Te siento lejos
Entre las nuevas generaciones, los sexos parecen habitar en universos paralelos. Y la creciente brecha de g¨¦nero deber¨ªa llevar a preocuparnos
¨DQuerida, te siento lejos.
¨DYo tambi¨¦n. Ves el programa de Pablo Motos y ya no crees que un gobierno PP-Vox ser¨ªa fascista. De hecho, hasta dudo a qui¨¦n votaste el 23-J.
¨D?No! Esa papeleta del PP que encontraste en mi cartera¡no s¨¦ c¨®mo acab¨® ah¨ª. Te lo juro, vot¨¦ a S¨¢nchez. Pero reconocer¨¢s que, con tanta cesi¨®n a los independentistas, lo est¨¢n poniendo dif¨ªcil¡
No s¨¦ si alguna persona se siente identificada con esta conversaci¨®n, pero los datos apuntan a una creciente divergencia ideol¨®gica entre mujeres y hombres. Ellas, cada d¨ªa m¨¢s de izquierdas. Nosotros, m¨¢s de derechas. Es un cambio hist¨®rico, porque hasta bien entrado el siglo XX, era al rev¨¦s. En Estados Unidos, las mujeres se identificaban m¨¢s con los republicanos que los hombres y recordemos las reticencias de nuestra izquierda a conceder el voto femenino en los a?os treinta.
Pero ahora, como recordaba John Burn-Murdoch en el Financial Times, en pa¨ªses como EE UU o Alemania los varones j¨®venes son 30 puntos porcentuales m¨¢s conservadores que sus coet¨¢neas. En toda Europa, la extrema derecha se nutre de votantes masculinos. Y, en Corea o China, las diferencias son a¨²n mayores. La causa es la activaci¨®n pol¨ªtica de movimientos de emancipaci¨®n como el #MeToo. La consecuencia es que, entre las nuevas generaciones, los sexos parecen habitar en universos paralelos. Y la creciente brecha de g¨¦nero deber¨ªa llevar a preocuparnos.
?O no? Porque, como indican algunos estudios, las opiniones de hombres y mujeres sobre cuestiones pol¨ªticas concretas no han cambiado mucho a lo largo de los a?os. Nosotros casi siempre hemos tenido una visi¨®n m¨¢s conservadora del Estado del bienestar, la pol¨ªtica exterior, las relaciones entre razas y culturas, o el aborto. Lo que ocurre es que esas divergencias permanec¨ªan ocultas, porque los hombres hemos dominado el debate p¨²blico. Ese monopolio se ha roto y una pl¨¦tora de problemas que las mujeres han sufrido secularmente, de la brecha salarial al consentimiento, han entrado en escena, forzando a los partidos a posicionarse.
Algunos entender¨¢n que la sociedad se politiza (ese verbo que tiene tan mala reputaci¨®n, sobre todo si lo que se politiza no es de tu gusto) y polariza. Yo creo que es m¨¢s diversa y plural. Mujeres y hombres no estamos m¨¢s lejos, sino que ahora reconocemos la distancia que nos separa, el primer paso para el encuentro.
¨DQuerida, te quiero. @VictorLapuente
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