suma el mill¨®n de ucranianos que vive aqu¨ª sin necesidad de papeles. Pero 14 millones de alemanes se retirar¨¢n antes de 2035, prejubilarse es ahora su opci¨®n preferida, y cuarenta y cinco millones de empleados trabajan hoy tantas horas como cuarenta millones de 1991. No hay m¨¢s que irse a tomar un caf¨¦ o hacer la compra: los carteles de ¡°se busca personal¡± son perennes. Los que tenemos hijos en colegios alemanes estamos acostumbrados a o¨ªr que no hay profesores para tanto alumno. El desempleo se mantiene en torno a un resistente cinco por ciento.
Los pol¨ªticos, no solo los de extrema derecha, se enredan en historias que alimentan la envidia y otros sentimientos primitivos hacia los inmigrantes (se ha convertido en meme la cita del l¨ªder conservador Friedrich Merz, sobre c¨®mo los reci¨¦n llegados ocupan las consultas odontol¨®gicas para embellecerse la boca, mientras los ciudadanos alemanes esperan meses por una cita). Lanzan cifras dif¨ªciles de contextualizar para el votante medio, del que se busca reforzar lo que ya cree, no plantearle ideas que lo descoloquen o le hagan ver que, oye, el de enfrente no est¨¢ tan mal. Los medios de comunicaci¨®n contribuyen a esto porque da clics. A Alemania le faltan trabajadores, pero, seg¨²n este discurso, no le gusta los que recibe; necesita personas, pero quiere bloques de Lego que encajen sobre los anteriores. Un grupo de ling¨¹istas us¨® la frase de Merkel como punto de partida para analizar la informaci¨®n sobre migraci¨®n. Sus resultados muestran patrones: cerca de ¡°refugiado¡± o ¡°inmigrante¡± aparecen palabras relacionadas con mercanc¨ªas, como ¡°cuota¡±, ¡°saturaci¨®n¡±, ¡°carga¡±, ¡°reparto¡± o ¡°cantidad¡±. Se nombran top¨®nimos de destino, pero no de origen, homogeneizando y anonimizando.
Esto fue distinto cuando llegaron los ucranios. Aqu¨ª los medios y los pol¨ªticos personalizaron historias de origen, las constelaciones de palabras cambiaron a ¡°alojamiento¡±, ¡°refugio¡±, ¡°cuidado¡±, ¡°ayuda¡±, ¡°contribuci¨®n¡±. Este es un tema en el que, una vez m¨¢s, a Alemania le pesan los libros de historia. El fracaso de la comunidad internacional a la hora de acoger a los que hu¨ªan de los nazis empuj¨® a muchos hacia las c¨¢maras de gas. A ra¨ªz de esas atrocidades la comunidad internacional cre¨® despu¨¦s de la guerra acuerdos vinculantes sobre refugiados y derechos humanos.
Las narrativas est¨¢n muy integradas en c¨®mo las personas vemos las cosas, los seres humanos necesitamos creer en historias, mitos que nos expliquen qui¨¦nes somos. El uso de vocabulario y constelaciones de palabras es clave porque no se transmiten solo hechos, sino tambi¨¦n juicios. De esa forma, el debate p¨²blico influye en la acci¨®n pol¨ªtica.
Un grupo de trescientos expertos en ciencias sociales ha denunciado que el discurso en torno a la migraci¨®n en Alemania est¨¢ despoblado de hechos e invadido por im¨¢genes en aras de pol¨ªticas populistas, como la necesidad de ¡°un pacto alem¨¢n¡± contra la inmigraci¨®n irregular, cuando el problema ni es nuevo, ni es urgente, ni es generalizado en un pa¨ªs donde la edad m¨¢s frecuente es de 40 a 60 a?os.
Los alemanes, por supuesto, quieren clases peque?as para sus hijos, calles seguras, m¨¦dicos, sus desfiles de San Mart¨ªn con farolillos, los mercados de Navidad, Carnaval, Pascua. Pero sus principales preocupaciones no tienen que ver con los que llegan, sino con la gesti¨®n de los que est¨¢n. Los precios de los alimentos y la energ¨ªa siguen altos. Las citas para alquilar pisos en Berl¨ªn, Hamburgo o M¨²nich son aut¨¦nticos casting. Han aumentado los casos de depresi¨®n, sobre todo por soledad. Faltan guarder¨ªas. En el pa¨ªs de los coches potentes, las principales autopistas est¨¢n saturadas. La red ferroviaria zigzaguea por un extenso territorio en el coraz¨®n de Europa, pero son c¨¦lebres los chistes por su baja fiabilidad (mi favorito: la P en Deutsche Bahn significa puntualidad). Internet va tan mal en algunos sitios que es m¨¢s r¨¢pido enviar fotos con un DVD llevado por un jinete que online. Estas son las preocupaciones del d¨ªa a d¨ªa.
Al Joker no le dio tiempo a explicarlo porque estaba colgando bocabajo de un rascacielos frente a Batman, pero la paradoja de la fuerza imparable est¨¢ en el origen de la palabra china contradicci¨®n, que es en lo que se han encallado los pol¨ªticos alemanes por su falta de autocr¨ªtica y de confianza en el votante para entender un tema complejo como es la migraci¨®n.
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