Violencia y mala educaci¨®n
Los lectores escriben sobre el odio en las protestas de la extrema derecha contra S¨¢nchez, el impacto de la tecnolog¨ªa en las relaciones sociales, la falsa empat¨ªa y la ascendencia de Ayuso sobre Feij¨®o
La agresividad mostrada la Nochevieja pasada en el apaleamiento a un mu?eco que representaba al presidente del Gobierno es una estampa digna de enmarcar; no como un christmas de Navidad, sino como muestra de la frontera que un ser humano no deber¨ªa traspasar. No es delito. Tenemos libertad de expresi¨®n y vivimos en democracia, pero es muy grave porque es un s¨ªntoma, al menos, de mala educaci¨®n. Hemos puesto el list¨®n de lo posible en lo legal, pero debemos volver a ponerlo, ni m¨¢s alto ni m¨¢s bajo, en otro lugar. Ese aquelarre simb¨®lico no es un argumento, ni una proclama, ni la expresi¨®n de un deseo. Es solo odio. A saber qu¨¦ inquieta por dentro a cada cual para pagar su ira con un chivo expiatorio. No demos dimensi¨®n pol¨ªtica a un acontecimiento de gente loca y con mala educaci¨®n. Porque toda violencia pierde la raz¨®n.
Crist¨®bal G¨®mez Mayorga. Rinc¨®n de la Victoria (M¨¢laga)
Pantallas y humanos
En segundos, la tecnolog¨ªa absorbe una cena familiar. Se han perdido habilidades de interacci¨®n social. Las nuevas generaciones no saben relacionarse con los dem¨¢s si no es frente a las pantallas. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando para que uno no valore la presencia del otro en la mesa? La tecnolog¨ªa resuelve tanto por nosotros que hemos dejado de desarrollar lo humanos que somos, olvidando que lo m¨¢s valioso es el tiempo de calidad compartido. Se educa con el ejemplo: si en una cena familiar como padre priorizo la pantalla, mejor no esperar que en unos a?os mi hijo conf¨ªe m¨¢s en m¨ª que en ChatGPT.
Carla Rosalyn Cede?o V¨¦lez. Manta (Ecuador)
Falsa empat¨ªa
El otro d¨ªa, ocurri¨® algo curioso al encontrarme con mi vecina. Mientras nos dese¨¢bamos feliz a?o, vimos a un repartidor de Glovo llamando a un piso para realizar una entrega y lo ¨²nico que se le ocurri¨® a mi vecina fue reflexionar sobre la pena que le daban las personas que est¨¢n obligadas a trabajar un uno de enero. Pens¨¦ para mis adentros: ?no le da pena que durante todo el a?o estos chicos trabajen en condiciones que reflejan una clara explotaci¨®n laboral y ausencia de garant¨ªas seguras? En fin. La falsa empat¨ªa determinada por el contexto. Solo hoy nos da pena. Ma?ana nos da igual.
Leidy Johana Bejarano Vargas. Barcelona
Carta a las lectoras
Nunca cierro el peri¨®dico sin leer la secci¨®n de Opini¨®n y, c¨®mo no, las vi?etas y las Cartas a la Directora. Me dicen mucho. Respecto a las cartas, un dato: en los ¨²ltimos 25 d¨ªas, he contado 61 firmadas por hombres y 39 firmadas por mujeres. Respecto del a?o pasado, hemos mejorado la participaci¨®n y me encanta. ?Vamos, chicas! Nuestra opini¨®n es muy importante y tenemos mucho que decir.
Carmen Alonso N¨²?ez. Madrid
Preso de Ayuso
Dos d¨ªas despu¨¦s de Nochevieja, la condena de Feij¨®o, aunque llegara, no tiene ning¨²n valor. Carece de personalidad y de criterio propio. Tener que mirar de reojo a Isabel D¨ªaz Ayuso es lo que le tiene preso.
Rosa Mar¨ªa Ballestero B¨¢ez. Madrid
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