La ¡°tasa de okupaci¨®n¡±
Los lectores escriben sobre la influencia de los discursos pol¨ªticos en los j¨®venes, las legislativas francesas, la renuncia de Yolanda D¨ªaz al liderazgo de Sumar y la muerte de Fran?oise Hardy
Charla para el alumnado de Bachillerato de un instituto. Al final, abro un debate sobre filosof¨ªa pol¨ªtica. Un chico dice que es apol¨ªtico. ?No crees que las decisiones pol¨ªticas tambi¨¦n te afectan?, le pregunto. Cuando sea mayor, responde. Le hablo del aumento de los precios que los estudiantes deben pagar en las ciudades universitarias. ?No tiene nada que ver con la pol¨ªtica?, pregunto. Otro chico levanta la mano: tiene que ver con la ¡°tasa de ocupaci¨®n¡±. Le pido que lo explique y descubro que en realidad estaba diciendo ¡°tasa de okupaci¨®n¡±. Seg¨²n ¨¦l, los precios aumentan porque las viviendas libres son okupadas y los okupas las realquilan y okupan otras. Pregunto: ¡°?Est¨¢is de acuerdo?¡±. Una chica responde: ¡°No, confunde la causa con el efecto. Los okupas no son la causa del aumento de los precios, sino que ese aumento provoca que haya gente sin vivienda que se ve obligada a okuparlas¡±. Sigue el debate. Me quedo para m¨ª esta pregunta: ?qui¨¦n y c¨®mo habr¨¢ influido en ese chico para que considerase plausible su exc¨¦ntrica explicaci¨®n sobre el precio de la vivienda?
Miguel V¨¢zquez Freire. Santiago de Compostela
Legislativas en Francia
Las elecciones europeas no han ido bien para Emmanuel Macron, y Francia se est¨¢ viendo inmersa en una campa?a electoral expr¨¦s que casi recuerda a una guerra. La extrema derecha lleva a?os llamando a la puerta, y los liberales no han sabido convencer a todos aquellos que votaron por la opci¨®n menos mala hace dos a?os. Y es que, en lugar de crear puentes y lazos, Macron ha echado le?a a las incendiadas calles de Par¨ªs, alimentando la polarizaci¨®n en torno a la masacre en Gaza, las reformas de las pensiones y la educaci¨®n. Ante la clara evidencia del descontento, el mandatario ha recurrido a unos comicios que le han favorecido en el pasado, pero esta vez est¨¢ por ver. Dudo que el resultado de la extrema derecha en las europeas haya sido una falsa alarma.
Ana D¨ªaz Vidal. Par¨ªs
Yolanda D¨ªaz y Sumar
Yolanda D¨ªaz pod¨ªa sumar y decidi¨® restar. Tambi¨¦n pod¨ªa haber multiplicado y opt¨® por dividir. La abogada de Ferrolterra se ha revelado como una excelente ministra de Trabajo. Los datos son incuestionables. No as¨ª como coordinadora general de Sumar, liderazgo al que renunci¨® hace unos d¨ªas tras la retah¨ªla de p¨¦simos resultados electorales. Lidiar con las diferentes sensibilidades del conglomerado de izquierdas requer¨ªa, m¨¢s que mano izquierda, sentido y sensibilidad. Ya lo cantaba Pablo Milan¨¦s: ¡°De amores, de amores, eternamente de amores¡±.
F. Javier Santos. Santiago de Compostela
Fran?oise Hardy
Cuando pienso en Fran?oise Hardy siento el efecto magdalena de Proust que me retrotrae a la ni?ez, cuando los fines de semana emerg¨ªa una voz dulce y mel¨®dica del tocadiscos familiar que por su luminosidad no tard¨¦ en asociar a los d¨ªas grises para compensar la tristeza de estos, y que durante los viajes a la playa reforzaban el brillo del sol. Hardy fue el icono juvenil que represent¨® la inocencia de quienes reivindicaban con mayor ah¨ªnco un paseo por el parque que la rebeld¨ªa contestataria del Mayo del 68 que se avecinaba.
Daniel Garc¨ªa Delicado. Albacete
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