La vida sigue fuera de tu provincia

Las acrobacias de patio de colegio de Carles Puigdemont no solo te est¨¢n despistando de la verdadera noticia que sali¨® de Barcelona el mismo jueves en que se produc¨ªan ¡ªque la pol¨ªtica catalana ha entrado en una v¨ªa de normalidad¡ª, sino tambi¨¦n de los asuntos m¨¢s importantes que est¨¢n ocurriendo ahora mismo en el mundo, esa cosa que est¨¢ m¨¢s all¨¢ de las fronteras de tu provincia. La culpa no es nuestra en esta ocasi¨®n, sino tuya, por la insuficiente atenci¨®n que dedicas a informarte por fuentes solventes. Mis compa?eros de Internacional te est¨¢n explicando lo que significa la mayor incursi¨®n de Ucrania en el territorio ruso, la respuesta c¨ªvica de los brit¨¢nicos contra la ultraderecha o la inquietud por la respuesta de Ir¨¢n al asesinato del l¨ªder de Ham¨¢s en pleno Teher¨¢n. Lee todo eso, como buen ciudadano informado. Yo voy a aportar aqu¨ª un par de cuestiones cient¨ªficas, que es lo m¨ªo. Tampoco son de provincias, por si quieres cambiar de columnista.

Uno de los problemas centrales del avance de la medicina actual es que cada vez hay unos tratamientos m¨¢s eficaces pero m¨¢s caros. Por ejemplo, hay terapias que curan enfermedades gen¨¦ticas dolorosas y mortales, pero que llegan a costar tres millones de d¨®lares. Esto es una cuesti¨®n acuciante a la que no estamos prestando la suficiente atenci¨®n, pero que va a requerir una metamorfosis integral de nuestros sistemas de salud, p¨²blicos o privados. Y si esto es as¨ª en el mundo desarrollado, volver la vista a ?frica puede sumirnos en reflexiones ¨¦ticas paralizantes. A menos que seamos inteligentes y ayudemos a empujar las pol¨ªticas necesarias.

En Ede, una peque?a ciudad (160.000 habitantes) del suroeste de Nigeria, hay una Universidad del Redentor (Redeemer University), una instituci¨®n privada de la iglesia pentecostal que, por chocante que resulte, alberga un Centro de Excelencia sobre Gen¨®mica y Enfermedades Infecciosas (ACEGID, en sus siglas inglesas) que lleva 10 a?os trabajando en firme para hacer honor a su nombre. El centro tiene laboratorios de primera clase donde investigan estudiantes predoctorales y posdoctorales de cinco pa¨ªses africanos.

El ACEGID se fund¨® para estudiar las enfermedades infecciosas emergentes de Nigeria y sus vecinos, como el ¨¦bola y la fiebre de Lassa, pero ya incluye otras como la covid y la mpox (viruela del mono), y ha formado en gen¨®mica a 1.600 cient¨ªficos africanos, como muestran Jon Cohen y Abdullahi Tsanni en un reportaje para Science. Han desarrollado pruebas diagn¨®sticas y trazado la evoluci¨®n de los genomas de varios virus durante las epidemias. Son un centro peque?o, pero de primera l¨ªnea mundial.

Hay cient¨ªficos occidentales que han ayudado a poner en marcha el centro. Pertenecen a la Universidad de Harvard y al Instituto Broad (un nodo central del proyecto genoma), y han formado a quienes despu¨¦s forman a los dem¨¢s. Esa cadena de conocimiento es un pilar de la ciencia, que es un empe?o internacional donde el nuevo conocimiento se funda en el viejo, a veces a base de erosionarlo, de matizarlo, de cambiarlo incluso de formas fundamentales, pero nunca de destruirlo, porque lo que era verdad en tiempos de Galileo y Newton lo sigue siendo en los de Einstein y Bohr, solo que hemos aprendido a verlo bajo otro prisma m¨¢s profundo y f¨¦rtil, m¨¢s ¨²til para el avance del conocimiento.

Quiz¨¢ t¨² seas un cient¨ªfico y puedas hacer algo para ayudar a la ciencia africana. Los pa¨ªses del continente han desarrollado una comprensible alergia al colonialismo, y hay sectores de su poblaci¨®n radicalmente opuestos a cualquier iniciativa que huela a ello. Pero la ciencia no es colonialismo. No hay una ciencia africana, como no hay una ciencia china. La ciencia es una, y los mejores genetistas africanos est¨¢n a la altura de la vanguardia mundial. Merecen el apoyo del mundo rico: tu apoyo, desocupado lector.