El periodista y el asesino

No faltaban puntos de comparaci¨®n para considerar una nueva guerra fr¨ªa al actual escenario geopol¨ªtico de enfrentamiento entre Occidente y Rusia, pero el intercambio de 26 presos entre ambos actores es quiz¨¢ el episodio con mayor resonancia en esa etapa del siglo XX a?orada por Vlad¨ªmir Putin. Meses de gestiones diplom¨¢ticas a varias bandas, con la mediaci¨®n de una Turqu¨ªa erigida en interlocutor privilegiado, dieron como resultado una operaci¨®n masiva y ejecutada en un solo d¨ªa que compite con cualquier ficci¨®n de espionaje. Los presos se encontraban en siete pa¨ªses. Pasaron apenas horas desde que comenzaron los rumores sobre extra?os movimientos en las prisiones hasta que, el jueves por la noche, hab¨ªan aterrizado todos en Washington y Mosc¨².

Tras el ¨¦xito diplom¨¢tico innegable de la operaci¨®n y los detalles hollywoodienses, emerge un patr¨®n de la clase de personas por las que se movilizan ambos bandos. De las c¨¢rceles rusas han salido en el intercambio los periodistas Evan Gershkovich, corresponsal de The Wall Street Journal detenido en marzo del a?o pasado y condenado a 16 a?os de prisi¨®n por espionaje en un juicio farsa, y Alsu Kurmasheva, junto a disidentes y opositores a Putin como Vlad¨ªmir Kara-Murza, Ilya Yashin o Oleg Orlov y un exmilitar estadounidense.

Entre los reclamados por Putin y recibidos el jueves en Mosc¨² destaca un personaje siniestro como el agente de los servicios secretos Vadim Krasikov, quien cumpl¨ªa cadena perpetua en Alemania por el asesinato a tiros de un separatista checheno en un parque de Berl¨ªn, y a quien Putin ha calificado de ¡°patriota¡±. El resto permanec¨ªa en prisi¨®n en varios pa¨ªses por ciberdelitos o espionaje.

Uno de ellos es el periodista espa?ol Pablo Gonz¨¢lez Yag¨¹e, con doble nacionalidad, detenido en 2022 en Polonia y acusado de espiar para Rusia. Su familia siempre ha defendido su inocencia y ha recibido amplia solidaridad social y profesional porque permanec¨ªa en prisi¨®n provisional sin que avanzara el proceso judicial contra ¨¦l. El Gobierno espa?ol no se ha implicado m¨¢s all¨¢ de pedir explicaciones, debido a que se trata de una jurisdicci¨®n de la UE. Se desconocen las pruebas contra Gonz¨¢lez, pero el hecho de haber sido incluido por Putin en el selecto grupo de nueve personas que ha pedido liberar, y a las que ha recibido como h¨¦roes en Mosc¨², arruina su credibilidad.

Lo sucedido es una r¨¦plica a gran escala del intercambio de la baloncestista estadounidense Brittney Griner, detenida por Mosc¨² y liberada a cambio del traficante de armas Viktor Bout en 2022. Putin ya utilizaba de manera desacomplejada la c¨¢rcel y la violencia para amedrentar a periodistas, opositores y, en general, a cualquiera que abra una grieta en su propaganda unificadora. El coste de esta buena noticia es que Putin tiene nuevos incentivos para utilizar a cualquiera como reh¨¦n en este juego macabro.