La Galicia decimon¨®nica
Los lectores escriben sobre las elecciones gallegas, el edadismo, la situaci¨®n del madrile?o barrio de Lavapi¨¦s y la jubilaci¨®n de Ana Blanco
Galicia sigue representando el feudo del Partido Popular; nuestra naci¨®n cultural est¨¢ capilarizada por la maquinaria medi¨¢tica y pol¨ªtica de los populares, que presenta vasos comunicantes y agujas hipod¨¦rmicas en todos los ¨¢mbitos de la sociedad con el fin de alienarnos a pesar de que no somos ontol¨®gicamente conservadores. La izquierda soberanista, junto con el socialismo estatal, son las esperanzas de nuestro pueblo para desarraigarse de las cadenas anquilosadas del pasado y el desgobierno debido a que las otras fuerzas progresistas que surgieron tras el 15-M personifican a Saturno devorando a su hijo. Sin embargo, cuando despertamos, el dinosaurio del Partido Popular de Galicia todav¨ªa estaba all¨ª.
Xi¨¢n Ant¨®n Lorenzo Rodr¨ªguez. Ourense
Tr¨¢tennos sin prejuicios
Tengo 75 a?os y, por tanto, soy mayor. Tengo una vejez activa: voy a pilates y yoga, participo en un club de lectura, sigo los acontecimientos pol¨ªticos de nuestro pa¨ªs y del resto del mundo. Como es l¨®gico por la edad, puede que me cueste recordar el nombre de un actor o de un pol¨ªtico en un momento dado, aunque un rato despu¨¦s lo haga. Pero determinados profesionales j¨®venes no lo ven as¨ª, te repiten una cosa sencilla como si estuvieses lela, y eso es ofensivo. Por favor, tr¨¢tennos a los mayores sin prejuicios y valoren objetivamente nuestras capacidades.
Mercedes Brotons Valero. Madrid
Un barrio ¡®cool¡¯ y sucio
Leo art¨ªculos que definen Lavapi¨¦s como uno de los barrios m¨¢s cool de Europa. Desde luego, este no es el sentir de las familias que vivimos aqu¨ª. Las calles est¨¢n sucias y los contenedores rebosan. La presi¨®n inmigratoria en condiciones de pobreza es enorme, y contrastan las personas durmiendo en la calle con largas colas para tomar un brunch. La droga campa a sus anchas, y los narcopisos siguen abiertos. Los vecinos son desalojados de sus casas por fondos de inversi¨®n para especular, mientras los alquileres siguen subiendo. Las peleas en la calle y los robos empiezan a ser habituales. El ruido nocturno ensordece. Supongo que para el turista o el que viene de ca?as todo esto debe de ser invisible o incluso anecd¨®tico. Sin embargo, las familias que vivimos aqu¨ª resistimos como podemos a esta mezcla de abandono, gentrificaci¨®n y drogas, porque es nuestro barrio y no queremos irnos de nuestras casas. Pero, ?hasta cu¨¢ndo?
Noelia Gonz¨¢lez Mu?oz. Madrid
El adi¨®s de Ana Blanco
Ana Blanco se jubila. Nunca nadie fue presentadora en la televisi¨®n p¨²blica de manera continua, mandara quien mandara, dirigiera quien dirigiera. Nunca nadie podr¨¢ olvidar su sonrisa, esa voz inconfundible, esa sobriedad tan impecable que a todos llegaba, en sus informativos diarios, y en los especiales y grandes acontecimientos de dichas y desdichas. Este s¨¢bado presentar¨¢ su ¨²ltimo Informe semanal, pero una profesional que inform¨® d¨ªas, semanas, a?os, lustros y decenios ser¨¢ algo irrepetible. Alg¨²n d¨ªa se establecer¨¢ un premio que llevar¨¢ su nombre a la mejor presentadora. ?Mejor? Imposible. ?Igual? Dif¨ªcil. Gracias, Ana.
Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez Lamoca. Madrid
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