Evitar la escalada en Taiw¨¢n
La comunidad internacional debe hacer todo lo posible para, al menos, mantener el ¡®statu quo¡¯ ante los inquietantes movimientos de China
China ha lanzado esta semana unas maniobras militares alrededor de Taiw¨¢n de caracter¨ªsticas especialmente inquietantes. El Ej¨¦rcito Popular se ha desplegado para representar un ensayo de asedio y ataque a la isla con medios navales y a¨¦reos y con rasgos ¡°sin precedentes¡±, seg¨²n han observado los propios medios chinos. El viernes, segundo d¨ªa de los ejercicios, la televisi¨®n estatal difundi¨® una animaci¨®n que simula un bombardeo contra Taiw¨¢n en el que se muestra el lanzamiento de misiles dirigidos a impactar en ciudades como Taip¨¦i y Kaohsiung.
La operaci¨®n es una reacci¨®n al discurso de toma de posesi¨®n que el nuevo presidente taiwan¨¦s, Lai Ching-te, pronunci¨® el lunes. En ¨¦l, el mandatario defendi¨® la continuidad con las pol¨ªticas de su predecesora y exhort¨® a sustituir la ¡°confrontaci¨®n por el di¨¢logo¡± para perseguir unidos ¡°la paz y la prosperidad¡±. Sin embargo, junto a estos razonamientos, y en el marco de los delicad¨ªsimos equilibrios regionales, utiliz¨® matices ret¨®ricos que han enfurecido a Pek¨ªn. As¨ª, Lai nombr¨® a su gigantesco vecino continental por su nombre ¡ªla Rep¨²blica Popular China¡ª en contraposici¨®n a Taiw¨¢n.
Lo que puede parecer una obviedad es, no obstante, algo que hasta ahora hab¨ªan evitado los l¨ªderes taiwaneses y que Pek¨ªn considera una abierta profesi¨®n de separatismo. En ese pasaje Lai recalc¨® que las dos ¡°no est¨¢n subordinadas la una a la otra¡±. Sobre esta base, China ha lanzado unas maniobras calificadas expl¨ªcitamente de castigo a las fuerzas secesionistas por considerar que el nuevo presidente alimenta los sentimientos antichinos y busca la independencia a trav¨¦s de la fuerza.
Estas acusaciones son claramente infundadas. Sin embargo, hay que pedir a todos los actores que contribuyan a evitar la escalada porque se trata de una situaci¨®n altamente inflamable. Un contexto geopol¨ªtico en el que Estados Unidos est¨¢ centrado en otros frentes ¡ªen Europa, por la guerra en Ucrania; en Oriente Pr¨®ximo, con el conflicto en Gaza¡ª y la perspectiva de que Donald Trump vuelva a la Casa Blanca tras las elecciones presidenciales de noviembre configuran un escenario incluso m¨¢s tenso de lo habitual.
El deterioro de las relaciones en el estrecho mientras, en paralelo, se multiplican las medidas comerciales hostiles entre las dos superpotencias mundiales ¡ªChina y Estados Unidos¡ª son un fen¨®meno de alto riesgo y lleno de interrogantes: ?est¨¢ dispuesto Xi Jinping a ejecutar la reunificaci¨®n por la fuerza?, ?seguir¨¢ en Washington un Joe Biden m¨¢s firme que cualquier otro presidente en el compromiso con Taiw¨¢n? La comunidad internacional debe hacer todo lo posible para, al menos, mantener el statu quo. Las repercusiones a escala mundial de un conflicto alrededor de Taiw¨¢n podr¨ªan tener una magnitud desconocida hasta ahora.
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