La perversi¨®n del lenguaje o la banalizaci¨®n de las palabras
La suma de lo pol¨ªticamente correcto y la tergiversaci¨®n lleva a la manipulaci¨®n de la sociedad
No descubro la sopa de ajo si digo que estamos sumidos ¡ªde palabra y de facto¡ª en la moda de lo inclusivo, como evoluci¨®n de lo pol¨ªticamente correcto y para afianzar las ideolog¨ªas de g¨¦nero, tan en boga en la izquierda l¨ªquida. As¨ª las cosas, J. K. Rowling, la aclamada autora de Harry Potter, consciente como pocos del poder de las palabras, no ha tardado en enfrentarse a la reciente Ley de Delitos de Odio y Orden P¨²blico de Escocia, porque a su juicio limita la libertad de expresi¨®n y minar¨¢ los derechos de las mujeres. Y lo ha hecho en distintos tuits utilizando en ellos los pronombres en funci¨®n del sexo de cada una de las personas citadas, se?alando que esperaba que la arrestaran. Es indiscutible que pocos como ella se atreven a defender en p¨²blico su ideolog¨ªa con coherencia, convencimiento y argumentos, a pesar de la penalizaci¨®n que pueda suponerle.
Al hilo de esto, pens¨¦ c¨®mo, cada vez m¨¢s, son muchas las palabras que, teniendo un uso concreto y definido ¡ªs¨ª, por la RAE, pero tambi¨¦n socialmente¡ª, se tergiversan o usan casi dir¨ªa a su libre albedr¨ªo, por no decir de forma torticera, o que se haya multiplicado el uso de eufemismos, hasta casi eliminar los t¨¦rminos originales, evitando llamar a las cosas por su nombre, todo en aras del ¡°bien quedar¡± tan caracter¨ªstico de la izquierda l¨ªquida que nos rodea.
No s¨¦ yo c¨®mo hemos llegado aqu¨ª, si por falta de inter¨¦s, de cultura o por simple dejadez, aunque sospecho que quiz¨¢s haya tambi¨¦n algo de mala intenci¨®n, pero dir¨ªa que, a mi juicio, este viene siendo uno de los males end¨¦micos de este siglo. Si uno nombra las cosas de forma distinta a su definici¨®n, qu¨¦ duda cabe que podemos llegar a conclusiones err¨®neas, porque la perversi¨®n del lenguaje es una sutil forma de control social.
Me explico.
?Que presentamos a Eurovisi¨®n una canci¨®n que se titula Zorra? Pues repetimos, hasta la saciedad, que no estamos haciendo referencia a uno de los insultos m¨¢s utilizados para denigrar a las mujeres, ni siquiera a una de las situaciones ¡ªla prostituci¨®n¡ª a la que se ven abocadas, obligadas tambi¨¦n, miles de mujeres vulnerables, digamos que es algo empoderante (para otro art¨ªculo dejo reflexionar acercar del horrible uso de la palabra empoderante). ?Que se pagan menos impuestos en Catalu?a? Pues titulamos: ¡°Catalu?a ocupa el ¨²ltimo lugar en el ranking de competitividad fiscal en Espa?a¡±, en lugar de decir: los ricos pagan menos impuestos en Catalu?a. ?Que vivimos en una crisis? Llam¨¦mosle desaceleraci¨®n, eso por no hablar de que a diario hay guerras pac¨ªficas o bombardeos amistosos.
Ni que decir tiene que si entramos en el terreno del feminismo, entonces s¨ª podemos quedarnos a cuadros, como acabamos de ver: no digamos mujer, hablemos de ¡°seres menstruantes¡±; no hablemos de alquilar a una mujer, digamos ¡°maternidad subrogada¡±, no mencionemos a la madre como la que pare, hablemos de ¡°progenitor gestante¡±, no hablemos de vagina, digamos ¡°personas con agujero delantero¡±...
Lo curioso de todo esto es que pol¨ªticos, periodistas y opin¨®logos de cualquier arco ideol¨®gico se afanan en utilizar los t¨¦rminos como mejor les conviene, o como les parece que van a quedar mejor con su audiencia o su medio de comunicaci¨®n, independientemente de su significado real. As¨ª, poco a poco, van calando palabras que no dicen lo que significan, o significados ocultos tras palabras rimbombantes: inclusivo, resiliente, sostenible¡
Todo ello en un claro intento de manipular a la opini¨®n p¨²blica, porque saben que ¡ªlas redes y la inmediatez se impone¡ª asimilamos conceptos, no ideas, sin casi reflexi¨®n.
Junto con la palabra mujer, otra cuyo uso ha sido m¨¢s tergiversado y manipulado es fascismo. De un tiempo a esta parte todo es fascismo. Pero lo cierto es que si todo es fascismo, nada lo es. No olvidemos a Isabel D¨ªaz Ayuso cuando dijo en un ya lejano 2021 en una entrevista: ¡°Cuando te llaman fascista sabes que lo est¨¢s haciendo bien y que est¨¢s en el lado bueno¡± y los suyos aplaudieron y los que no son suyos la criticaron. Mientras, la gente, a quien los grandes dictadores del siglo XX le quedan lejos ¡ªya sabemos que se lee poco¡ª se hace su composici¨®n de lugar asimilando un discurso que en realidad nada ofrece como alternativa a la derecha m¨¢s que la palabreja en cuesti¨®n, sin llegar nunca a su significado real. ?Y qu¨¦ me dec¨ªs de la palabra ¡°libertad¡±? Eso que para Ayuso es sin¨®nimo de tomar ca?as y para Aznar era conducir borracho (recordar¨¦is cuando dijo que qui¨¦n era el Estado para impedirle conducir despu¨¦s de algunas copas de vino).
Se juntan as¨ª dos lenguajes, el pol¨ªticamente correcto, o neolenguaje, con la tergiversaci¨®n de toda la vida, llegando, con el uso de ambos, a una misma conclusi¨®n: la manipulaci¨®n de la sociedad. Porque uno y otro intentan modificar conductas y actitudes de la sociedad y as¨ª reducir su capacidad de juicio y an¨¢lisis. Por favor, luchemos por llevar la contraria a Goebbels, con aquello de que ¡°una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad¡±, y apostemos por la realidad.
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