Dos ratas pele¨¢ndose por un churro
El PSOE le dice al PP que no est¨¢ para dar lecciones de anticorrupci¨®n, como si ¨¦l s¨ª lo estuviera. Supongo que ser¨ªa gracioso si el dinero no fuera nuestro
Sobre el caso Koldo en general y el papel de ?balos en la trama en particular se puede escribir mucho y desde muchas perspectivas. Y as¨ª est¨¢ siendo: seguramente hoy mismo tengan a su disposici¨®n, en este diario y otros, un pu?ado de columnas que aborden la cuesti¨®n y sus infinitas aristas. Porque el oficio del opin¨®logo va en buena parte de andar a salto de mata, comentando lo que haya que comentar esa semana y siendo criticado tanto cuando uno cumple (porque qu¨¦ cojones sabr¨¢ esta se?orita de pol¨ªtica) como cuando no (porque ya est¨¢ dando la casta?a con su familia). Pero tambi¨¦n porque el tema da para guion berlanguiano, as¨ª que no te digo ya para columna.
A Koldo y su mete¨®rica carrera, de portero de puticlub a mano derecha de ministro, se le podr¨ªan componer coplas y canciones. A ?balos y su tr¨¢gica cornada alguien deber¨ªa escribirles una eleg¨ªa, un llanto como el de S¨¢nchez Mej¨ªas, que para algo es hijo de torero. Tampoco estar¨ªa de m¨¢s un estudio de literatura comparada de la aventura de estos dos con lo mejor del Siglo de Oro, de la picaresca del Lazarillo al Quijote, aunque en este caso ser¨ªa complicado determinar qui¨¦n es el hidalgo y qui¨¦n su escudero.
Tambi¨¦n tendr¨ªa sentido echar mano de la literatura comparada para analizar similitudes y diferencias entre el caso que hoy nos ocupa y el de Tom¨¢s Ayuso. Pues, aunque son distintos (y por eso pueden compararse), en ambos hubo un lucro derivado de la venta de productos sanitarios esenciales en un momento tan delicado como la pandemia. Y en ambas ocasiones hubo tambi¨¦n un pol¨ªtico ¡ªIsabel D¨ªaz, Jose Luis ?balos¡ª que, a pesar de no estar incurriendo, hasta donde sabemos, en ilegalidad alguna, s¨ª que dejaron bastante que desear, por decirlo finamente. Pero ninguno lo reconocer¨¢, porque ambos comparten caradura y desparpajo, soberbia y desverg¨¹enza, algo que juega a su favor porque los hace humanos en un tablero pol¨ªtico en el que la autenticidad est¨¢ en retroceso.
Lo que tambi¨¦n compart¨ªan hasta que ?balos fue purgado es militancia en los dos partidos con m¨¢s casos de corrupci¨®n de nuestro pa¨ªs. Por eso ver a los suyos en el Congreso acus¨¢ndose de ladrones los unos a los otros es de ¨®pera bufa. Los de la G¨¹rtel, el caso B¨¢rcenas o la P¨²nica llamando ladrones a los de Filesa, los ERE y Mediador (y viceversa). Los que exigen a uno de los suyos entregar el acta porque resulta que su mano derecha era un mangante son los mismos que van a amnistiar a los independentistas malversadores. A su vez, los que critican la amnist¨ªa a los independentistas malversadores argumentando que es imperdonable meter la zarpa en el bolsillo de los espa?oles son los que en su d¨ªa amnistiaron fiscalmente a Rato y a otro buen pu?ado de tunantes por hacer eso mismo. El PSOE le dice al PP que no est¨¢n para dar lecciones de anticorrupci¨®n, como si ellos s¨ª lo estuvieran. Supongo que ser¨ªa gracioso si las perras no fueran nuestras.
Sus se?or¨ªas del bipartidismo probablemente se vean a s¨ª mismas como heroicos p¨²giles, guardianes de la democracia y sus sagrados valores, honorables gentilhombres (y mujeres) al servicio de los irrenunciables mandatos constitucionales. Yo lo que pienso cada vez que los veo llam¨¢ndose chorizos los unos a los otros es en un refr¨¢n que adem¨¢s viene muy al caso por el antiguo oficio de Koldo: habl¨® de putas la Tacones. Los veo voce¨¢ndose mangantes y ladrones y recuerdo un v¨ªdeo viral de YouTube que se llama Dos ratas pele¨¢ndose por un churro. Solo que el churro, en este caso, es nuestra atenci¨®n y nuestro voto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.