Blake Lively no rompe el c¨ªrculo

Que es complicado ser mujer lo sabemos no solo por los anuncios cursis de la tele o por el soliloquio de America Ferrera en Barbie, sino porque la vida viene cada d¨ªa a restreg¨¢rnoslo. Lo que no pasa cada d¨ªa es que Hollywood tambi¨¦n ponga sus trabas y que, cuando todo parece que avanza, llegue un tropez¨®n, o una cancelaci¨®n, para complicarlo. La perfecta Serena van der Woodsen, perd¨®n, Blake Lively, es la ¨²ltima mujer cuya cabeza reclama la industria del espect¨¢culo. Lo ten¨ªa todo para salir, m¨¢s que airosa, elevada de una situaci¨®n que se lo pon¨ªa en bandeja, pero por ahora tendr¨¢ que conformarse con salir del hoyo.

La actriz promociona estas semanas su ¨²ltima pel¨ªcula, Romper el c¨ªrculo, un drama rom¨¢ntico basado en un libro de la superventas Colleen Hoover, que produce y protagoniza. Interpreta a una florista que sale con un neurocirujano (el actor Justin Baldoni, director del filme), quien abusa de ella f¨ªsica y mentalmente. La intens¨ªsima campa?a de promoci¨®n de la peli ha girado, por parte de Baldoni, en la importancia de visibilizar la violencia machista. Ha insistido en esa cuesti¨®n en todas y cada una de sus entrevistas, tambi¨¦n en sus redes. Lively, en cambio, la ha evitado todo el tiempo y se ha centrado en sus looks, basados en las flores, como la profesi¨®n de su personaje. En alguna pregunta seria ha decidido soltar dos carcajadas y justificarse afirmando que es Virgo. Los coprotagonistas no han posado ni han dado una entrevista juntos en estas semanas. Tampoco se siguen en redes.

Por supuesto, Internet se ha crecido con la bronca. Lo que empez¨® con un par de teor¨ªas conspiranoides en TikTok se ha convertido en largos v¨ªdeos que analizan cada cuesti¨®n que Lively ha dejado pasar o donde se ha mostrado superficial o, dicen algunos, hasta cruel. Fans y haters han hecho sus investigaciones para recordar que Lively se cas¨® con el tambi¨¦n actor Ryan Reynolds en una antigua plantaci¨®n de esclavos ¡ªtuvieron que disculparse¡ª o que sus excolegas de Gossip Girl apenas tienen relaci¨®n con ella. Unos dicen que quiso, junto a Reynolds, tomar el control creativo del filme, en el que ha aprovechado para promocionar, de paso, sus firmas de champ¨² y de bebidas; los contrarios, que Baldoni la trat¨® de manera despectiva por haber sido recientemente madre. Pero todos han hecho de Lively la cuesti¨®n candente del momento en las redes en EE UU.

El remate ha llegado con Kjersti Flaa, una periodista noruega asentada en Los ?ngeles, a quien probablemente ni ustedes ni yo, que comparto ciudad y profesi¨®n con ella, conoc¨ªamos hasta ahora, cuando hemos visto resucitar ¡ªese cl¨¢sico de X¡ª un v¨ªdeo de 2008. En ¨¦l, Flaa entrevista a las actrices Blake Lively, por entonces embarazada, y Parker Posey con motivo del estreno de Cafe Society, de Woody Allen, en una charla que empieza de todo menos bien. ¡°Enhorabuena por tu barriguita¡±, rompe el hielo con amabilidad la reportera ante la rubia estrella. La respuesta no puede ser m¨¢s inc¨®moda: ¡°Enhorabuena por tu barriguita¡±, contesta Lively se?al¨¢ndola. Sentada con camisa y vaqueros, Flaa no mostraba signos de embarazo. El espectador no sabe d¨®nde meterse. Menos a¨²n cuando les explica que la pel¨ªcula es visualmente muy bonita y que le ha gustado mucho su ropa, para sacar a relucir el tema del vestuario ¡ªFlaa es fundadora de la Academia de la Moda de Hollywood¡ª. Sin mirar a su interlocutora a la cara, Lively le comenta a Posey si tambi¨¦n le preguntar¨¢n a los hombres por su ropa.

Flaa ha aprovechado el tir¨®n y vuelto a subir a YouTube esa charla titul¨¢ndola La entrevista con Blake Lively que me hizo querer dejar mi trabajo. Ha tenido m¨¢s de tres millones de visualizaciones en una semana. El remate es que cuenta que fue ¡°la entrevista m¨¢s inc¨®moda¡± que jam¨¢s ha vivido. Pens¨® en abandonar la profesi¨®n. No solo no estaba embarazada, sino que lidiaba entonces con problemas de infertilidad.

Es muy f¨¢cil tomar partido de un lado, incluso de otro, pero m¨¢s dif¨ªcil resulta hacerlo de ninguno. Lo cierto es que la actitud de Lively en esa entrevista no es precisamente encantadora, pero ?qui¨¦n sabe cu¨¢ntas hab¨ªa hecho, c¨®mo la hab¨ªan tratado en la anterior? S¨ª, pero ?no forma acaso parte de su profesi¨®n? La conversaci¨®n est¨¢ abierta y se presta al partido de tenis, pero Lively, alabada por su gusto con la ropa, su matrimonio aparentemente perfecto con cuatro hijos y su vida de amor y lujo, se est¨¢ viendo en una picota por la que muchas pasaron antes de ella. Muchas, s¨ª, que no muchos. Como bien dice mi compa?ero Eneko Ruiz Jim¨¦nez en X, Lively utiliza estas semanas una estrategia de promoci¨®n similar a la de muchos hombres, pero su cancelaci¨®n afecta m¨¢s a nombres como Anne Hathaway o Amber Heard que a Tom Cruise o su propio marido, el siempre encantador Reynolds. Quiz¨¢ Lively no haya conseguido romper el c¨ªrculo con su pel¨ªcula, pero tampoco el del machismo que sigue juzgando con una vara m¨¢s estricta a las mujeres, m¨¢s si son famosas, m¨¢s en Hollywood y m¨¢s en las redes. Se ha expuesto ante los lobos del oropel y estos no han dudado en darle un bocado del que falta saber c¨®mo y cu¨¢ndo regresar¨¢.