La falsa pista de Taylor Swift

Lo que parec¨ªa un ataque coordinado de un pu?ado de activistas mis¨®ginos contra la persona del a?o, Taylor Swift, ha resultado ser un ataque coordinado de la campa?a del candidato republicano, Donald Trump. Despu¨¦s de inundar la red de pornograf¨ªa sint¨¦tica no consentida de la cantante estadounidense, han procedido a cubrirla con una serie de rocambolescas teor¨ªas de la conspiraci¨®n. Seg¨²n las ¨²ltimas revelaciones de la Trumposfera, Taylor Swift es un pe¨®n del Pent¨¢gono, una operaci¨®n psicol¨®gica de interferencia electoral dise?ada para manipular a los votantes. Peor todav¨ªa. La acusan de haber hecho trampas para que Travis Kelce y los Kansas City Chiefs lleguen a la Super Bowl.

Adem¨¢s de ser su novio, Kelce ha promocionado la vacuna de Pfizer para la covid y la gripe (como dice el propio anuncio, ?dos cosas a la vez!). Sabrina Singh, jefa de prensa del Pent¨¢gono, ha declarado abiertamente: ¡°Taylor Swift no es parte de una operaci¨®n psicol¨®gica del Departamento de Defensa y punto¡±. Los tiempos de ignorar las barrocas conspiraciones de las redes de la ultraderecha se acabaron el 6 de enero de 2021. Hasta QAnon empez¨® con un humilde Pizzagate.

Swift todav¨ªa no ha anunciado a qui¨¦n apoyar¨¢ en estas elecciones, pero es f¨¢cil de adivinar. En 2018, respald¨® a los dem¨®cratas en casa (Tennessee) y en 2020, a Joe Biden, adem¨¢s decirle a Donald Trump por Twitter que le iban a echar de la Casa Blanca (¡°we will vote you out¡±). Taylor tiene 95 millones de seguidores en Twitter; Trump, 87,4 millones. El pasado septiembre, la cantante anim¨® a sus fans en Instagram a que celebraran el d¨ªa nacional del voto registr¨¢ndose en Vote.org. La organizaci¨®n recibi¨® m¨¢s de 35.252 registros nuevos en un solo d¨ªa, un 23% m¨¢s que el a?o anterior. (Taylor tiene 279 millones de seguidores en Instagram; Donald Trump, 23,7 millones).

La pornograf¨ªa sint¨¦tica no consentida es ya una herramienta habitual para amedrentar a las mujeres que declaran en casos de agresi¨®n y acoso sexual, y para degradar a mujeres que aspiran a cargos pol¨ªticos. Y, sin embargo, parece extraordinario que Trump ataque a la mujer que tiene en su peque?o pu?o a las nuevas votantes de Am¨¦rica, un fen¨®meno de masas que empeque?ece a los Beatles, a Michael Jackson y a la mism¨ªsima Beyonc¨¦. Solo en su ¨²ltima gira, The Eras Tour, Swift ha llenado ocho veces seguidas el estadio de Wembley, con capacidad para 90.000 personas. El Allegiant Stadium de Las Vegas, donde se disputar¨¢ la Super Bowl, tiene 72.000 asientos. Cuando Trump se enfrenta a 91 cargos por delitos graves, incluyendo interferencia electoral, fraude, pago de dinero para silenciar a Stormy Daniels, secuestro de documentos clasificados y difamaci¨®n, el ataque contra Taylor empieza a parecer un ataque de denegaci¨®n de servicio a los medios, seg¨²n la doctrina que su jefe de estrategia le explic¨® a Michael Lewis en un art¨ªculo de Bloomberg publicado en 2018.

¡°Los dem¨®cratas dan lo mismo¡±, explic¨® Steve Bannon. ¡°La verdadera oposici¨®n son los medios de comunicaci¨®n. La manera de gestionarla es anegar la zona con basura¡±. La estrategia, sacada directamente del manual Goebbels y actualizada por todos los populistas autoritarios, de Duterte a Bolsonaro, no es mentir, sino de?sorientar y asfixiar. El principal trabajo de los medios este a?o no ser¨¢ verificar todo lo que produce la m¨¢quina, sino volver a decidir qu¨¦ noticias son realmente noticia y esquivar todo lo dem¨¢s.