Nos acabaremos haciendo da?o
Ser¨ªa recomendable, a unos y a otros, algo de calma, y que se den cuenta de que las instituciones hay que respetarlas y cuidarlas y que el ciudadano perciba su papel esencial como garantes de nuestra democracia
No esperen en este art¨ªculo un juicio paralelo. Otros muchos, la enorme mayor¨ªa, ya se van a encargar de poner a caer de un burro a Bego?a G¨®mez o a defenderla a capa y espada. En todo caso, siempre que salga una noticia judicial con relevancia pol¨ªtica en los d¨ªas previos a unas elecciones, no piensen en si intentan manipular su voto. Intenten simplemente que este tipo de noticias no altere lo que ya pensaban hacer el domingo que viene, porque entonces s¨ª van a ser voluntariamente v¨ªctimas de una manipulaci¨®n.
La sucesi¨®n de los hechos es conocida. Una denuncia presentada por una asociaci¨®n sesgad¨ªsima pol¨ªticamente, confeccionada con recortes de peri¨®dico que parec¨ªa un collage de primaria. Un juez de instrucci¨®n que la admite porque le parece relevante pese a ser eso, recortes de peri¨®dico y ning¨²n dato objetivo, por mucho que uno la mirara del derecho y del rev¨¦s. El juez declara ¡°investigada¡± a Bego?a G¨®mez sin citarla a declarar y decreta secreto de la instrucci¨®n. La Fiscal¨ªa recurre la actuaci¨®n judicial, una unidad policial relevante hace un informe en el mismo sentido exculpatorio que la Fiscal¨ªa, y ahora la Audiencia Provincial de Madrid, en un plazo relativamente breve, enmienda la plana a la actuaci¨®n del juez instructor de un modo muy amplio, afirmando la desproporci¨®n de la decisi¨®n de declarar secreta la instrucci¨®n y confirmando el parecer de la Fiscal¨ªa, en general, en torno a la ausencia de elementos objetivos para iniciar una investigaci¨®n que no sea prospectiva, de esas de tirar la red al mar a ver que sale. Sin embargo, la Audiencia considera que s¨ª hay un caso de posible delito ¡ªno se concreta cu¨¢l¡ª por unas cartas que habr¨ªa redactado Bego?a G¨®mez recomendando a una empresa en un concurso p¨²blico, cartas, por cierto, que no parece que la investigada tuviera la intenci¨®n de ocultar y cuyo contenido est¨¢ por ver. Y hete aqu¨ª que el juez recibe el auto de la Audiencia, desliza comentarios ir¨®nicos absolutamente impropios sobre la actuaci¨®n de la Fiscal¨ªa y hasta sobre el abogado de Bego?a G¨®mez, y la cita a declarar el pr¨®ximo 5 de julio.
Por cierto, en ese auto, de manera un tanto incomprensible, no se decretan m¨¢s actuaciones de investigaci¨®n que ese interrogatorio y se alude a otros interrogatorios testificales ya acordados. Como si los interrogatorios, m¨¢s all¨¢ de las ancestrales creencias de la gente, muy difundidas por el cine, sirvieran para algo... Ning¨²n juez del mundo, como ning¨²n ser humano, posee poderes paranormales para mirar y escuchar a una persona y saber si miente. De ah¨ª que sea m¨¢s propio practicar otras diligencias de investigaci¨®n antes de citar a una persona a declarar, como investigada nada menos.
Esta ser¨ªa m¨¢s o menos la historia. Y lo preocupante en la misma es la desconfianza purulenta que se desprende de los escritos y declaraciones de unos y otros. Si hacemos caso a lo que se est¨¢ oyendo aqu¨ª y all¨¢, la Fiscal¨ªa ser¨ªa un mero juguete del Gobierno y la Audiencia Provincial de Madrid un tribunal que emite resoluciones con relevancia pol¨ªtica en el momento m¨¢s inoportuno, justo antes de unas elecciones, cosa que tambi¨¦n hace el juez de instrucci¨®n, que ser¨ªa un mero instrumento de la derecha, medi¨¢tica, pol¨ªtica y judicial, al que alguien habr¨¢ llamado para que se meta con el presidente del Gobierno, por v¨ªa de su esposa, justo ahora que tenemos que votar el pr¨®ximo domingo. Por supuesto, no hago m¨ªas, en absoluto, ninguna de las anteriores afirmaciones.
Pero muchas de ellas est¨¢n formuladas por quien hace solo cuatro d¨ªas que se pon¨ªa como una hidra por hablar de lawfare, cosa que, por supuesto, no exist¨ªa en Espa?a, faltar¨ªa m¨¢s. Prefiero no pronunciarme al respecto, pero va a haber que acabar concluyendo que si realmente no existiera, no oir¨ªamos a unos y otros decir lo que dicen, dependiendo, obviamente, de a qui¨¦n desear¨ªan proteger o destruir pol¨ªticamente. Entre unos y otros, el ciudadano medio va a acabar, si no lo ha hecho ya, por no confiar en nadie. Y no confiar en la Justicia, sea la Fiscal¨ªa o sea un tribunal, es particularmente grave. Pero claro, tampoco ayuda que algunos jueces y fiscales se manifiesten por una raz¨®n pol¨ªtica, o que algunos, a¨²n m¨¢s osados, se pongan a vociferar en las redes sociales al respecto con una orientaci¨®n pol¨ªtica manifiesta. Y que la intenci¨®n es pol¨ªtica es evidente. Ayer se acusaba al presidente del Gobierno por promover una ley de amnist¨ªa para que los que quer¨ªan romper Espa?a le llevaran a La Moncloa. Y hoy, ayer m¨¢s bien, parece que hay quien est¨¢ dispuesto a que esos sediciosos, rebeldes, terroristas, qui¨¦n sabe ya, le apoyen en una moci¨®n de censura.
Ser¨ªa recomendable, a unos y a otros, algo de calma, y que se den cuenta de que las instituciones hay que respetarlas. Que no se est¨¢ en ellas para ostentar el poder, sino para cuidarlas y servir a los ciudadanos, y que por ello es muy importante que est¨¦ quien est¨¦ en ellas, el ciudadano perciba su papel esencial como garantes de nuestra democracia. Sin embargo, parece que hay demasiadas personas a las que nada de eso importa, y que solo quieren copar totalitariamente el poder, utiliz¨¢ndolo a su conveniencia personal. Es una din¨¢mica muy peligrosa que ya se ha visto antes en la historia, y que ha conducido siempre a situaciones dr¨¢sticas e insoportables en las que la mayor¨ªa de una generaci¨®n de cargos p¨²blicos, unos y otros, acabaron pereciendo enredados en el goyesco duelo a garrotazos, tan nuestro. Nos vamos a acabar haciendo da?o.
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