El barrio de Londres que se levanta contra las marchas racistas: ¡°Estamos aqu¨ª para detener a los fascistas¡±
El distrito multicultural de Walthamstow lider¨® con 8.000 personas las contramanifestaciones pac¨ªficas del mi¨¦rcoles. Pese a la movilizaci¨®n por la convivencia, el Gobierno mantiene la alerta ante el fin de semana
La marea humana movilizada contra las marchas racistas y la violencia de la extrema derecha en el Reino Unido ha tenido en el barrio londinense de Walthamstow, al noreste de Londres, un s¨ªmbolo de resistencia. El vecindario, una de las ¨¢reas ¨¦tnicamente m¨¢s diversas del pa¨ªs, se convirti¨® el mi¨¦rcoles por la noche en foco central de las protestas contra los disturbios desencadenados tras el apu?alamiento m¨²ltiple en Southport (noroeste de Inglaterra) en el que fallecieron tres ni?as de entre seis y nueve a?os. En respuesta al centenar de convocatorias alentadas por radicales ultranacionalistas frente a centros de apoyo a personas migrantes, Walthamstow reuni¨® un escudo de unas 8.000 personas y lider¨® la cadena de contramanifestaciones organizadas en varios puntos del pa¨ªs.
Ante los datos recabados por agentes de inteligencia, el mi¨¦rcoles se presentaba como la jornada m¨¢s temida por las fuerzas de seguridad tras el inicio de unos disturbios que, desde el 30 de julio, acumulan medio millar de detenciones. La alarma, sin embargo, no se lleg¨® a materializar y las esperadas marchas antiinmigraci¨®n, que se han visto impulsadas por bulos sobre el tr¨¢gico suceso de Southport en las redes, acabaron transformadas en un despliegue de defensa de la convivencia. Seg¨²n la polic¨ªa presente en Walthamstow, no se detectaron manifestantes radicales y los que s¨ª comparecieron en otras convocatorias fueron ampliamente superados en n¨²mero por quienes salieron a reivindicar su solidaridad y el rechazo a los discursos de odio.
¡°Estamos aqu¨ª para detener a los fascistas¡±, explicaba Sean, un escoc¨¦s a punto de cumplir los 60 a?os que lleva en el barrio m¨¢s de dos d¨¦cadas. ¡°Obviamente, en este pa¨ªs tenemos problemas. En estas situaciones, la extrema derecha se extiende como un c¨¢ncer y trata de culpar a las personas migrantes, a los extranjeros, a los musulmanes¡, por lo que hemos salido para decirles a los racistas que no son bienvenidos¡±. El mensaje de rechazo al racismo se repet¨ªa en centenares de pancartas, muchas de ellas hechas a mano.
Con todo, el compromiso de Walthamstow no es homog¨¦neo en el resto del pa¨ªs y el Gobierno laborista, que lleva apenas cinco semanas en el poder, mantiene la alerta ante el potencial de nuevas protestas de la extrema derecha. Agentes de inteligencia cuentan con avisos de movilizaciones este fin de semana, tras unos d¨ªas de relativa calma, por lo que el primer ministro, Keir Starmer, convoc¨® este jueves una nueva reuni¨®n del Gabinete de Emergencias Cobra, la cuarta de la semana, para monitorizar la situaci¨®n.
Como en la mayor¨ªa de los emplazamientos en el punto de mira, algunos negocios ni siquiera llegaron a abrir el mi¨¦rcoles, siguiendo los consejos de la polic¨ªa. Muchos de los que se atrevieron cerraron sus puertas antes de lo habitual, incluyendo centros de salud. Algunos establecimientos pr¨®ximos a la Oficina de Inmigraci¨®n, en la gran avenida central de Hoe Street en el barrio, pusieron tablones para proteger sus escaparates, conscientes de los graves da?os que hab¨ªan dejado los altercados de los d¨ªas anteriores en lugares como Liverpool o M¨¢nchester.
Dos horas antes del te¨®rico arranque de las manifestaciones antiinmigraci¨®n del mi¨¦rcoles por la tarde, en la zona de Walthamstow hab¨ªa m¨¢s polic¨ªa que viandantes, pero cuando el reloj se acercaba a las 20.00 (hora local, una m¨¢s en la Espa?a peninsular), los vecinos hab¨ªan tomado ya la calle y los ¨²nicos c¨¢nticos que se escuchaban eran de condena al racismo y apoyo a los refugiados. ¡°?De qui¨¦n son las calles?¡±, coreaba una activista con un meg¨¢fono. ¡°?Son nuestras!¡±, respond¨ªa al un¨ªsono la multitud, en un ambiente casi festivo en el que se distribuyeron incluso bocadillos, preparados por los propios miembros de la comunidad y repartidos en grandes bandejas de aluminio por un grupo de voluntarios.
