La incre¨ªble historia de An¨®nimo Garc¨ªa
El humorista fue condenado a 18 meses de c¨¢rcel por una s¨¢tira en la que denunciaba el tratamiento medi¨¢tico del caso de La Manada. Pero por ¨¦l no ardi¨® nada
Hace un par de semanas, Joaqu¨ªn Reyes dijo que la cultura de la cancelaci¨®n no existe. Que simplemente es mala prensa e intolerancia a la cr¨ªtica por parte de quien la recibe. Para ilustrar sus argumentos puso de ejemplo a Miguel Bos¨¦, que se lamentaba de haber sido cancelado desde la portada de un peri¨®dico de tirada nacional. ¡°El chiste se cuenta solo¡±, concluy¨®.
Justo antes hab¨ªa puesto a La Resistencia como ejemplo de espacio libre y disruptivo, en un momento en el que estaba en tr¨¢mites de ser fichada por TVE por 14 millones por temporada. Pero aquello no le pareci¨® un chiste. Al final de su intervenci¨®n, uno no sab¨ªa si estaba viendo a Joaqu¨ªn Reyes o un celebrities en el que el humorista se interpretaba a s¨ª mismo.
Reyes no se enter¨® del caso de la humorista Patricia Sornosa, cuya mera presencia en Estirando el chicle les vali¨® a sus presentadoras un linchamiento por el que llegaron a desaparecer de las redes. Reyes no deb¨ªa estar el d¨ªa de 2019 en que Los40 despidi¨® al colaborador David Su¨¢rez por un chiste sobre personas con s¨ªndrome de Down. Reyes no ha o¨ªdo hablar de An¨®nimo Garc¨ªa.
De esto ¨²ltimo no le culpo: el que seguramente sea el caso m¨¢s sangrante contra la libertad de expresi¨®n y creaci¨®n de los ¨²ltimos a?os en nuestro pa¨ªs ha tenido un apoyo medi¨¢tico y pol¨ªtico pr¨¢cticamente nulo. A la par que las calles ard¨ªan porque Pablo Has¨¦l fuera condenado a nueve meses de c¨¢rcel por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona, An¨®nimo Garc¨ªa era condenado al doble por una s¨¢tira en la que denunciaba el tratamiento medi¨¢tico del caso de La Manada. Pero por ¨¦l no ardi¨® nada.
An¨®nimo pertenece al colectivo art¨ªstico Homo Velamine, que emplea el sarcasmo como herramienta para la reflexi¨®n. Asqueados por el morboso tratamiento medi¨¢tico que se le dio al caso de La Manada ¨Drecordemos los mapas interactivos televisados con el recorrido que hicieron aquella noche o las disputas entre tertulianos sobre si la v¨ªctima disfrut¨® o no¨D, crearon una web llamada ¡°El tour de la Manada¡±. En ella ofrec¨ªan un recorrido por Pamplona siguiendo los pasos de la violaci¨®n o calcoman¨ªas del tatuaje de El Prenda. El objetivo no era llevar a cabo el tour sino denunciar la conversi¨®n del caso en un circo nacional para beneficio de los medios, que no pararon de hacer caja con el sufrimiento de aquella muchacha. En cuanto la prensa empez¨® a indignarse con lo que ellos mismos hac¨ªan ¨Despectacularizar el dolor¨D, la web del tour se sustituy¨® por un desmentido.
La idea les puede parecer bien o mal y debatirlo es posible, incluso deseable. La v¨ªctima lo denunci¨®. A m¨ª en su momento me pareci¨® fatal, y desde el medio en el que trabajaba escrib¨ª una pieza llamada Broma o denuncia: el Tour de la Manada por Pamplona es una mierda sea lo que sea. Pero lo que desde luego no es deseable es que su autor sea condenado a 18 meses de prisi¨®n y una indemnizaci¨®n de 15.000 euros por una s¨¢tira.
La incre¨ªble historia de An¨®nimo Garc¨ªa, que adem¨¢s de ser condenado penalmente fue despedido de su trabajo en Greenpeace, fue contada por Juan Soto Ivars en Nadie se va a re¨ªr, un libro maravilloso. Se lo afearon al condenado los tertulianos de Colapso, Bob Pop y Alba Riera.
Si despu¨¦s de conocer el caso siguen pensando que la cultura de la cancelaci¨®n no existe, vean la entrevista que le hicieron al miembro de Homo Velamine en TV3. En ella, Riera deja caer que An¨®nimo merece su condena con un argumento imbatible: si Soto Ivars ha escrito sobre ¨¦l, algo habr¨¢ hecho.
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