Walthamstow ¡ªtambi¨¦n conocido por su c¨®digo postal, E17 (inspiraci¨®n para una banda de pop de la d¨¦cada de los noventa)¡ª presume de credenciales multiculturales. Seg¨²n el ¨²ltimo censo, solo el 36% de sus habitantes son brit¨¢nicos blancos, la mayor¨ªa son de otros grupos ¨¦tnicos, y uno de cada cinco se identifica como asi¨¢tico. Para los residentes, esta diversidad es una ventaja y sostienen que en el barrio las diferentes culturas conviven en relativa armon¨ªa. ¡°Todos vivimos aqu¨ª en paz, no vemos motivo para estas protestas¡±, dec¨ªa Yassine, musulm¨¢n natural de Argelia y en la cincuentena, quien lleva en Walthamstow 40 a?os, 26 de los cuales al frente de un negocio de hosteler¨ªa en la propia Hoe Street: ¡°Nunca he tenido problema con nadie. Aqu¨ª hay comunidades musulmanas, cristianas, jud¨ªas. Todo el mundo es igual, es la maravilla de este pa¨ªs¡±, explicaba entre toma y toma de TikTok, plataforma a trav¨¦s de la que retransmit¨ªa lo que ocurr¨ªa en las calles.
Amplio historial de activismo
El barrio tiene un amplio historial de activismo. Basti¨®n laborista ¨Dpartido que domina en todas las elecciones generales desde 1992¨D, ya en 2012 plant¨® cara a la extrema derecha al impedir una marcha de la Liga de Defensa Inglesa (EDL, en sus siglas en ingl¨¦s) dirigida por su l¨ªder, el ultranacionalista Tommy Robinson [cuyo nombre real es Stephen Christopher Lennon], considerado uno de los instigadores en la Red de la violencia de estos d¨ªas. Julia, que supera los 60 a?os y estuvo presente en la movilizaci¨®n de este mi¨¦rcoles, se moviliz¨® tambi¨¦n en aquella ocasi¨®n: ¡°Tommy Robinson y sus seguidores vinieron ya en el pasado, y les impedimos el paso. Desafortunadamente, est¨¢n aqu¨ª de vuelta, as¨ª que tenemos que seguir saliendo a las calles para pararlos de nuevo¡±.
Paula, sindicalista y una de las promotoras de la contramanifestaci¨®n del mi¨¦rcoles, admit¨ªa que hay problemas de ra¨ªz que precisan atenci¨®n: ¡°Un n¨²cleo duro de malvados trata de aprovecharse de que hay muchas personas desesperadas por el coste de la vida o de la vivienda¡±. Es en esta desafecci¨®n donde, en los ¨²ltimos 10 d¨ªas, ha prendido el discurso del odio, alentado por el virus de la desinformaci¨®n, tras las acusaciones falsas que atribu¨ªan el crimen de Southport a un ciudadano sirio ficticio, pese a la confirmaci¨®n oficial de que se trataba de un joven de 17 a?os nacido en Gales, en el seno de una familia originaria de Ruanda.
La prioridad ahora es sofocar la ola de violencia, exacerbada en internet. El Gobierno conf¨ªa en que el despliegue policial, con 6.000 agentes especializados en orden p¨²blico, y las sentencias expr¨¦s que se aplican ya a los promotores de los disturbios, ejerzan como disuasi¨®n a la violencia. En Downing Street consideran que las ¨²ltimas jornadas de relativa calma son el resultado del mensaje de mano dura, despu¨¦s de que algunos alborotadores hayan recibido ya penas de hasta tres a?os de c¨¢rcel.
Paralelamente, el Ejecutivo admite que hay una amenaza m¨¢s amplia en la desinformaci¨®n y proliferaci¨®n de doctrinas extremistas en la Red. Esta semana, se ha reunido con l¨ªderes de algunas de las plataformas tecnol¨®gicas para urgirlos a retirar contenidos t¨®xicos, pese a no existir todav¨ªa un mecanismo legal que obligue a ello. Su petici¨®n fue recogida tambi¨¦n por el regulador brit¨¢nico de las comunicaciones, Ofcom, que ha escrito una carta a los gigantes de internet para exigirles que asuman su parte de responsabilidad.
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